sábado, 29 de diciembre de 2012

“JUGANDO CON MI PRIMO” / Reseña participante en el I Concurso Caridad Pineda In Memoriam

 

(El autor de la reseña, Anniel Portales lee en la terraza de la Biblioteca Elvira Cape durante la Peña Letras Compartidas en su primer aniversario. A su lado, reflexiva, la poeta Teresa Melo, objeto del trabajo. Foto. Tony Iglesias)
  
 ANNIEL PORTALES CASALES

El 19 de septiembre fui invitado a la peña Letras compartidas del periodista Reinaldo Cedeño. El 19 de septiembre tuve la oportunidad de disfrutar de un bellísimo espectáculo y de conocer por primera vez a la poetisa Teresa Melo. 

Recuerdo que durante la sección de preguntas, dijera la poetisa María Antonia Castro en vos baja y de forma jocosa: quién escribió El Mundo de Daniela. Y cierto día me encontré con ese libro pequeño de tamaño, pero enorme en contenido y leyendo uno de sus poemas: “Jugando con mi primo” me atrajo la atención más que ninguna otra estas dos estrofas.  

Pero yo creo que puedo
jugar como niña o niño:
los juguetes de mi primo
me gustan como los míos.

Si yo juego a las espadas
cruzando brillo con brillo
no me parece que el juego
vaya a cambiarme el vestido.

En ese instante tuve tantos deseos de darlo a conocer a tanta gente; a mis amigos,  a mis compañeros de la escuela y promoción de salud y leerlo a hombres y mujeres temerosos de que niños y niñas intercambien en sus juegos, creyendo que van a confundir el estereotipo heterosexual implantado desde siempre por la humanidad: “los hombres para las mujeres y viceversa”. Siendo irrespetuosos a la libre orientación sexual. 

No fue esa la última vez que lo leí. Llegaron a mi, numerosas oportunidades de volverlo a releer y hacer volar mis recuerdos a muchos relatos antes escuchados. Dándose el mismo caso: “no juegues con muñecas porque eres varón” y “no quiero verte jugando con carritos o pistolas que eres una niña”. La verdad es que me da mucha pena como limitamos a nuestros hijos por una estúpida irrealidad creada en la mente.

Creo que si esas personas machistas y hembristas oyeran este poema podrían  sensibilizarse y dejar que niños  y niñas disfruten compartir parte de su tiempo.    

El 20 de noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad la Convención sobre los Derechos del Niño. En su artículo 31 plantea que los Estados Partes reconocen el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes.

Desde mi punto de vista el intercambio entre ambos a través del juego desarrolla la personalidad, contribuye a desarrollar el espíritu crítico, constructivo, la imaginación, fantasía y creatividad ofreciéndoles la oportunidad de aprender de ellos mismos, de otros y del ambiente.

“Jugando con mi primo” me mostró como una talentosa persona y madre asumía la responsabilidad de preparar a su niña en la comprensión, cooperación, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todas las personas.

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LA NOCHE Y LA ABUELA / Mención en el I Concurso Caridad Pineda In Memoriam


(Instante en que Ana Ortega, Licenciada en Historia, recibe una de las menciones del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam. Peña Letras Compartidas, Biblioteca Elvira cape, Santiago de Cuba)


ANA ORTEGA RODRÍGUEZ

Cuando tuve que seleccionar  solo uno de entre los libros leídos –que sé que no han sido tantos— que hayan sido impactantes para mí, llegó a mi memoria de inmediato uno que ha tenido un valor inmenso y de gran significado tanto por el contenido del mismo como por su autora   a la que  le debo el reconocimiento que nunca le dije.

A Excilia Saldaña la recuerdo, como amiga y compañera en el trabajo de edición  de la revista SANTIAGO de la Universidad de Oriente,  como poeta laureada, inteligente, madre amantísima, con frecuentes ataques de asma, llena de recuerdos tristes y conocedora de su trabajo.

Me conmovía verla llorar por su abuela cada día, cada tarde o cada noche. Le oía contar tristezas y añoranzas, su soledad sin ella, la conocía o creía conocerla, pero nunca pude imaginar hasta que leí La Noche que alguien,  ella precisamente,  pudiera escribir algo tan bello, tan dulce, tan  poético, tan profundo y tan bien escrito, me conmovió y conmueve cada vez que lo leo, ahora más que soy abuela.

