♣ Aspectos del trabajo de los locutores
jóvenes en Cuba ♣ La influencia de los locutores jóvenes en la formación de
valores ♣ Requerimientos de los locutores que comienzan en la profesión ♣ -La autoestima del locutor joven ♣ Consejos para los jóvenes que se dedican a la locución.
INTRODUCCIÓN
La idea fundamental de concebir
esta ponencia ha sido la de analizar como marcha en nuestro país el desempeño
de los jóvenes locutores, los que estamos en fase de aprendizaje y que cada día
tratamos de lograr mayor superación.
En Cuba, con el desarrollo
impetuoso de nuestros medios de difusión y el propio avance educacional, han
llegado a la profesión jóvenes de diversas procedencias y características
sociales. Existe una preocupación lógica
de la Dirección
del Instituto Cubano de Radio y Televisión acerca de la selección y
capacitación básica adecuada de los que nos iniciamos en el arte de emitir un
mensaje lo más correctamente posible a través del micrófono.
Aspectos de la
locución de los jóvenes en Cuba
Los locutores en Cuba somos
comunicadores de información, concepto muy utilizado en los últimos tiempos;
pero sobre todo, somos artistas indispensables en la realización de un programa
audiovisual o radiofónico. Además, y en primer lugar, fomentadores de valores y de riquezas
morales, en consonancia con los principios que sirven de fundamento a nuestra
sociedad socialista.
Pero, muchas veces, los jóvenes
que pasamos un curso en cualquiera de las emisoras y telecentros de Cuba, no
conocemos todo el caudal de información que conforma la base científico-técnica
de esta profesión y a la vez, no somos capaces de forma concreta y clara llevar
a la práctica estos conocimientos.
Es básico para cualquier
locutor joven, conocer y asimilar la importancia social de nuestro trabajo y no
adentrarnos en los medios por su atractivo o por convertirnos en personas con cierto reconocimiento público.
Sin dudas, la locución es novedosa,
interesante y atrayente para cualquier individuo, como lo fue en las últimas
décadas del siglo XIX para los lectores de tabaquería, de quienes arrancamos la
raíz popular ciento por ciento,
comprobando que somos los locutores cubanos, todos de procedencia humilde
principal virtud que nos debe caracterizar y más en los tiempos que vivimos.
A los jóvenes locutores nos
debe guiar el principio de superación para llevar al oyente el mensaje claro.
Durante muchos años la profesión no recibió ningún tipo de orientación para su
desarrollo, siempre fue autodidacta y de preocupación personal.
Hoy los que tenemos el
privilegio de encaminarnos, lo hacemos a través de cursos de superación
profesional con mayor profundidad y extensión, aunque no en todos los casos se
cumplen los planes de estudio y el tiempo establecido, afectando la calidad de
sus graduados.
En la actualidad nos
encontramos a jóvenes profesionales como panelistas, entrevistadores,
animadores y en todo tipo de programas, algo que fue frenado en años pasados
cuando a los jóvenes no se les ofrecía todas las posibilidades de trabajo por
la falsa creencia de que los de menos tiempo no podíamos ser capaces de
comunicar.
Pero sin dudas, la locución
joven en Cuba tiene que mejorar muchos
aspectos técnico artísticos para seguir
ganando la confianza de nuestro pueblo que es para quien trabajamos y convertirnos en los verdaderos relevos de
quienes por más de un siglo han mantenido en alto el prestigio de la profesión.
Analicemos algunos de esos aspectos varias veces discutidos en otros espacios
de intercambios.
Hay una tendencia en muchos
jóvenes locutores a gritar por el micrófono, sobre todo en programas musicales,
escalas de éxitos, discotecas, etc. El grito es un mecanismo de defensa en el
ser humano para cuando se halla en situaciones de peligro o urgencia, o cuando
está muy feliz también se grita. Pero no se usa permanentemente para
comunicarnos.
En algunos programas en vivo, a
un joven locutor, lo ponen a hablar por hablar sin idea definida. Esto es no
tener sentido de la responsabilidad.
Existen quienes han asumido
el hablar muy rápido copiando el estilo
de una emisora nacional. Esto empaña el entendimiento de los oyentes si no eres
un locutor con maestría, por lo que quienes comienzan en esta profesión, no debemos
adoptar este estilo. También escuchamos muy a menudo, sobre todo en revistas de
variedades, que los locutores ―en su gran mayoría con voces frescas―, utilizan
una risa constante como si estuviéramos imitando programas humorísticos. Da la
sensación que no tenemos nada que comunicar y utilizáramos ese recurso para
agradar o empalagar al oyente.
