domingo, 29 de abril de 2012

UNA ENORME HOGUERA para Manuel Gómez Morales


Presentación del libro Evolución remake (Ediciones Caserón) en la sede de la UNEAC en Santiago de Cuba, 27 de abril de 2012  

Reinaldo Cedeño Pineda

Uno quisiera, a veces, entre la basura ambiental y la basura humana, volver a la copa, enroscar la cola prensil, tomar la fruta y detenerse en el árbol primigenio. Como todo creador es Dios por un instante, Manuel Gómez Morales pudo dar un empujón a su homínido rumbo a la rama más alta. Por eso, la abuela puede tomar el bisturí y herir el viento. Por eso, cuando un hombre se decide a ir a la montaña para hacer el amor, no valen ni las guerras ni los Bandos ni los reclutamientos forzados. Cuando un hombre hace el amor es inexpugnable. Por eso, Dioscórides ―tal vez como el viejo Tersites o un nuevo Liborio― pliega su diploma bajo el brazo y a cada paso la ciudad se le desmorona ante los ojos, casa a casa y cuadra a cuadra.

   Evolución Remake está escrito, según el juicio de su prologuista Julio Corbea, desde una prosa nerviosa. Asoman “prostitutas, soñadores, ingenuos, incomprendidos, ladrones…”. Toda la fauna, todo el mundo. La mirada del escritor, es dolosa, violentada. Son tiempos de desgarramientos. Sus palabras son trazos de espátula, esenciales y táctiles. El autor nos hace revisitar la ciudad, casi podemos olerla, acaso con ese olor a aguas albañales, a sangre y a cerveza de “Carnavalitos”. Pero sobre todo, nos hace desandar la ciudad interior de sus personajes: la esperanza al límite, el testimonio lacerante, la ironía mordaz, la violencia y la alucinación.   

  Aunque obras de relativa extensión como “Carnada”, “El último cachalote” y “Accidentes” demuestran que Manuel Gómez Morales va alcanzando el espesor, el tono y la atmósfera de un cuentista; sigo creyendo que es en el relato breve (dinosaúrico, minimal) que el autor alcanza sus cotas más altas como lo demuestran el cuento que da nombre al volumen Evolución Remake y por supuesto, el simbólico Emigración, que con permiso del creador me doy el gustazo de leer; no encuentro mejor demostración a mi tesis: 

Cinco patos de la Florida penetraron en su refrigerador; se acomodaron en la nevera, sin pluma sin vísceras. Tan pronto los vio, saltó de la cama y cayó de bruces con las mejillas hundidas y un envejecido dolor en el vientre. Fatigado, se incorporó. Estaba incómodo consigo mismo por no saber cómo entraron los patos, por no comprender la realidad de un sueño de colores.

Luego de un esfuerzo agotador sintió un alivio instantáneo. Supo que los cinco patos de La Florida utilizaron la puerta principal. Mientras sentía regocijo por las aves, una mirada en derredor le provocó otro salto, cayó prendido de una muerte tan volátil como él. Recordó que nunca tuvo refrigerador. 

 Manuel Gómez Morales ―Manolito como todos le conocemos―, no ha sido huérfano de ediciones. En 1998 publicó Hoja de ruta y tres años después, Cambio de horario. El volumen Con la tiza blanca de tus juegos data de 2003. Sin embargo, esta obra es un paso notable en su carrera de narrador, un crecimiento. Cada predicción es un riesgo, pero Evolución remake es, a mi entender,  la entrada definitiva de Manuel Gómez Morales en la narrativa santiaguera. Y más, apenas un esbozo de lo que, su laboreo y persistencia, su capacidad de observación y de poetizar las angustias de esta vida, nos entregará en lo adelante.

Ediciones Caserón de la UNEAC en Santiago de Cuba ha acertado con la publicación de este volumen, galardonado en 2007 con el Premio del Concurso Nacional La Enorme Hoguera. La llama debió resistir muchos vientos en verdad, casi renacer de sus rescoldos. Publicar es siempre un milagro. Me permito compartir el regocijo de este momento, por partida doble: por el enorme ser humano que lo prohijó, por el escritor que lo labró.


