jueves, 11 de agosto de 2011

RADIO SIBONEY / RECOMPONER EL ESPÍRITU



TEXTO: Reinaldo Cedeño Pineda
Fotos. Joel Macías y Reinaldo Cedeño

“Desde la Ciudad Héroe de la República de Cuba transmite CMDV, Radio Siboney: la estéreo instrumental de Santiago y el Caribe. Somos música y compañía”.
 
Las emisoras son un mundo de imaginación y sonidos, pero cada una tiene su propio color. Radio Siboney ha sabido pintar cuarenta y tres años con la fidelidad de sus oyentes y artistas.

Toda esta historia comenzó el 15 de febrero de 1957 con CMDV Radio Valpín, emisora privada que transmitía desde el mismo edificio del teatro Aguilera, en el centro de Santiago de Cuba.

El 16 de abril de 1966, las llamas devoraron el hermoso teatro y con él desaparecieron los estudios de la pequeña planta… pero nadie se resignó a la pérdida.

El 9 de agosto de 1968 nacía la nueva emisora, con otra estructura y las mismas siglas.

Casa radial especializada en música instrumental ligera, con función cultural, transmite completamente en vivo durante 19 horas (de seis de la mañana a una de la madrugada) por la frecuencia 90.5 de la FM estéreo.

Uno de las peculiaridades de Radio Siboney es la locución, basada en voces exclusivamente femeninas: agradables y delicadas que se mueven en un tono suave y coloquial, como sello distintivo. 

Esa condición hace que algunos la llamen “La emisora de la voz de terciopelo, tal como me dijo un día María Elena Pineda., una cátedra entre la gente de Siboney. 

Una tarde del año 2000, torcí mi camino habitual de la Avenida de los Desfiles cuando trabajaba en el periódico Sierra Maestra. Atravesé la Plaza de la Revolución bajo el sol santiaguero, llegué hasta el edificio de calle 8 N. 56 del Reparto Sueño, y toqué la puerta de la dirección de Radio Siboney.
Cuando un mes después, la directora de entonces, Ana Gloria Cámbara Cuba me hizo aquella llamada, doblé sobre la mesa de redacción mis últimos dos reportajes sobre los cítricos…y un día después, pasé de la escritura a la oralidad. 

(La jefa de programación Yailene Brioso Mariño)

Tal vez Radio Siboney era la única emisora de Cuba que hasta entonces no tenía un periodista, la única que no tenía noticiero.

Nos sentamos en la casa de Lucía Dalis, aquel ser pequeñito, a sacar desde la imaginación y la osadía, el slogan, las promociones, la forma misma de aquel espacio que le nacía a esta casa de radio después de 33 años. Gracias a Radio Siboney, soy un fundador.

Tuve que acostumbrarme a los micrófonos y a las cintas, a las P (pausas) y a las TR (transiciones). Tuvieron que acostumbrarse a mí y a los que llegaron (Maritza Mora con su equilibrio, Eric Caraballoso con su excelencia, y Aime con su ímpetu), pero en ese camino de aprendizaje, de confianza, Radio Siboney recompuso mi espíritu.

Aquí aprendí como se construye un sueño con eso que llaman recursos radiofónicos. Y puedo ver, día a día, a quienes transforman las ideas en verdad. Aquí tuve el programa Revelaciones ―que un día se fue―, pero sigo con mis propias revelaciones día por día.
Alguien me dijo una vez que era una emisora demasiado pequeña. La luciérnaga también es pequeña y lleva luz.

(Chanel Braña Boizán. económica) 
 
Hurgando en la historia, aprendí a respetar a la gente de Radio Siboney, las cosas nunca son sus muros ni su apariencia.

Radio Siboney comenzó conmigo, en realidad le llevo unos meses… pero tenemos la misma edad.
Aprendí a respetar a las que abrieron la planta el 9 de agosto de 1968, en medio del nerviosismo de la primera vez, o antes, el 1 de agosto durante las pruebas. 

“Estábamos todas nerviosas, aunque yo tenía experiencia en la radio. Habíamos buscado un balance de voces: una muy grave que era la de Erma González, una intermedia que era la mía y una más aguda, la de Gisela Bell Heredia … pero tuve que abrir y cerrar la planta porque el resto eran muy nuevas”, relata Hilda Gonce.


Aprendí a respetar a las que traían sus hijos de madrugada y se iban en la madrugada del otro día. A los más jóvenes que llegaron y decidieron superarse en medio de las carencias y de los viajes imposibles. A los que supieron crecer de las notas y las tiras musicales, a los programas con funciones bien definidas…

De manos y voces de mujer está hecha Radio Siboney. Y eso, sé reverenciarlo, porque de mujer nací.

No vengo aquí a proclamar que trabajo en una emisora perfecta, NI DE LEJOS. La lisonja vana es un veneno. Pero criticarla, es también quererla.

Radio Siboney es una casa radial especializada en música instrumental ligera, una emisora cultural. Es sabido. Y ese encargo, esa distinción, no se lleva como fardo pesado, ni como bandera que enarbolar. Radio Siboney eso sí, es conciente de una identidad que hay que resguardar, que hay que defender.

Han llegado nuevos integrantes, algunos más díscolos, otros más responsables, pero todos con algo que decir desde las teclas o desde las letras, desde el micrófono o la discoteca., desde el reporte musical o desde la limpieza, desde los números o la organización.

Desde el pentagrama y con las mejores intenciones, cuando otras emisoras similares desparecieron, Radio Siboney, con su nombre aborigen y su música universal, tiene 43 años para sus oyentes, 43 razones, cuarenta y tres maneras de existir.



La escuchan... “Desde la Ciudad Héroe de la República de Cuba transmite CMDV, Radio Siboney: la estéreo instrumental de Santiago y el Caribe. Somos música y compañía”.
Buenos días, buenas tardes, buenas noches…

(Palabras leídas durante el 43 aniversario de la emisora, 9 de agosto de 2011)

1 comentario:

Guarenera dijo...

Un fuerte abrazo Reinaldo y hazlo extensivo a los amigos de la radio, esa suerte de magia que no debe develarse mucho.
Desde Guarenas, Venezuela,
Lil