También se hace frecuente en
nuestros programas, los segmentos de saludos, efectivos para agradecer la
sintonía de nuestros oyentes; pero resulta desagradable abusar de ellos, más
cuando los gestos de agradecimiento son a familiares y amigos íntimos.
A menudo, la imitación llega de
repetir mecánicamente lo que hacen locutores o hablantes con más años en los
medios, palabras o expresiones empleadas con sentido figurado en circunstancias
muy específicas y que resultan disparates en los que incurrimos también los
jóvenes porque, sobre todo en la radio, se ha tenido siempre la máxima que los
años de labor son muestras de perfección. No siempre es así.
Nosotros los jóvenes, debemos aprender que un
locutor inculto, mal educado y carente de escrúpulos (de los que por suerte no
hay muchos, pero existen los hemos conocido lamentablemente), puede alcanzar
muchos éxitos; pero solamente entre ese tipo de personas.
Hoy,
tanto en la radio como en la televisión, tenemos formas modernas de concebir programas donde
los locutores parecen los llamados mikis,
que realmente en su gran mayoría son improvisados. Los directores los utilizan
bajo la excusa de la frescura y la cara bonita, pero no comunican y no son
siquiera el patrón o la guía de la mayoría de los jóvenes cubanos.
A las personas que nos interesa la locución,
debemos poseer cultura general y política. Debemos estar al tanto de los
resultados que arrojen los monitoreos, y resolver los problemas que presentamos
en las evaluaciones periódicas ―actualmente
tan irregulares y deficientes que también afectan el desarrollo individual y
nos habitúa a la falta de rigor y exigencia.
Las administraciones deben valorar de forma
adecuada la importancia que tiene en nuestros días la información que se ofrece
y el dinamismo y la inmediatez con que debe llegar al oyente. De ahí, la
necesidad de un locutor calificado y apto, un profesional suficiente que
transmita el mensaje ameno que se espera, aunque sea una voz o rostro joven.
Ocurre con frecuencia que hay ya personas de
cierta edad que son inamovibles de espacios estelares cuando ya han pasado sus
mejores años y no se encuentran con la misma capacidad de antaño. No nos
referimos a la exclusión de esos hombres y mujeres que han dedicado su vida
entera a la profesión, sino a sostener el criterio de la función del locutor
dentro de la programación, cumpliendo el criterio de idoneidad.
Debemos esforzarnos por hablar
correctamente y con propiedad, los jóvenes más que ninguna otra persona.
Tenemos que estudiar y leer mucho, todo
tipo de obras: familiarizarnos con la mayor cantidad posible de términos
extranjeros, su significado y pronunciación. Acudir a compañeros de más
experiencia o conocimiento, y buscar en el diccionario su escritura para la
correcta pronunciación y sus significados ¿Cuántos de nosotros acudimos
periódicamente al diccionario? Buena pregunta que nos hace muy a menudo el
maestro, Premio Nacional de la
Radio, Ibrahim Apud, locutor de Radio Reloj.
Los Consejos Artísticos y
Comisiones de Calidad deben velar por el desarrollo de la creatividad y el
compromiso social y político de los jóvenes locutores, prestando especial
énfasis a las acciones de superación. El locutor joven que no se ha
sensibilizado con la profesión y su importancia, habla de mente a mente; pero el profesional,
de corazón a corazón.
Mientras
las personas asisten a clases o al trabajo en cualquier provincia o municipio,
los locutores junto al personal técnico y artístico, estamos en las emisoras o
telecentros transmitiendo una programación
comprometida. Si tienes la posibilidad de entrar a esos estudios o cabinas, te
encontrarás a muchos jóvenes asumiendo la responsabilidad ante un micrófono y
no solo nos limitamos a decir como fue que sucedieron los hechos,
no… también anexamos juicios de valor
de carácter personal que invariablemente crean una actitud en nuestros
oyentes y televidentes.
Sigue siendo prioritario
reencontrarnos con el oyente o televidente
y respetarlo. Reafirmemos la ética y la responsabilidad social. Hoy más
que nunca, debemos instalar el debate en nuestras instituciones, de manera tal
que nos permita responder con eficacia a los desafíos que se nos plantean a
diario y en que los jóvenes somos verdaderos protagonistas.