 Este es el libro de las abuelas o para las abuelas,  es para todos como bien decía ella, pero también es el libro de su abuela que la crió y la hizo sensible a todo lo que la rodeaba. Su título es simbólico para ella, dice en él “Cuando todo el mundo duerme, tocan a la puerta, cuando la puerta se abre, aparecen las abuelas”

Y también: “La noche es como una abuela/ con un gran moño de plata/ se mece suave y serena/ en un sillón de aguas blancas”.

Los cuentos y poemas que incluye La Noche rezuman cubaría. Pues aparecen pregones, güijes, frutas cubanas…, resaltan los valores morales, enseñanzas, comportamiento y sobre todo el  amor y la ternura que despliega.

Disfruté los cuentos por su prosa poética –dirían los especialistas--, me sentí  niña, recordé con mucho amor a mi abuela querida y sentí mucho –sin envidia—no haber escrito algo similar en su memoria, pero me consolé porque Excilia con La Noche homenajeó a todas las abuelas.   

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Gana AUGUSTO REVILLA RODRÍGUEZ, Premio de Periodismo Mariano Corona Ferrer por LA OBRA DE LA VIDA




(De izquierda a derecha: Reinaldo Cedeño y Marta Cabrales, miembros del jurado y el premiado Augusto Revilla en la casa de la Prensa en Santiago de Cuba)


Por Aída Quintero Dip


Santiago de Cuba, Viernes 28 de diciembre de 2012, CMKC.- Por su fidelidad indoblegable al Periodismo asumido sin esquemas, sin importar tiempo ni edad, el colega de la delegación de Jubilados Augusto Revilla Rodríguez mereció el Premio Provincial de Periodismo Mariano Corona Ferrer por la Obra de la Vida, el más alto reconocimiento otorgado por la Unión de Periodistas en Santiago de Cuba que congratula su larga y destacada trayectoria en el ejercicio de la profesión.

Al argumentar la selección, el jurado, presidido por Reinaldo Cedeño Pineda, significó que el laureado atesora varias medallas y distinciones que avalan su desempeño y ha dejado su impronta en varios órganos de prensa santiagueros, especialmente el periódico Sierra Maestra, como sagaz reportero, jefe de Información y de Redacción y en el cumplimiento de misión internacionalista en Angola.

Al conocer la noticia, la emoción lo embargó, entre aplausos y abrazos de colegas dijo sentidas palabras de agradecimiento, pero un cultor innato de la décima como Revilla no hizo esperar su verso sencillo, comprometido: El Premio Mariano Corona/ que me llega al corazón/ me hace seguir luchando y trabajando/por nuestra Revolución.

También el jurado elogió el trabajo realizado en las delegaciones de base por la integralidad de las propuestas para recibir el galardón, al que estaban nominados otros cinco prestigiosos periodistas: Rafael Carela Ramos, del periódico Sierra Maestra; Elvira Orozco Vital, de CMKC Radio Revolución; Carmen Bonne Castelnaux, de Radio Mambí; Ricardo Rodríguez Cabrera, de Tele Turquino, y William Nieves Delgado, de Radio 8 SF, en Segundo Frente.

Gabriel López Gutiérrez, jefe del departamento Ideológico del Comité Provincial del Partido, y Lourdes Palau Vázquez, presidenta de la UPEC en el territorio, asistieron a la ceremonia de entrega del premio que honra al patriota Mariano Corona Ferrer, quien fuera director de El Cubano Libre, periódico fundado por Carlos Manuel de Céspedes al calor de la gesta independentista de 1868, y reeditado por Antonio Maceo en 1895, el que cumplía un decisivo papel en la lucha ideológica contra el colonialismo español.

En la actividad también se reconoció a la estudiante de tercer año de Periodismo, Marinelis Lora Castro, la cual ganó el tercer premio en el concurso nacional UPEC-ACLIFIM con el testimonio Isabel Cristina Carbonell, en la categoría de televisión, representando a Tele Turquino.

Tomado de http://www.cmkc.cu

viernes, 28 de diciembre de 2012

Cápsula meditacional / ¿LA FELICIDAD DEPENDE DE MI?




Por: Nereyda Barceló Fundora

Yo soy la única persona, de quien depende mi felicidad.

Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi  vida,  pues si mi felicidad dependiera... e alguna  persona, cosa... ó circunstancia. ... sobre la faz de esta tierra, yo estaría en serios problemas.

Todo lo que existe en esta vida, cambia continuamente… el ser humano, las riquezas,  mi cuerpo, el clima,  los placeres, etc.  Y así podría decir una lista interminable.