Cuando los lectores se sumerjan en sus páginas, apuesto, se llevarán en la memoria algunas lumbres para el camino.  

Muchas gracias.




martes, 24 de abril de 2012

EL ENCARGO MÁS DIFÍCIL




La crónica de un hijo periodista a su madre periodista

José Roberto Loo Vázquez


¡Ay Cedeño! En mi año y medio de periodismo, este es sin dudas el encargo más difícil que me han hecho, porque ¿cómo y qué escribir de mi madre cuando tanto la admiro como periodista y como persona? No porque sea mi mamá, sino porque así lo consideran muchos, ella es realmente sorprendente e irrepetible…

Quizás la característica más singular de su vida es el profundo humanismo que permea su manera de conducirse ante la vida, por eso es capaz de escribir bellas crónicas televisivas sobre la mujer o sobre los niños y relatar hechos de la vida cotidiana aparentemente sin valores periodísticos.

Ese mismo humanismo es quien la hace llorar cuando tiene que ir a la sala de niños enfermos con cáncer cada vez que realizan una actividad o entrega de juguetes, o aquella ocasión que trabajando visitó la cárcel y en pleno ataque de pánico gritó que la sacaran porque en cada rostro veía el mío, el de su hijo.

Su periodismo todos lo conocen, por décadas lo ha estado haciendo. Por eso Cedeño te voy a regalar algunos detalles que la humanizan aún más y que la hacen ser una gran madre, y que por demás, casi nadie conoce.

En su armario tiene una gaveta rota, pero no es una cualquiera, sino una que esconde los secretos de sus últimos 26 años: los pequeños dientes con los que nací y que despedazaban sus tetas cada vez que tenía que amamantarme, la tuerca que en una ocasión se me atoró en un dedo y que bastante sofoco provocó, la pequeña manilla que me identificaba en mis primeros días de nacido en el hospital, algunas de mis más grandes creaciones de las artes plásticas, la de los primeros 5 años, las piedras de cobre que recogió durante la primera visita en que me llevó en sus brazos, las postales con faltas de ortografía que en varias ocasiones le regalé por el día de las madres.

Pero, Cedeño, lo más sorprendente lo dejo para el final, esa gaveta también guarda todos los periódicos que cada 25 de agosto, día de mi cumpleaños, salen a la luz, así pude observar el tamaño que tenía el Sierra Maestra antes del período especial además de comprobar que ella estaba un poco loca, porque son fruto de su empecinamiento de documentar las noticias más importantes en esa fecha cada año, un día muy importante para ella y para mí, claro está.


Pero Coral no es todo amor, también es egoísmo y violencia, y dos historias vienen ahora a mi memoria, la vez que amenazó con darle una buena pateadura en el cu… a mi profesora de primer año porque tuvo la osadía de ponerme la mano encima cuando ella nunca lo hacía, o el día de mi discusión de tesis, justo en el momento en que decían que el tribunal me otorgaba la evaluación de 5 puntos, mi mamá fue tan egoísta y lloró tanto y dio tal espectáculo de alegría que todos corrían a donde estaba ella y la abrazaban… bueno hasta el camarógrafo que me hacía el video se enfocó tanto en ella y sus emociones desbordadas que todos, absolutamente todos, se olvidaron de mí.

También te podría decir que es capaz de decir las obscenidades más espantosas del mundo, pues en una ocasión que me hicieron una punción en la rodilla, y no sé quién le gritaba más al médico, ella o yo, mi mamá le decía a todo volumen ¡asesino! ¡asesino! ¡asesino!... y mi papá muerto de la risa en la esquina viendo como ella gritaba más que yo para calmar mi dolor.

Y no es para menos, ella es conocida por tener los huevos más grande que un hombre, Tula 3 le digo yo por ser heredera de la estirpe y el genio de Gertrudis Gómez de Avellaneda, de quien dijeran: “mucho hombre esa mujer”. Pregúntale sobre la historia de Moltó, lo que le dijo de su carácter una vez que la vio, o sino a mi abuela para que te diga cuan corajuda es esta mujer que tuvo su hijo cuando algunos se opusieron (gracias a lo que estoy vivo y contando esto), o las dos veces que han intentado sancionarla porque obró correctamente.