INFLUENCIA DE LOS LOCUTORES EN LA FORMACIÓN DE VALORES
La locución que ejercen los locutores en todo el país,
influye en la formación de valores de los oyentes contribuyendo así a la
manifestación de sentimientos, actuaciones o actitudes con una significación
social positiva, creando conciencia en todos los sectores de la sociedad.
En la medida en que la persona se identifica con el
medio de comunicación, es mayor el arraigo;
desarrolla conductas favorables,
transforma convicciones y ejerce una fuerza sobre el contexto macro social llegando
a todos sin distinción de clase,
condiciones de vida y familiar, nivel cultural y hábitos de educación.
Los jóvenes que
tenemos la oportunidad de ejercer la profesión debemos estar convencidos que
nuestras palabras son un sistema o medio que ocupa un lugar cimero en la
formación de valores, cualidades personales y en particular morales en niños y
jóvenes fundamentalmente. Tiene mayor impacto en la población el buen desempeño
de los locutores jóvenes, de quienes se espera que garanticen el futuro.
El papel de la locución en la sociedad es un complejo
proceso formativo a través del cual debemos ser capaces ―con nuestra voz,
inteligencia, arte, ejemplo y profesionalidad― de influir en la formación de
valores. La mejor forma es intercambiando constantemente con nuestros oyentes y
cumpliendo con nuestra función de radio del pueblo. Para eso, los locutores debemos
conocer bien los componentes que crean la personalidad de los que nos escuchan,
la vida cotidiana, actividades políticas y culturales y las relaciones de
conducta entre la población.
REQUERIMIENTOS DE LOS
LOCUTORES QUE COMIENZAN EN LA
PROFESIÓN
♣
Ser buenos
profesionales, siguiendo el ejemplo de los de mayor experiencia.
♣ Respeto
al oyente y a los colectivos de programas.
♣ Tener
condiciones para la comunicación y un tono adecuado
♣ Confrontación
de puntos de vistas.
♣ Ejercitar
la valoración y la autovaloración.
♣ Estimular
el talento y la creatividad.
♣ Formar
un pensamiento flexible y ser responsables con la realidad.
♣ Ser
auténticos, sinceros, honestos y sencillos.
En cada salida al aire, el locutor debe tener presente
que el centro de su atención es el ser humano como sujeto protagónico de la
sociedad. A partir de un mensaje suyo, el que escucha puede darle sentido a su
vida para poder elaborar sus proyectos (objetivos, metas personales). Si esto
se logra, entonces el profesional de la radio o la televisión ha contribuido a
su formación de valores.
Para desarrollar valores, la comunicación debe ser
persuasiva y nuestro trabajo, creador de la conciencia individual
(conocimientos, sentimientos, voluntades), con reflexión, argumentación,
convencimiento, y respeto permanente a la dignidad personal del oyente.
Es muy importante que el locutor joven en sus
actuaciones diarias lleve a la práctica las normas y reglas morales en la
formación de hábitos y costumbres que nosotros mismos proclamamos. En ocasiones, nos encontramos con jovenes y no
tan jóvenes que te orientan en su programa y cuando salen de la cabina, son
otras personas.
Los jóvenes que después de un curso con
cualquiera de los profesores que los imparten en todo el país, logramos la
añorada habilitación como locutores, no
debemos pensar que ya se acabó la carrera porque al lograr enfrentar un micrófono, o asumir espacios estelares,
comenzamos a tener un reconocimiento social de la audiencia y los beneficios y
perjuicios propios de la profesión…. nada de eso.
Como todos sabemos, después de dos años al aire es que podemos
evaluarnos y es entonces cuando los
tribunales encuentran los problemas que debieron subsanarse en estos dos años
en los que nadie nos dio seguimiento a nuestra
superación profesional, y ni nosotros mismos nos preocupamos por ella,
porque pensábamos que todo lo estábamos haciendo bien.