A través de toda  mi vida, he aprendido algo;  decido ser feliz  y lo demás lo llamo....    'experiencias', amar, perdonar, ayudar, comprender, aceptar, escuchar, consolar.                                                         

Hay gente que dice:

—No puedo ser feliz... porque estoy enfermo,  porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque alguien me  insultó, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró...

Pero... lo que no sabes es que... PUEDES SER FELIZ.......

aunque... estés enfermo, 
aunque... haga calor,
aunque… no tengas dinero,
aunque… alguien te haya insultado
aunque… alguien no te amó
o no te haya valorado

Porque alguien dijo:

Que la vida es como andar en bicicleta….
te caes, solo si dejas de pedalear.

lunes, 24 de diciembre de 2012

DEEPAK CHOPRA / Ganador del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam. Categoría: mejor reseña sobre la espiritualidad




Por Rafael Limia Barrero

Elegir su propio camino determina por completo la felicidad, el éxito y el amor que tenga en el transcurso de su vida. Deepak Chopra.


Deepak Chopra, médico y escritor indio no es un gurú, un maestro o un visionario. Deepak, es un pensador, un ser humano que nos presenta su pensamiento del Oriente junto a su conocimiento científico como endocrinólogo, con un lenguaje que podemos entender. Todo cuanto dice, no es para que tengamos que creerle. Él sólo nos comparte su pensamiento con su estilo y sello personal. Con sus ideas y forma de abordarlas, elaborarlas y analizarlas, nos ofrecen un alto contenido humano, con una profunda visión espiritual. Ha escrito más de veinticinco libros traducidos a casi todos los idiomas. De ellos,
Las siete Leyes Espirituales del Éxito,  será el centro de este trabajo.
Corría el año dos mil y, al igual que tantos otros, era víctima  de los relojes y la falta de tiempo. La vida moderna nos tiende la trampa de estar siempre de prisa. En ocasiones, queremos salir adelante y muchas veces no sabemos al frente de quién. Ambicionamos estar en el primer lugar y tampoco sabemos para qué. Deseamos “comernos” al mundo y ni lo “saboreamos”. Alguien, quizás predeterminado en mi camino, me dio un libro pequeño, apenas insignificante en sus dimensiones, cuyo título es “Las Siete Leyes Espirituales del Éxito”. –Todo el conocimiento del mundo está develado en estas líneas, me dijo. Y agregó: -Nunca deberás leerlo de un solo golpe. Al terminar un capítulo, profundiza en él  y luego ve al siguiente-. Fue un texto que marcó mi vida para siempre.

En su introducción, el autor nos define el concepto de éxito de una manera muy elegante y espiritual. “….El éxito en la vida puede ser definido como la expansión continua de felicidad y la realización progresiva de metas dignas de valor….”. Y continúa diciendo: “…Hay muchos aspectos del éxito; la riqueza material es sólo un componente. Más aún, el éxito es un camino, no un destino. La abundancia material, en toda su expresión, resulta ser una de esas cosas que hace el camino más agradable. Pero el éxito incluye también buena salud, energía y entusiasmo por la vida, relaciones plenas, libertad creativa, estabilidad emocional y psicológica, sentido de bienestar y una mente en paz”.

 
Las leyes que nos propone Deepak Chopra en su texto van encaminadas a saber entender la existencia humana desde un punto de vista distinto al que nos han enseñado desde pequeños. Puede resultar un tanto difícil para un occidental comprender la forma de ver la vida de un oriental. Por lo general, los nacidos en esta parte del planeta somos más temperamentales en nuestro carácter. Sin embargo, Deepak Chopra supo combinar magistralmente sabiduría oriental con psicología occidental, para proponer al lector siente leyes de la vida que, según su criterio, son principios poderosos que nos permitirán obtener dominio propio sobre nuestro diario vivir. 

En la primera de ellas, la Ley de la Potencialidad Pura, en realidad nos enseña a tener una autoestima equilibrada no sintiéndonos ni mejor ni peor que los demás (pues todos somos seres humanos únicos e irrepetibles), y a practicar el hábito del silencio y del no juzgar. Si nos percatamos, continuamente nuestra mente etiqueta las cosas que vemos y las personas que conocemos como “buenas” o “malas” en dependencia de patrones que hemos adquirido de la familia, los maestros o la sociedad. Sin embargo, si dedicamos al menos quince minutos de nuestro tiempo en la mañana y la tarde a practicar el silencio interior, o lo que es lo mismo, la meditación, poco a poco el torbellino de juicios y conceptos terminarán. Con ello, no sólo nos relajaremos, sino que, sin darnos cuenta, evitaremos un sinnúmero de situaciones desagradables en nuestro mundo. 