Pero, ciertamente ese gran corazón el que ha hecho que hoy muchos la quieran y la admiren (hasta inspiró un personaje en una novela policíaca), es por eso que YO la admiro y la quiero, porque vive mis éxitos más que los suyos y sufre mis problemas más que los propios, pero siempre su humanismo por encima de todo, por eso me atrevería a decir que antes de concluya esta peña Cedeño, varias lágrimas habrán nacido de sus ojos y si no me equivoco, te pedirá que le regales este escrito al que sumará a su colección escondida en su gaveta, además de que me dará un gran beso y abrazo en cuanto tenga una oportunidad.

(Leído en la Peña Letras Compartidas, Biblioteca Elvira Cape, Santiago de Cuba, 20 de abril de 2012)

SIN CAPA NI ESPADA...



♣ Presentación del libro A Capa y Espada: La aventura de la pantalla de Reinaldo Cedeño Pineda en la peña Letras Compartidas, biblioteca Elvira Cape, Santiago de Cuba, 20 de abril de 2012. Se incluyen algunas imágenes de este sexto encuentro del año, desarrollado en el teatro de la biblioteca


TEXTO :Rafael Duharte Jiménez y Elsa Santos García.  

Fotos:  Magda Esther Aguilar

      Nos sumergimos en la lectura de “A capa y espada” con el temor de que Reinaldo Cedeño hubiera incurrido en un acto de intrusismo profesional, lo cual el gremio de los historiadores alguna vez le reprocharía… pero rápidamente nuestras sospechas se disiparon al constatar que se trata de un formidable trabajo periodístico que resultará de gran valor para cuando en el futuro los adoradores de Clío descubran que, además de la política y la economía, las personas vivimos inmersas en un mundo mucho más complejo que algunos definen como vida cultural.

     Leyendo entre líneas algunos de los testimonios aparecidos en el libro, vislumbramos que después de la pérdida de nuestra condición de capital a favor de la Habana (allá por 1607) nada ha entristecido más a los santiagueros que la desaparición de Tele Rebelde; pensamos que fue ese el momento en el cual cientos de trabajadores de ese canal y un número indeterminado de televidentes sintieron la amarga sensación del luchador que se queda sin capa ni espada en medio del combate.

(La actriz Omaida Bridón demostró estar en plenitud de sus facultades histriónicas)


     Una lectura profunda del libro de Reinaldo Cedeño muestra claramente que los tres grandes hitos de la cultura santiaguera durante el siglo pasado fueron la creación del Museo – Biblioteca, por don Emilio Bacardí y Elvira Cape en los albores del siglo XX; la fundación de la Universidad de Oriente en 1947 y el nacimiento de Tele Rebelde.

     De los dos primeros acontecimientos apenas se ha escrito y del último ni una sola palabra hasta la feliz incursión de este perspicaz y sensible periodista; quien trabajando básicamente a partir de fuentes testimoniales y la pobre y escuálida crítica aparecida en la prensa periódica logra un acercamiento encomiable a aquel mundo televisivo que surgió en nuestra ciudad.
     ¿Qué deberán hacer alguna vez los historiadores? Pensamos que partiendo de esta obra pionera de Cedeño,  investigar la documentación que generó todo este proceso, para buscar  posibles respuestas a preguntas tales como: ¿Quién o quienes tuvieron que ver con la muerte de Tele Rebelde?  Y ¿por qué ocurrió este suceso?

     ¿Qué deberán investigar los sociólogos? El impacto que causó en la vida de los santiagueros este canal televisivo.


 

(El autor Reinaldo Cedeño saluda al investigador y promotor Lorenzo Jardines. A su lado la locutora Georgina Bota, el rostro de Santiago de Cuba durante años en la televisión)  

     Nosotros, como televidentes, recordamos todavía con asombro una anécdota que pudiera ser ilustrativa del impacto social de Tele Rebelde; cuando nuestro hijo era pequeño lo llevamos un día al estadiun “Guillermón Moncada” para ver la presentación de los actores de la aventura que se trasmitía en ese momento (“La máscara roja”) y cuando el conductor anunció la llegada de Amado Cabezas, 25 mil espectadores le brindaron una ovación. Un verdadero  y merecido privilegio que estamos seguros que nunca disfrutó José Soler Puig, ya por entonces un clásico vivo de la literatura cubana. La magia de la televisión, como toda magia, sabe ocultar muy bien sus secretos.