Hay quienes están en contra de la evaluación y
no son precisamente los de menor edad, porque piensan que son los años los que
forman o no a un artista. Pero, si desde el principio de la carrera no tienes
una adecuada formación con el transcurso de los años los problemas serán
mayores. Para los jóvenes, como para todos nosotros, es necesaria la evaluación, tal como dijera
la maestra que ya no está entre nosotros, locutora excepcional y jefa de
Tribunales de Evaluación, Gladys Goizueta:
(La inolvidable Glays Goizueta Simal, maestra del arte de la locución)
"Es ejercicio de la crítica
profesional, como un acercamiento al desempeño artístico y como un
termómetro de la calidad de ese desempeño individual. Es cierto que los años dan
oficio y experiencia en el quehacer diario, pero si no hay talento y si
ese talento no se cultiva mediante estudios y actualización de nuevas
tendencias en las teorías de la comunicación, entonces, o nos estancamos o
retrocedemos en la calidad que brindamos a través de la profesión. La
evaluación debe desempeñar su papel regulador en elevar la calidad de la
emisión de los locutores".
La pregunta entonces, si coincidimos en el
criterio que es imprescindible para el desarrollo de la profesión, es ¿por qué hace cinco años que no se realizan,
al menos en el occidente cubano?
LA AUTOESTIMA
DEL LOCUTOR JOVEN
La autoestima es amarse a si mismo y confiar,
para amar a los demás. En cuestiones laborales es amar la profesión y respetar
a los compañeros de trabajo. En el concepto de la locución es tener actitud
para ejercerla y representar una conducta adecuada, escuchar opiniones sobre
nuestro desempeño y valorar bien si somos capaces de asumir el reto.
Sí en los primeros pasos en el trabajo sentimos que nos es difícil hacer algún
género de la locución, entonces debemos de acudir a las personas que nos puedan
ayudar y tener presente:
―Sentimiento de valor propio
hacia lo que hacemos.
―Mantener comunicación con
personas significativas.
―Profundizar en nuestros
valores de la constancia y la perseverancia.
Debemos aceptar nuestras habilidades, talentos,
capacidades y valorándonos como somos, no podemos pensar que desde el comienzo
de la profesión aprenderemos toda la gama de especialidades que reúne este
difícil arte que requiere de práctica y oficio. Siempre nos encontraremos en este largo camino, personas que nos ayudan
y otras que nos ponen obstáculos por eso es necesaria una elevada autoestima.
Elevada autoestima: Enfrentar la locución con
dignidad, ser responsables, aceptar nuestros defectos y cualidades como ser
humanos y no dañar la imagen de la Institución a la que pertenecemos.
seis consejos para el triunfo
en el largo camino de convertirse en un buen locutor
1. Motivación: En un campo
de competencia como es la locución, debes realmente desear el éxito. Este tipo
de motivación debe ser consistente, no por temporadas, aquí no se admiten
debilidades.
2. Personalidad: En primer lugar, debido a que la locución en
radio y televisión es una labor en
conjunto, requiere la habilidad de poder trabajar en equipo con otras personas
para lograr metas profesionales.
Dentro de esta categoría esta
incluida la actitud. Se debe tener la capacidad de dar y aceptar órdenes como
parte de la dinámica del trabajo en equipo, hacer con gusto nuestras tareas
individuales y saber aceptar sugerencias o criticas de otros. Lamentablemente,
aún encontramos jóvenes que no aceptan señalamientos y hasta se molestan
fácilmente cuando se les rectifica algún error cometido
Casi siempre se trabaja sobre
presión frente a las cámaras o ante el micrófono. Los que no puedan manejar el estrés laboral,
están en el giro equivocado.
3. Conocimiento y
habilidad: Los directores de programas
están en la constante búsqueda de jóvenes que puedan resolver los problemas por
sí mismos con buena improvisación y habilidad cuando se presente alguna
dificultad sobre todo en programas en vivo.
4. Creatividad: Hablamos de
ver las cosas de nuevas maneras y tratar de dar a la audiencia novedosas
experiencias desde perspectivas más frescas.
5. Voluntad para sacrificarse
por sus metas: Hoy cuando existen gran cantidad de locutores que se forman en
los centros de estudios y por lo tanto
un buen número de jóvenes solicitando la
entrada al sector dispuestos a sacrificar muchas horas de su tiempo por lograr
un programa de radio y aún más uno de televisión; debes tener voluntad para lograr tus metas.
6. Actualización constante: Aunque la educación formal puede ser útil
para entrar en el medio y el nivel superior en cualquier carrera ―aunque no sea
de humanidades―, la mayoría de los jóvenes
estamos de acuerdo en que comienza realmente a aprender sobre la
profesión, cuando nos enfrentamos
directamente con las experiencias del trabajo.
