“El libro Una derrota británica en Cuba (Editorial Oriente, 2000), fue mi tema de doctorado. Narra la invasión inglesa a Guantánamo en 1741, que antecede 20 años a la toma de
viernes, 13 de febrero de 2015
Olga Portuondo: “NO HAY QUE TEMER NUNCA A LA VERDAD”
♣ Entrevista a Olga Sarina
Portuondo Zúñiga, Historiadora de la ciudad de Santiago de Cuba, Premio
Nacional de Ciencias Sociales y Humanísticas
2010, y una de las personalidades a quien se dedica esta Feria del Libro
2015.
Por Reinaldo Cedeño Pineda
Todo el que lleva el apellido
Portuondo, parece destinado a testimoniar la historia. Es una especie de mística que rebasa los lazos sanguíneos: Olga
Sarina Portuondo Zúñiga, tampoco pudo escapar.
Aunque nació el 27 de mayo de
1944 en las llanuras del Camagüey, se
traslada muy niña a las montañas del Oriente. Santiago de Cuba acabó robándole
cada latido, cada paso.
Profesora titular de la Universidad de
Oriente, Doctora en Ciencias Históricas, miembro de número de la Academia de Historia de
Cuba… mas nada le ha borrado aquella primera clase que ensayó ante el espejo. Y
su pasión por la enseñanza —después de casi medio siglo
en la docencia universitaria―, sigue incólume.
Contar la historia
“La esencia de la historia es el
conocimiento del hombre a través de su devenir. Cuanto más se aproxime a la verdad y más
humana sea, más utilidad va a tener como formadora y educadora. En mi etapa de
estudiante de primaria, si me hablaban de
Martí o de Maceo, o de una etapa de la historia de Cuba, desde la verdad
y con palabras sentidas, mi amor por Cuba se acrecentaba. Reducir la historia a
fórmulas y fechas, sin contarla con sus matices y todos sus protagonistas,
tiende al rechazo.
“La investigación se ayuda con la
impartición de clases de Historia, porque te permite explicar y explicarte
muchos temas, te ayuda a transmitir esos resultados. Cuanto más te acercas a la
verdad, el resultado es más útil para la formación ética y patriótica. Grandes
profesores como José de la Luz
y Caballero, Rafael María Mendive o Juan Bautista Sagarra; fueron capaces de
transmitir el amor por Cuba, aunque todos no pensaran igual. Trato de no
esconder la verdad, no hay que temer nunca a la verdad, partiendo de un
principio: la verdad es siempre revolucionaria”.
Con ojos de asombro me asomo a su
biblioteca. Medio centenar de títulos están vinculados a sus investigaciones, y
al menos la mitad de ellos, corresponden a su autoría en solitario. Su
producción le ha exigido disciplina recia. Han sido años sin tomar vacaciones,
sin horas. Incluso en Sevilla ha tenido que pasar de otras cotidianidades, para
sumergirse en el material excepcional del Archivo General de Indias. Su hija Adriana miraba recelosa a la Historia que le robaba
tantas veces a su madre; pero esa visión desde el lado femenino y desde Cuba
adentro, ha marcado su producción editorial:
“El libro Una derrota británica en Cuba (Editorial Oriente, 2000), fue mi tema de doctorado. Narra la invasión inglesa a Guantánamo en 1741, que antecede 20 años a la toma de
Forja de cubanía
Aunque algunos estudiosos
puedan discrepar, la propia autora afirma que su mejor libro es Nicolás Joseph de Ribera (Editorial.
Ciencias Sociales, 1986). Y sus razones resultan atendibles:
“Basado en la interpretación
de su obra Descripción
de la Isla de
Cuba, podemos captar la
sociedad criolla de los siglos XVII y
XVIII y tener una visión de su
composición estamental y la fusión de la identidad criolla. La sociedad
oriental —hasta Puerto Príncipe―, se organizó sobre la base de haciendas
ganaderas, hatos, corrales; y eso trasciende desde el punto de vista económico
y social.
“Uno de los problemas de la historia cubana
es que los estudios básicos comienzan a partir del siglo XIX, a veces se habla
como si todo se gestara en ese siglo. Es difícil estudiar el período anterior
por falta de información, pero también por comodidad. He insistido mucho en
eso”.
Dos figuras de los llamados “Tres Manueles”
en la literatura nacional, son abordadas en sendos volúmenes de la Historiadora de
Santiago de Cuba: Manuel
Justo de Rubalcaba, el desconocido (Editorial
Oriente-Ediciones Alqueza, 2010) y uno de próxima aparición, Manuel María
Pérez, polígrafo cubano.
