viernes, 9 de abril de 2010

↑↓ Entrevistar es tocar



Reinaldo Cedeño Pineda
escribanode@gmail.com

No hay mejor novela que una buena entrevista, esa en que se bebe de un suspiro el aliento de una vida.

La entrevista es un método de investigación y conocimiento que casi todos usamos alguna vez, bien en el trabajo, el estudio, bien en la vida cotidiana. Si hablamos de nuestros medios de difusión masiva (especialmente la televisión), la entrevista se ha convertido en verdadera reina. Acaba de estrenarse, por ejemplo “Con dos que se quieran”, espacio que promete traer ante la pantalla, desde el rostro humano y la obra hecha, a grandes figuras de la sociedad y la cultura cubanas. Amaury Pérez se desdobla en entrevistador. Es muy temprano para evaluar el intento, aún cuando loables resultados le precedan.

La entrevista no es patrimonio exclusivo de periodistas y noticieros. Locutores, presentadores, especialistas y profesores, todos acuden a ella… aunque ciertamente no todos están preparados para afrontarla. Tal vez lo primero que debería fijarse es que una entrevista no es la simple alternancia de preguntas y respuestas, sino un intercambio de saberes. Es un toma y daca, un diálogo que debe partir de la búsqueda y el real conocimiento sobre el invitado, como senda para aprehender la novedad, como único antídoto contra tantas repeticiones.

Cada persona es una singularidad y quien interroga, debe interactuar con ella. Cada pregunta requiere un enfoque específico. Pueden parecer verdades de Perogrullo, mas esa materia suele ser violentada, en más ocasiones que las deseadas. El apremio, la improvisación feriada y el facilismo, son venenos en una entrevista. Nuestra televisión ha sido salvada de convertirse en vehículo de enajenación, pero en la materia a que nos referimos, queda mucha tela por donde cortar.

Ciertas entrevistas se desgastan una y otra vez en la reseña biográfica, cuando deberían propiciar el conocimiento del por qué de las cosas. El por qué suele ser la piedra de toque de una entrevista. En las emociones y las razones suele estar la sal de la conversación. Zozobra el intercambio cuando se da paso a interrogantes comodines y decantadas (que merecen ya unas largas vacaciones): ¿cuáles son tus proyectos futuros? ¿cómo se sintió al ganar tal premio?, ¿qué harías si volvieras a nacer? y otras de similar talante. Las mismas preguntas llevan a respuestas similares, cual una noria danzando en el mismo círculo. No son recetas, sólo apuntes desde la experiencia de un espectador activo.

En ocasiones, el presentador-entrevistador se empeña en darnos a conocer su relación cercana con el invitado. La entrevista suele moverse entonces por un cauce dulzón y complaciente, la valoración o el juicio crítico quedan arrinconados. Desafortunadamente más de un espacio se desliza en esta cuerda, pero una entrevista ha de moverse de la empatía a las profundidades. Es como un juego de espejos: la buena luz garantizará un buen reflejo; la opacidad, devolverá un hueco negro.

¿Quién no recuerda, por ejemplo, la entrevista de la voleibolista Mireya Luis con Aurelio Prieto Alemán en Confesiones de grandes? ¿O el diálogo conducido por Magda Resik con sus invitados en “El espectador crítico”? Julio Acanda en “La descarga” demuestra que el quid no está en que se trate de un espacio exclusivamente de entrevistas, sino en la altura y la adecuación del intercambio.

A la par, otros programas desarrollan un diálogo por caminos trillados. Se da paso aún a mucha palabrería, subsisten complacencias de asesores y directores llamados a corregir el rumbo…

Un entrevistador, lo mismo que un conductor, no se improvisan, porque no se trata de completar unos minutos ante las cámaras o los micrófonos. Nunca se trata de una meta. Entrevistar es tocar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estaba deseosa de leer su comentario sobre el recién estrenado programa de Amaury. "Con 2 que se quieran", me parece, no llega a satisfacer todas las espectativas. Coincido en que Amaury se desdobla muy bien y se preocupa en extremo por cada detalle de la grabación, de hecho, todo lo que ha propuesto en TV está avalado por el buen gusto y una coherencia extrema en su diálogo y propósito con invitado-expectador. Sin embargo, llega a resultar enorme cada entrevista, los recursos como spot promocionales o un simple adelanto de lo que podrá revelar después el entrevistado son obviados, quizás, el director concibe el producto sin caminos de realización trillados, pero para algo existen, ¿no? creo que renovando tal ves estos métodos usados durante décadas en el medio televisivo coadyuvan increíblemente a incentivar esa presencia frente a la pantalla. Hay que estar muy interesado en conocer de la persona que es objeto de análisis, por decirlo de alguna manera, para mantenerse 30 minutos atentos. Una entrevista no siempre necesita soportes para ser espectacular, siempre que un entrevistado y entrevistador QUIERAN, pero... hago otra apreciación: ¿y ese set, para mí, tan bien concebido, en qué se queda si no se explota? Soy del criterio que esa escenografía, pudiera lucir algo más y ganar en dianmismo la entrevista si se moviera la cámara. Qué ángulos tan atractivos pudieran salir si ese entrevistado, el propio Amaury se recrearan en un sitio acogedor, de ocasión, visto de distintas maneras. Cámara 1 para Amaury, 2 para entrevistado de turno y cámara 3 para ambos, deben salir de la monotonía. Un side circular no vendría mal y alguna ayuda en la edición, que para algo se graba.... De todas formas, hay que esperar. Vi este de Fran Fernández y el de Rosita lo seguí también, pero noto, Amaury piensa que todos estamos tan cerca de ellos como él y conocemos de us vida tanto como él. Lo que para este cantautor se sobreentiende o es archi conocido, para otros, es un desayuno. Enhorabuena por lo coloquial, lo íntimo, el ambiente acogedor que se pretende lograr.... pero, no estamos tan próximos para saberlo todo, eso no lo pueden dejar pasar por inadvertido.

Reinaldo Cedeño Pineda (EL POLEMISTA) dijo...

HOla

Hay que espèrarar porque solo dos enrevista es poco, pero
tienes toda la razón, no sñoloq ue está muy cerca del entrevistado, sino que a veces no se sabe alejar... espero esto tenag una evolución favorable. No sé sio será una de las mracas del programa. No osbtanate han dsido intersantes, hay buena spreguntas y se siente una investigación detrás. Al menos son entrevistas que se pertenden diferentes.Y en cuanto ala cámara si debería explotar mejor la intimidad sin que se conviertiera en mueve aquí y allá, que al fin y al cabo en al entrevsita lo esencial son la si deas vertidas

Gracias por estar pendiente Sigamos observando, auqnue mi comentario no iba precisa,ente hacia le programa de Amaury sino aotros insufribles y machacones que hay por ahí, donde pretendidas conductyoras-entrevisdatoras no le llegan a Amaury ni a las rodillas.