ACTUALIZADO /// Vista exterior del Mausoleo al Héroe Nacional cubano José Martí. Obsérvense las
cariátides en la estructura central románica
Reinaldo
Cedeño Pineda
Rosas,
rosas blancas, rosas siempre frescas. Mausoleo del Héroe Nacional José
Martí (1853-1895). El cambio de guardia cada
media hora, el carácter marcial, sobrecogen.
La
avenida principal está custodiada por frases martianas, inscritas en monolitos
de piedra. “En la cruz murió el hombre en un día, pero se ha de aprender a
morir en la cruz todos los días”, es una de ellas..


Mausoleo de José
Martí. Vista interior. Rosas, la bandera y un haz de luz en la cripta. Escudos americanos
le rodean
Un haz
de luz toca la cripta. Seis cariátides constituyen la custodia exterior. Seis:
como las antiguas provincias de Cuba: Oriente, Camagüey, Las Villas, Matanzas, La Habana y Pinar del Río.
El
trovador Silvio Rodríguez en su conocida canción “Cita con Ángeles” retrató el
momento de la muerte de Martí:
caída libre que da frío.
La orden de su jefatura
es descender hasta Dos Ríos.
Es 19 y también mayo,
monte de espuma y madre sierra,
cuando otro ángel a caballo
cae “con los pobres de la tierra”.
La
necrópolis de Santa Ifigenia en Santiago de Cuba ―establecida desde 1868―, es
Monumento Nacional. La recia labor de conservación y restauración que tiene
lugar ahora mismo, devuelve al mármol su brillo inicial.
Una avenida conmemorativa conecta a

Santa Ifigenia guarda tesoros del arte escultórico
y arquitectónico
Aquí,
la tumba de Carlos Manuel de Céspedes (1819-1874),
considerado el Padre de la
Patria , quien llamó a los cubanos a no contemplar más al
imperio español de rodillas. Y la de Mariana Grajales, madre de Los Maceo. Un
pasaje la retrata entera: con un hijo herido en cama, expulsó los gestos plañideros con un solo
grito: “¡Fuera, fuera faldas de aquí, no aguanto lágrimas!”
Aquí descansan, Emilio
Bacardí, a quien se debe el primer museo de
Cuba, y su esposa, Doña Elvira Cape. Su tumba piramidal es uno de los exponentes más
notables
(La imagen, tomada del blog Desde mi colimador) . Y también Frank
País, héroe del clandestinaje urbano de los
cincuenta.
Es
también la última morada del actor Adolfo Llauradó ―aquel inolvidable del
último cuento de Lucía y de Retrato de Teresa—,
del compositor Miguel Matamoros ―Son de la Loma , Lágrimas
negras— y curiosamente de Francois Antommarchi, médico de Napoleón en Santa Helena.
La épica mambisa del siglo diecinueve está representada
por muchos como José Maceo, apodado “El León
de Oriente”; y Guillermo Moncada. Este
último fue inmortalizado con el apelativo de Guillermón, nombre que ostentan el puerto, el estadio principal de
la ciudad, y hasta el histórico cuartel asaltado en 1953 y hoy convertido en
escuela.
Tumba del afamado músico Compay Segundo. El
sombrero y la guitarra nunca le abandonan. El diseño está inspirado en su
canción Las flores de la vida
De
hombres y mujeres como ellos, de famosos y humildes, está hecha la savia del
presente. Honrar, honra
Aquí descansará para siempre el Comandante Fidel Castro.

Aquí descansará para siempre el Comandante Fidel Castro.

Santa Ifigenia, muestrario de arte

Acceso a la necrópolis hacia 1951
Acceso actual




No hay comentarios:
Publicar un comentario