     Leyendo “A capa y espada” nos percatamos de que aquella programación infantil, musical, informativa, deportiva y dramática tenía en Santiago de Cuba públicos que la recibían como propia; hasta es posible que la desaparición de Tele Rebelde pueda estar asociada a cierta tendencia a una baja autoestima del santiaguero que  subyace tras  algunos de los problemas que han caracterizado la crisis de la cultura  local en los últimos tiempos.

     Reinaldo Cedeño Pineda con su obra “A capa y Espada” ha hecho una contribución medular a esa historia de la cultura santiaguera, que algún día habrá de ser escrita.




(La librera Milagros Estenoz Queralta, invitada especial a la Peña Letras Compartidas del 20 de abril, de 2012 confiesa que más de tres décadas en la venta y gestión del libro le han dado sabiduría para su vida. Fue una hermosa ocasión para manifestarle nuestra cariño)

miércoles, 11 de abril de 2012

Palabras de presentación del libro “A CAPA Y ESPADA: la aventura de la pantalla” de Reinaldo Cedeño Pineda


(Doctora Yamile Haber Guerra durante la presentación del libro A capa y espada, la aventura de la pantalla de Reinaldo Cedeño Pineda)

♠ Un auténtico fresco literario. ♠ El volumen que todo el mundo quiere tener y exhibir como un trofeo. ♠ VER IMÁGENES de la presentación en

http://laislaylaespina.blogspot.com/2012/04/una-emocion-capa-y-espada.html


POR Dra. Yamile Haber Guerra


Se estrenaba el siglo XXI, y el novelista y semiólogo italiano Umberto Eco reconocía que la guerra es semiótica y se mata a la gente para matar un signo; el lingüista y politólogo norteamericano Noam Chomsky publicaba su libro 11/09/01; se acuñaban vocablos como teletragedia y frases como golpe de estado televisivo, y se alertaba sobre la amenaza de que los terroristas, además de aviones, pudieran secuestrar la televisión.

El terrorismo de celebridad alcanzaba niveles insospechados cuando, en los sucesos de Bombay, en 2008, los atacantes mostraban sus rostros a las cámaras del circuito cerrado y los medios y las audiencias ponían el resto.

El domingo 22 de abril de 2009 moría Jade Goody, la ex concursante del Gran Hermano británico famosa por su participación en diversos programas de tele realidad y por haber vendido a la prensa los detalles de sus últimos meses de vida aquejada de un cáncer. Su batalla contra la enfermedad fue ampliamente cubierta por televisoras de todo el mundo. La exclusiva de su boda, justo un mes antes del deceso, recibió un millón de dólares, dinero que había destinado a sus dos hijos. Frases como ¿qué es un espárrago? o ¿Río de Janeiro es una persona? la catapultaron a la fama. La prensa la criticaba, el primer ministro británico, Gordon Brown, le dio públicamente su apoyo, y la audiencia la amaba.

Ahora todo es mucho más fácil: se graba con la cámara de un teléfono móvil y el video resultante “se cuelga” en YouTube, la red social para compartir contenidos. Entonces se dice que se ha hecho televisión. Ello forma parte de una cultura del software, de una cultura de navegación. Estamos, de tal suerte, ante mediaciones culturales hibridadas, descentradas y polivalentes que transgreden las leyes comunicacionales y culturales clásicas de la proxemia.

Es la era del panóptico global, del populismo mediático y de los más encarnizados enfrentamientos entre homo videns y homo typographicus.



Por eso es importante que nos sumemos a este empeño de Caguayo por el medio milenio de la cultura artística y literaria en Santiago de Cuba… A capa y espada…Porque, además, todo lo que la Fundación Caguayo toca, se convierte en milagro e inspira gratitud y veneración. Más en esta responsabilidad compartida con la Editorial Oriente devenida la fundadora que siempre anhelamos.