Entender la Ley del Dar, y la de Causa y Efecto es muy simple. Si a dondequiera que vayamos  y a quienquiera  que encontremos, le ofrecemos  un buen pensamiento, un cumplido o una frase amable, en realidad encenderemos el interruptor para que circule felicidad, riqueza y abundancia en nuestra propia vida y en la de los otros. Por ende, si esto es lo que brindamos, de ellos recibiremos lo mismo. Es así de simple, pero a la vez complejo. Si en el acto de dar, lo hacemos de mala gana o a regañadientes, entonces no habrá beneficio ni para uno mismo ni para los demás. 

La Ley del Menor Esfuerzo es en realidad el principio de aceptación y responsabilidad. Si aceptamos a las personas, situaciones, circunstancias y eventos de la forma en que nos ocurran, comprenderemos que nuestra existencia, en muchas ocasiones, es producto de las acciones que hemos realizado en el pasado. Por ello, para entender la forma en que nos veremos mañana, debemos tomar consciencia de los hechos que hacemos hoy, en el momento presente. En la vida, las situaciones nos suceden para un aprendizaje. Habiendo aceptado los eventos como son, tomaremos responsabilidad por las circunstancias que estamos viviendo y por todas aquellas realidades que perciba como problemas. Con esto entenderemos que tomar responsabilidad significa no culpar a nada ni a nadie por lo que nos pase (y esto lo incluye a usted). También nos daremos cuenta que cada inconveniente es una oportunidad disfrazada y esta conciencia de oportunidades nos permite tomar el momento presente y transformarlo en un beneficio mayor. 

Chopra nos enseña además que la Ley de la Atracción existe. Nos la presenta dibujada en forma de Intención y  Deseo. A todo lo que le pongamos atención en nuestra vida florecerá. En realidad, la intención es la verdadera fuerza detrás del deseo. Ella por si sola es muy poderosa, porque es deseo sin apego a un resultado. Para entender este aspecto hay que comprender que nuestro pensamiento es como un imán. Lo semejante atrae lo semejante. El pensamiento atrae la realidad física. En este sentido hay que confiar en que cuando las cosas no ocurren como deseamos, es porque el UNIVERSO ha diseñado para nosotros más grandeza que aquélla que la que hayamos podido concebir. 

Con la Ley del Desapego, el autor nos muestra que al apegarnos a cosas en la vida, llámese casa, trabajo, esposa, o esposo, en realidad subyace un temor profundo a perderlos. Es una filosofía de vida evidentemente oriental. Sin embargo, nos enseña  a permitirles a todos los que están a nuestro alrededor la libertad de ser como son. No imponer con rigidez nuestra idea de cómo deben ser las cosas o las personas es una manera de desapegarnos del resultado de nuestras acciones. 

Por último, cuando nos damos cuenta que estamos en este mundo para servir a los demás con nuestros talentos y virtudes y no para ser servidos, nos sentiremos en armonía con el planeta tierra.

Nos hemos detenido por un momento para encontrarnos unos a otros. Es un instante precioso, pero transitorio. Si compartimos con amor, crearemos abundancia y felicidad para todos. Y entonces este momento valdrá la pena.

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domingo, 23 de diciembre de 2012

LETRAS COMPARTIDAS / La Peña del fin del mundo o Un año de letras y energía



(El poeta León Estrada habla al conductor-entrevistador Reinaldo Cedeño de sus quince años de investigación para hacer el Diccionario de Escritores Santiagueros. Foto Tony Iglesias.




León Estrada también comentó del camino de la paternidad, de la fidelidad a sí mismo, de la poesía. Foto: Patricia Aportela)  



TEXTO: Reinaldo Cedeño Pineda
IMÁGENES: Patricia Aportela, Tony Iglesias y Janni Peña

NO reparamos en que el 21 de diciembre se acabaría el mundo y nos fuimos a la terraza de la  Biblioteca Elvira Cape a celebrar el primer aniversario de la Peña Letras Compartidas, insertada en el panorama cultural de Santiago de Cuba.  

Las emociones se desbordaron. Hubo razones.



