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Las pasiones cuando se desbordan pueden volverse chacales.
El béisbol para los cubanos es precisamente eso: una pasión. Una pasión que circula por nuestra sangre y nuestros huesos, que nos alimenta y nos desvela. Una pasión que nos paraliza, nos hipnotiza, nos alza y nos tira. Una pasión que nos desborda…
El béisbol es ya parte de nuestra identidad. Es difícil ser cubano, sin que en algún momento, esa pasión te roce, te penetre, te sacuda, te coloque al borde de la euforia o de la depresión…
La pelota ―así, a secas― como le conocemos los cubanos, es nuestro mayor espectáculo. Miles de nosotros, de punta a cabo del archipiélago, desde el estadio, la radio o la televisión seguimos los partidos, nos enredamos en pronósticos, hacemos de manager, ponemos y quitamos con nuestra imaginación, discutimos, creemos tener la razón…
Grandes parques y esquinas se convierten en peñas beisboleras. Tengo una muy cerca, muy conocida, la de la Plaza de Marte en Santiago de Cuba, que afirma ser “faro y guía”. He visto allí a decenas de personas discutiendo de pelota, y la misma escena la he visto repetida en el parque central de la capital y en tantos sitios…
Siempre he creído que si con esa misma pasión tratáramos otros temas como la eficiencia en los servicios ―apenas un ejemplo― estaríamos mejor; pero no tengo nada que objetar: ese río de pasiones que llevamos los cubanos por la pelota ha de tener algún cauce. Y la esquina se presenta como el lugar ideal, el motor de la pasión.
El dúo Buena Fe lo dijo: “Será que sin él no podemos soñar”.
EL BEISBOL no deja de ser un deporte
Sin embargo, NO HAY QUE OLVIDAR que aunque depositemos en el béisbol toda nuestra pasión ―la pasión de todo un pueblo― que aunque sea nuestro pasatiempo nacional…NO POR ESO, la pelota deja de ser un deporte, ni por eso estamos predestinados a GANAR.
La pelota es un deporte que no sólo se practica en Cuba y con largos campeonatos en Norteamérica y Asia... El nuestro es uno de esos torneos de excelencia.
Sinceramente me asombra la miopía de algunos y la autosuficiencia de otros:
MIOPÍA por no ver que en UN DEPORTE se puede ganar y también se puede perder DIOS!
(CUBA es el único país que no se ha bajado del podio en los torneos olímpicos, mundiales y hasta en el famoso Clásico, en el que algunos esperaban ver al béisbol cubano en el subsuelo. Eso es una muestra evidente de la clase de béisbol que tenemos…)
AUTOSUFICIENCIA por pensar que cada vez que no se gana EL ORO es porque cometimos algún error, NO porque el rival también es bueno, y en buena lid supo triunfar.
Me encanta la filosofía ganadora, el empeño, el querer siempre ganar, el no temer a títulos ni nombres…. pero ¿CUÁNDO vamos a equilibrarnos y aprender a considerar el calibre de los rivales?
No hacerlo es devualar nuestros propios éxitos, y dar por sentado unos triunfos que hay que luchar muy duro, partido a partido.
Todavía se discute (Radio Rebelde, especialmente el programa Deportivamente) sobre la derrota de Cuba en el béisbol olímpico. Y no es que sea algo malo per se, en absoluto ni que se dejen de analizar estrategias y jugadas; pero me asombran las consideraciones de algunos comentaristas deportivos que se supone deben ser mediadores y puntos de referencia, y se revelan con una carga de subjetividad tan elevada que frisan, a veces, el mismo fanatismo que suelen criticar.
Algunos ―de una forma u otra―, le han caído arriba a Antonio Pacheco, el manager. No le conozco personalmente, no siempre coincido con él, no tengo porque hacer genuflexiones ante su figura… pero sé respetar su trayectoria, su conocimiento y su manera de comportarse:
Recientemente el periodista José Antonio Torres en el periódico GRANMA
entrevistó al propio director quien le respondió ante la disyuntiva de si ¿perdió Cuba o ganó Sudcorea?
“A veces la pasión nos ciega. Quitarle el mérito a los sudcoreanos es una injusticia. Ellos ganaron en buena lid. El segundo lugar de Cuba, que hasta el último momento peleó por la victoria, es un buen resultado. Demeritarlo es indigno, poco profesional. Perdimos 2-3, en el noveno inning de la gran final. Cuántos países —con excelentes equipos— hubiesen añorado esa posición y terminar de líderes en bateo con 300 de average; en jits, con 72; jonrones, 7; anotadas, 52; empujadas, 49 y los terceros que menos se poncharon (46), después de Sudcorea (43) y Japón (45). Nuestro desempeño fue extraordinario; Sudcorea: la mejor selección”.
Coincido.