Llegamos, ¡al fin!, a la presentación anunciada de un libro aún más anunciado. El compromiso implicaba varios dilemas éticos, deontológicos e incluso, estéticos.

Cedeño fue, como quizás algunos sepan, mi alumno machucado y querido.

Cedeño ha sido, como muchos saben, mi respetuoso y respetado colega.

Cedeño es, como saben quienes deben saberlo, mi amigo.

Así, a sombrero quitado y despojada de todo prejuicio semiohermenéutico abracé La aventura de la pantalla.

Abrazo, digo bien, un libro para llevar y leer cómodamente, formato ágil, dinámico y diseño de cubierta de lujo, imagen visual acorde con el tono y el ritmo icónico verbal interior, y con los tiempos, y una edición casi exquisita. Un auténtico fresco literario. El volumen que todo el mundo quiere tener y exhibir como un trofeo.

Con fruición devoré cada línea de cada párrafo de cada apartado. Fue fácil, lindo, entretenido. Etnografía e historia, testimonio y crónica, entrevista y ensayo se combinan con fluidez para arrojar luz y hacer justicia, para develar los intersticios de la desidia y desagraviar la memoria.

Quiénes fueron, cómo lo hicieron, qué nos legaron. El autor logra, pese a la exigüidad de algunas fuentes, respuestas contundentes. Ideas todas coherente y convenientemente expuestas en un texto que reivindica el período dorado de las producciones audiovisuales territoriales, muchas de las cuales, marcadas por la precariedad material, traspasaron no obstante todos los límites y hoy forman nuestro acervo espiritual, al margen de cualquier etiqueta o taxonomía: comunitaria, alternativa, educativa, participativa…

Con La aventura de la pantalla, Reinaldo Cedeño Pineda, de quien no voy a hacer aquí su bio-biblio-hemero-web-grafía, pone en manos de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos un material imprescindible; el recuento que nadie hizo antes –ni los teóricos, ni los telecinéfilos-, y que muy difícilmente pueda hacerse después, cuando ya no exista eso que el descubrió y resguardó con minuciosidad de arqueólogo y que demuestra la importancia de los medios de comunicación como fuente en el estudio de las sociedades y las culturas, como representación del mundo y como fuente de información complementaria a la investigación antropológica.

No me perdonaría Reinaldo si no aclarara: descubrieron. Porque no pocas manos y mentes hicieron el todos para uno y uno para todos. Que muy modesto no es, pero sabio y justo, en demasía.

Sencillo y elegante –que la sencillez sea condición recomendable, decía Martí, no excluye del traje un elegante adorno-, Cedeño logra, tal vez sin proponérselo, un efecto estético, como aisthesis, como efecto sobre la sensibilidad; nos obliga a ver, a oír, a sentir.

Para que no quede duda alguna, y siguiendo al profesor Robert Escarpit, el texto que hoy presentamos cumple simultáneamente las tres funciones (1) que lo harán transcender:

1) la función icónica: establecimiento de un sincronismo interno del mensaje visual (y eventualmente táctil) mediante la inscripción en un objeto estable, constituido en el espacio y en el tiempo,

2) la función discursiva: creación de una imagen espacial estable de un discurso inscrito en el tiempo, estando la linealidad temporal del discurso configurada convencionalmente por la linealidad espacial de la escritura,

3) la función documental: estabilización del conjunto del lenguaje mixto (rasgo-ícono y palabra-discurso) en un soporte que lo hace independiente en el tiempo y sincrónicamente disponible.

Es la prueba fáctica de que, como asegurara el sociólogo francés Pierre Bourdieu hay que empezar por volver a una visión del mundo mucho más modesta del papel de los periodistas. ¿Qué está realmente en su poder? Entre las cosas que dependen de ellos está el manejo de las palabras.

A capa y espada es también un libro para la rabia y los remordimientos; es el libro de la inconformidad implícita. Es la capa y la espada con que aquellos hombres y mujeres hicieron la televisión y el cine en esta geografía y que nos devuelven como espectros en perenne desafío.