(Noel Pérez García, ganador como escritor novel del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam, con un breve ensayo sobre el Nobel portugués José Saramago. De manos de Josefina Aguilera, el galardonado recibió una pieza del maestro José Julián Aguilera Vicente. Foto: Patrcia Aportela) 

Hubo poesía, humor, canto, entrega de premios y obras de artes plásticas, entrevistas y una enorme corriente de energía. También la narración oral con Doña Georgina Soler y su éxito Un desliz emocional, más conocida ya como La mujer del boniato. 

Un breve documental sobre los doce meses de estos encuentros. Cuando el audio no quiso escucharse, se lo pusimos a capella.

La noche se nos vino encima, pero la luz estaba dentro...


Fue la ocasión para entregar los premios del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam que premió reseñas de libros bajo el título UNA LECTURA MARCÓ MI VIDA. 

Caridad Pineda Anglada es mi madre, falleció este año. Maestra, poeta, gran lectora. Este concurso fue el resultado de un sueño.


  
Ana Ortega, ganadora de una mención en el I Concurso Caridad Pineda In Memoriam. (Foto Tony Iglesias)



 Anita Sagué Camps se adjudicó una mención en el concurso. (Foto: Tony Iglesias)





La actriz Migdalia García comenzó la velada con un poema de Jeús Cos Causse. (Foto Patricia Aportela)

El numeroso público reunido disfrutó intensamente...



 La risa no faltó (Foto Patricia Aportela)



 Giraldo y su equipo de la biblioteca Monseñor Pedro Meurice visitaron la Peña. (Foto Tony Iglesias) 


.
(Un trío de lujo: Teresa Melo, José Orpí (del jurado del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam y el bolerista Joel Leyva. Foto Tony Iglesias)   



Tony Rodón, un privilegio en Letras Compartidas. Foto Patricia Aportela




CHICHO obsequia una caricatura doble a la poeta Teresa Melo y al conductor Reinaldo Cedeño. Las imágenes tienen una lluvia de letras, porque según el autor: "el que nace para poeta, del cielo le caen las letras". Foto Patricia Aportela



 Teresa Melo lee una crónica homenaje al recientemente desaparecido Eduardo Rivero, Premio Nacional de Danza y al paso del huracán Sandy por Santiago de Cuba. Foto Patricia Aportela




  La profesora de ballet y danza Esther Domínguez Pineda tomó el micrófono para cantar, para asombro de algunos y deleite de todos. Ella no podía faltar en el homenaje a su madre, Caridad Pineda. (Foto Tony Iglesias)



Yolanda Franco, responsable de la peña José María Heredia,  lee el texto de una de las ganadoras, María Caridad Martínez, recientemente fallecida. Un doble tributo. (Foto Patricia Aportela)





El bolero de oro de Joel Leyva (Foto Tony Iglesias)
 



El abrazo a un amigo, Tony Iglesias, tesorero de las imágenes en Letras Compartidas. De rojo, Marta Hernández, jefa de la sala de literatura de la biblioteca Elvira Cape. Foto: Patricia Aportela.




La bella Patricia Aportela, una artista de la imagen (Foto. Tony Iglesias).



Rafael Limia, ganador del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam en el acápite de mejor reseña sobre la espiritualidad. Foto Patricia Aportela.




Imagen para la memoria. de izquierda a derecha: Josefina Aguilera; Reinaldo Cedeño Guevara, mi padre; mi colega Ocaña Gómez de Radio Progreso y su madre Oneida; Reinaldo Cedeño junior, Nurys Tamayo y Esther, mi hermana, toda sonreída. (Foto: Cortesía Janni Peña).




El conductor de Letras Compartidas, Reinaldo Cedeño entrevistado por su colega Ocaña Gómez de Radio Progreso. Foto. Tony Iglesias.

El 21 de diciembre de 2012, anunciaban el fin del mundo y los fieles, nos fuimos a la terraza de la Biblioteca Elvira Cape, a celebrar el primer año de la Peña Letras Compartidas y a recordar a una maestra, a una poeta, a la inolvidable Caridad  Pineda Anglada.

GRACIAS a todos.



La idea de los diplomas corrió a cargo de Marta Mosquera, Premio Nacional de Diseño 2012, con ilustraciones de Fernando Goderich. 



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YO ME QUEDO CON TODAS ESAS COSAS… / Relato ganador del I Concurso Caridad Pineda In Memoriam, categoría escritor édito





Gladys  Horruitiner Oleaga


Una exquisita idea han tenido los promotores del Concurso Caridad Pineda In Memoriam al escoger tan profundo y creativo tema. El soplo poético y vital que emana de la lectura, marca indeleblemente al que se acerca a ella con fruición.