A Héctor Rodríguez, a través de la TV cubana le escuché decir que Yuliskei Gurriell, uno de nuestros grandes peloteros (y quien no pudo conectar bien en la “oportunidad salvadora” de la discusión del oro en Beijing) quería retirarse… No hay edad ni razones para ello. Es la filosofía del “no se puede fallar”, del “hay que ganar”, “de la infalibilidad” y del “el que hay que dar es el bueno”, la que puede llevar a esto.
Los deportistas podrán convertirse en héroes con sus grandes victorias; pero igual son seres humanos, con sus fallos, sus nerviosismos, sus rachas adversas, sus rivales que le superan…
¡ESTÁ BUENO YA!
La invencibilidad deportiva es un mito, un cáncer que pudiera atenazar al deporte cubano (especialmente al béisbol)… y que presiona, que no deja ver grandes actuaciones, que devalúa las medallas de plata o bronce, que arranca lágrimas cuando debía provocar saltos…
LA NARRACIÓN DEPORTIVA CUBANA… ¿La mejor del mundo?
Con asombro he escuchado a Renier González ―para mí el más creativo de nuestros comentaristas deportivos― afirmar que en general, los comentaristas deportivos cubanos son “los mejores del mundo”, porque mientras en otros sitios se especializan en uno, dos o tres deportes a lo sumo; los cubanos pueden narrar muchos más.
Discrepo.
Y no es que conozca el mundo (seguramente Renier está más capacitado para evaluarlo) sino que la muestra de la narración cubana en Beijing ―fuera de tres o cuatro nombres― hay que señalarle más de un desaguisado.
El equipo de narradores del resumen OTI ―salvo Carlos Alberto González― fue infame. Se impone una selección y una preparación más rigurosa para la próxima. Y para no reiterar, quien desee puede leer lo dicho entonces: “DISLATES en la NARRACIÓN DEPORTIVA (http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/08/beijing-2008-dislates-en-la-narracin.html)
Hubo mucha palabrería, muchas obviedades que intentaron suplantar la falta de datos concretos. Hubo narraciones grises donde ni siquiera se decía el nombre de los atletas… Hubo confusiones geográficas, de goles con carreras, de eliminatorias con finales, nombres dichos de cualquier manera...
Sólo me permito agregar un ejemplo más: Cuando Julio César Bayard narró el relevo 4x100 masculino de Jamaica en Beijing a través de la radio… NUNCA pudo decir que se trataba del récord mundial, de un IMPRESIONANTE récord mundial. La narración quedó coja… ¿Es que no tenía la marca precedente registrada, se le traspapeló la información… no lo sabía… no se preparó?
He escuchado afirmar, en ocasiones, que la dirección del béisbol cubano está por debajo de sus atletas. Creo que hay que echar una mirada interior hacia la narración deportiva, que también hace aguas.
Cuando las pasiones se desbordan pueden volverse chacales.
ARTÍCULOS RELACIONADOS:
---DISLATES EN LA NARRACIÓN DEPORTIVA
http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/08/beijing-2008-dislates-en-la-narracin.html
---CUBA: ¿Crisis en los deportes colectivos?
http://laespinadelolimpo.blogspot.com/2008/08/cuba-crisis-de-los-deportes-colectivos.html
----LA NARRACIÓN PERDIDA
http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/04/serie-nacional-de-beisbol-la-narracin.html?showComment=1208975520000
---Beijing 2008: Siempre queremos el oro, pero
http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/08/cuba-en-beijing-2008-vi-siempre.html
--ANTONIO PACHECO (mentor del equipo CUBA) responde:www.granma.cubaweb.cu/2008/10/03/deportes/artic01.html
3 comentarios:
Muy bueno tu comentario sobre el béisbol, sobre si perdimos o ganaron los contrarios, acerca de la sin igual narración deportiva cubana. Cuando Cuba no ganó el oro muchos hicieron recaer la culpa en el director, el capitán de capitanes Antonio Pacheco (admiro muchísimo a ese caballero), y hubo alusiones a que si hubiera ido Anglada... No se puede ignorar a los que demostraron ser mejores que los nuestros, si llegaron invictos al último choque, pues merecido lo más alto del podio. Hay que analizar bien lo que pasó y ver si se llevaron los que tenían que ir en realidad, entre otras cuestiones. Lo tomé para VerbiClara, me encanta el deporte.
Coincido plenamente co los puntos de vista expresados pues realmente hace mucho tiempo que pienso asi aunque por supuesto no sea capaz de expresar mis ideas de una manera tan elocuente y con un lexico tan apropiado, la aceptacion de la derrota en el campo deportivo cuando el desafio transcurre en buena lid es para mi tan meritoria como la victoria misma y tal vez debiamos de aprender y mostrar aunque sea una vez algo que se parezca al termino humildad y repudiar el chovinismo y la prepotencia de que a veces hacemos gala incoscientemente, tal vez sea el mokmento de darnos cuenta de que solo somos seres humanos.
EULOGIO M
Reinaldo:
Llégate por mi blog, pues te interesa lo que he publicado acerca de este post:
http://verbiclara.nireblog.com/post/2009/12/07/confusion-en-terreno-de-pelota
Un abrazo desde Santa Clara,
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