Es muy importante la necesidad de mantenerse
actualizado ante los últimos adelantos tecnológicos, el manejo y explotación de
las computadoras que han llegado a
nuestras cabinas para sustituir el guión impreso y que algunas emisoras ya utilizan
la Internet.
Mantenerse a la vanguardia en
los conocimientos necesarios para el desarrollo de nuestra profesión debe ser
una de nuestras metas en la vida.
CONCLUSIONES
No creemos
que todo esté resuelto o errado en la locución de los jóvenes cubanos.
Debemos tomar en cuenta estos aspectos y
otros no abordados en esta investigación -no rígidamente- pero debe ser la
aspiración de hombres y mujeres de la radio y televisión para lograr en
cada programa mayor profesionalidad. Respetar los perfiles y estilos,
defenderlos con identidad propia y dejar a un lado patrones que en otras épocas
no resultaron del todo acertados y ¿por qué regresar a ellos cuando
vivimos a finales de la primera década del siglo XXI?
La locución, como todas las manifestaciones artísticas, reclama modernidad en su discurso y debe ser más
creativa, más cercana al reclamo del oyente, y debe reflejar con
sabiduría los valores de una sociedad única, y para asumir ese reto los jóvenes
debemos dedicarnos y hacer nuestro trabajo con amor que es la maravilla de la
vida.
Hoy en nuestros medios de
comunicación tenemos talentosos jóvenes demostrando en su labor cotidiana que se puede hacer una
locución entendible, agradable y digna,
teniendo la premisa de no hacer
daño al idioma y empobrecer nuestra forma de hablar.
Finalizamos citando al
máximo líder de nuestra Revolución, con la frase que inició una de sus más
recientes reflexiones: "A LOS JÓVENES INTERESA MÁS QUE A NADIE EL FUTURO".
Bibliografía consultada
1-La locución: técnica y práctica. Autor Frank Guevara.
2-
Discurso del expresidente del ICRT, Ernesto López en acto clausura del Primer
Taller Científico Nacional de la
Locución celebrado en Ciego de Ávila los días 6, 7 y 8 de
marzo de 2007.
3- ALADAS PALABRAS. Ponencia de Alberto Ajón León.
Primer Encuentro Científico Hispanoamericano de la Locución
4- “Apuntes sobre
el resultado del proceso de evaluación a locutores de la Radio Cubana”.
Ponencia de Gladys Marieta Goizueta Simal.
(El locutor
Eglis Gaínza y el redactor de este blog, Reinaldo Cedeño durante un descanso en
la Primera Bienal
de la Radio Cubana,
La Habana
2012)
EGLIS
GAÍNZA MORENO (Datos de autor)
El autor es Licenciado en
Comunicación Social. Locutor tercer nivel con 10 años de experiencia en Radio y
Televisión, habilitado en la especialidad de comentarista deportivo. Ha
trabajado en la emisora Radio Caribe y el Telecentro Isla Visión de la Isla de
la Juventud donde inició su todavía joven carrera artística. Escritor de
guiones de radio y televisión para programas juveniles y de participación,
revistas culturales y de perfil deportivo permitiéndole alcanzar conocimiento
en la corrección de textos y libretos adaptados a ambos medios.
Ponente del Primer Taller
Científico Nacional de Locución. Ciego de Ávila, 8 de marzo de 2007. Título de
la ponencia: “Surgimiento de la locución en Isla de Pinos”. Participante en el
Primer Encuentro Científico Hispanoamericano de Locución, Varadero Cuba. 2 al 5
de junio.
Ponente y ganador de una
mención del Segundo Taller Científico Nacional de locución. La Habana 9 al 11 de junio de
2010. Algunos de sus escritos han aparecido en la edición digital de la Revista En
Vivo; en el sitio de los locutores El
Universo de la palabra y en la página Web de Radio Rebelde.
1 comentario:
Hay muy poca exigencia en la entrada de personas a la radio, especialmente de los locutores. Mucha gente que piensa que con una voz má s o menos, ya la puede poner. Sobre todo hay mucha falta de cultura y de espíritu. Y mucha gente qu e solo tiene un signo de peso. No e s malo querer ganar más. A quien no l e gusta eso. Pero, por favor uno oye cada risotadas sin sentido. Cada palabra mal acentuada y cada disparate. A tantos les resbala lo que dicen… Gracia segáis
Un locutor camagüeyano
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