   No fui niña genial que se adelantara en ideas a su edad; mis intereses no eran literarios, sino lúdricos: muñecas y cuando más, juegos de palabras. Mi universo intelectual, normal para la edad que iba teniendo. Por fin a los catorce años, un concurso literario escolar, me llevó a los predios del insigne maestro Enrique José Varona en su centenario. Quedé maravillada ante su estatura, amé su actuación, en contraste con el devenir político de aquellos tiempos. Lo seguí durante años y nunca más pude borrar su impronta en mi vida como educadora.

   Ávida ya de literatura, decidí empaparme en ella, “probando de todo”… encontré un maravilloso libro: Lecturas escogidas de la Doctora Escanaverino, que no hubiera podido servirme mejor. Con él barajé, desordenadamente, autores connotados como Martí, Urbina, Heredia, Guillén, Nervo, y la Loynaz, entre otros, quienes señalaron el camino para hacer florecer mis ansias literarias y posteriores deleites…

   Luego, en la Escuela Normal para Maestros, una insigne bibliotecaria, Fela Tornés continuó regando la semilla con cautivadora sugerencia, las sesiones allí constituían una fiesta de la literatura. Rubén Darío nos llegó por ella, junto a Herrera Reissing, Santos Chocano y otros poetas escoltados por la rúbrica modernista.

   La adolescencia devino juventud. La poesía se enredó en mis manos; era incapaz de tallarla, pero no de soñar… pues la poesía ejercita el amor en el pensamiento, en sus espejos y remolinos; la poesía hace empatía con el que sueña y yo estaba en la edad de las ilusiones. ¿Qué podía saber, con mis pocos años, de corrientes sociológicas, de filosofía o de política?  Otra vez llega la lectura para responder las inquietudes de mi mundo interior. Eran escritores muy leídos entonces: José Enrique Rodó, José Ingenieros, Ortega y Gasset, Alfonso Reyes… Fueron verdaderos maestros de juventudes que generaban polémicas y novedades en sus obras: Los motivos de Proteo ―sus parábolas las sabíamos casi de memoria: “la copa herida” o “la pampa de granito”—, El hombre mediocre, El espectador, Simpatías y diferencias, y El matrimonio perfecto constituyeron un real “boom”, como diríamos hoy, que abriría nuevos campos hasta las recientes tendencias de una revolución sexual.

   Yo comenzaba a ser otra, un despertar ético se producía. Las “fuerzas morales” estaban consolidándose, la templanza había llegado con todo ese arsenal novísimo, sin desestimar la fragancia del “habla de plata y cristal” de Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Neruda… “la poesía posa donde hay calor”. Con esas resonancias inicié una apasionante aventura estética.

   El tiempo “es un río sin riberas”, un personaje esencial que lo arrastra a uno; entonces me empezaron a atrapar los textos sentenciosos, y mi discurso fue tomando altura. De Guillén me impresionó entre sus imágenes y excitantes metáforas, una apenas perceptible por su síntesis: “no soy tanto”; solo tres palabras remiten a una estremecedora verdad: a la sencillez y la humanidad. Salvarse del abismo que marca la reiteración del YO, permite mirar, generosamente, más hacia los demás, incluso a los que pueden hacer las cosas mejor que nosotros; implica una oportunidad de ascenso, de perfección.

   Muchas otras lecturas, con la fuerza de la pasión, me han empujado hacia la rectitud y el decoro. He ido escogiendo las preferidas, las imprescindibles; entre ellas una máxima, que me fascina y a la vez me sobresalta: “admiro a mi padre porque puede mirar, sin pestañear, al sol”. Su reflexión me confirma que el que percibe el brillo sin deslumbrarse, admira lo grande sin perder la paz, y puede escuchar el silencio que engendra la poesía.

  La poesía es útil hasta en los tiempos de guerra. Se dice que en una crisis mundial, al preguntarle al gobernante que estaba al borde de la derrota, que necesitaría para vencer, respondió:

Un Poeta Nacional

   Que difícil resulta a un delirante lector, escoger una obra entre todas aquellas que lo han estremecido; cuantas memorias y olvidos… no reconoces la importancia de lo que lees, hasta que ha pasado el tiempo y sientes que por breve que sea, siempre queda algo. “Yo me quedo con todas esas cosas, pequeñas, silenciosas; con ellas yo me quedo”… 




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