“El estudio de ambos tiene gran importancia
en la conformación del proceso de la criollidad. Manuel Justo de Rubalcaba
(1769-1805) como Esteban Salas, crea una base cultural, dentro del
escolasticismo. Rubalcaba tiene una vida muy triste, su drama personal lo
persigue. Sufre además, la desaparición de su clase: la rancia oligarquía
criolla. Las relaciones familiares que regían casi toda la sociedad, son
suplantadas por la plantación, donde imperaba el poder del dinero.
“Rubalcaba siente el cambio, y Manuel María Pérez
(1772-1852) lo explica, porque ya está dentro de la plantación. Poseía un
carácter más suave, con una interpretación menos dramática. Era por excelencia
un educador y afirmaba que la prensa era la educación popular. Manuel María
Pérez fundó los principales periódicos del país y de Santiago de Cuba. En toda
su obra poética, sus crónicas, sus cronologías y ensayos se adivina una mente
científica y también el gracejo santiaguero. Te ayuda a comprender toda la
primera mitad del siglo XIX y retrata el ser criollo”.
Seguimos la senda de sus libros. Si Cuba.
Constitución y liberalismo / 1808-1841 (Editorial
Oriente, 2008), resultó su libro más difícil; La Virgen de la Caridad : símbolo de
cubanía, es, sin dudas el más popular.
Desde su aparición en 1995,
ha sido reeditado en varias oportunidades y es difícil
saber cuantas más tendrá: Tanto, que le ganó a su autora, la inclusión de su imagen
en una capa de carnaval de la popular conga de San Agustín… junto a las de
Vilma Espín, la Virgen
de la Caridad ,
Mariana Grajales y Ana Fidelia Quirot. Lea de nuevo.
“Curiosamente algunas personas, cuando les
comenté el tema, me dijeron que era algo sin mucha importancia…. Me percaté, en
el transcurso de la investigación, que la devoción a la Virgen de la Caridad no era un culto
impuesto por la iglesia católica, sino un culto popular y un punto importante para
comprender nuestra mixtura. Además, la historia de la formación del culto, me
pareció tan importante como la aparición de la imagen de la Virgen.
“La zona oriental es un ejemplo de que el
estudio de la historia regional no es la cenicienta, sino una necesidad de la
historia de Cuba. La población aborigen cobijada en este territorio, la llegada
de los africanos; así como la presencia de ingleses, franceses y
haitianos, son elementos peculiares, dignos de investigación. Por ejemplo, en
Santiago del Prado (hoy El Cobre), la integración racial está dada ya desde el
siglo XVII, cuando aborígenes, africanos y españoles aparecen unidos en
el culto a la Virgen
de la Caridad ,
en un indudable proceso de formación del criollo“
Nadie crea que estos
pensamientos están dichos con reposo en el pequeño cuarto que le sirve de
estudio en su casa del Reparto Sueño; sino en el espacio que le dejan, la
cocina, la redacción de un prólogo o el toque en su puerta. Olga trabaja y
vive. No me voy sin una delicadeza, doy
fe de su fama de repostera. Aquí, hasta
el flan de calabaza tiene su historia. Y llega, con su sabor, la respuesta a la
última interrogante:
“Siempre espero que mis libros lleguen, al
menos, a una parte del corazón de los orientales y de todos los cubanos. Esta
Feria del Libro me permitirá representar a todos mis colegas del mal llamado ‘interior
del país’, que han puesto muy en alto la historiografía, en particular desde
que se crearon las ediciones territoriales.
“Hace cuarenta años que me dedico a escribir
historia de Santiago de Cuba. De manera que, como profesional de la historia, y
sobre todo como investigadora de la historia, aplicar mis conocimientos a
investigar el pasado de Santiago de Cuba me asusta por la magnitud de su caudal
y porque no podré abarcarlo en lo que me queda de vida”.
TÍTULOS DE OLGA
PORTUONDO EN LA FERIA DEL
LIBRO 2015
De nueva aparición
1.
Manuel
María Pérez. Polígrafo Cubano. Editorial Letras Cubanas
2.
Francia
y Haití en la cultura cubana. Editorial José Martí.
3.
Pensar
y existir en cubano. Ediciones Santiago.
4.
Caribe,
raza e identidad. Ensayos críticos de nuestra historia.
Ediciones Unión.
Reediciones
5.
Nicolás
Joseph de Ribera. Editorial Nuevo Milenio
6.
Una
derrota británica en Cuba. Editorial del Instituto de Historia de
Cuba.
7.
La Virgen de la Caridad del Cobre. Símbolo de cubana.
Editorial Oriente.
8.
Entre
esclavos y libres de Cuba colonial. Editorial Oriente.
9.
Manzanillo,
su origen y desarrollo. Ediciones Orto.
10.
Un
liberal cubano en la corte de Isabel II. Ediciones Unión
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