Ojalá, dentro de algunos años, para la nueva saga de aquella misma aventura, quienes sucedan a Cedeño no nos inviten a presentar un melóndrama o un libro en blanco.

Muchas gracias.

Yamile Haber Guerra

7 de abril de 2012.

(Dra Yamile Haber, el autor, Reinaldo Cedeño y la editora Lina González Madlum)


Nota: (1) Robert Escarpit, Teoría general de la información y la comunicación, 1977, p. 163.

♠ VER IMÁGENES de la presentación en

http://laislaylaespina.blogspot.com/2012/04/una-emocion-capa-y-espada.html

lunes, 9 de abril de 2012

Una EMOCIÓN ... A Capa y Espada


Presentación del libro A CAPA Y ESPADA: la aventura de la pantalla de Reinaldo Cedeño Pineda, sobre la historia de la televisión y el cine en Santiago de Cuba. 7 de abril, Salón de los Vitrales, Plaza de la Revolución. Santiago de Cuba.

VER y ESCUCHAR palabras de Reinaldo Cedeño Pineda en la presentacion del libro A CAPA Y ESPADA: la aventura de la pantalla en YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=r8yOKj5Z_NU

LEER LA PRESENTACIón del libro por la Doctora Yamile Haber Guerra

http://laislaylaespina.blogspot.com/2012/04/palabras-de-presentacion-del-libro-capa.html


TEXTO: Reinaldo Cedeño Pineda


INSTANTÁNEAS: Miguel Rubiera, Tony Iglesias y Jesús García Clavijo



La emoción es imposible de describir. No lo intento.



Este sábado 7 de abril, presentamos el libro A CAPA Y ESPADA: La aventura de la pantalla. En el Salón de los Vitrales de la Plaza de la Revolución Antonio Maceo en Santiago de Cuba.



Ver delante de mío a los jóvenes ya cargados de años, a los soñadores que se lanzaron hace más de cuatro décadas, fue un descarga.



(Invitados y protagonistas de esta historia. De izquierda a derecha. Ariuska LaO y Gertrudis Boizán, jefa del Departamento Informativo y directora de Radio Mambí, respectivamente; así como al actor Dargel Marrero, el asistente de dirección José Suárez Mosqueda, el actor Francisco Betancourt, la actriz Ana Gloria Buduén y el director de programas, Armando Estol)




Ellos conquistaron definitivamente la imagen de su ciudad y del Oriente de Cuba.



(En primer plano, de izquierda a derecha. la periodista Sonia Franco, y la actriz y maquillista Dalia Fuentes)



Vi a mi padre, modesto y campesino, abriendo el libro que tanto costó hacer. Por vez primera en su vida, en un acto de este tipo.



(En primer plano de derecha a izquierda, el mítico director de programas, Francisco Rosabal, la poeta Teresa Melo, el compositor Rodulfo Vaillant, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en Santiago de Cuba y el escultor Alberto Lescay, presidente de la Fundación Cafuayo para las Artes Monumentales y Aplicadas, artífice del proyecto sobre la historia de las artes y las letras en Santiago de Cuba)



Por si fuera poco, Francisco Betancourt, el actor me regaló, así sin más, "Con tantos palos que te dio la vida / y aún sigues dándole a la vida sueños". Dalia Fuentes, hizo un acto de amor desde la declamación.


(De izquierda a derecha el fotógrafo Tony Iglesias, la actriz Omaida Bridón, el autor besado por una diva de la actuación, Ana Gloria Buduén y el realizador audiovisual y poeta, Guille de la Rosa)

Tele Rebelde en Santiago de Cuba fue un sueño conquistado a capa y espada.



(Entre los asistentes, el neurofisiólogo Arquímides Montoya Pedrón, una autoridad en la materia en Cuba y el rostro de la TV santiaguera por tantos años, Doña Georgina Botta)

No tengo manos ni pecho para agradecer a la Fundación Caguayo, a Saily Rivas y a Alberto Lescay, y por supuesto, a Laura Cruz y Patricia Aportela, las chicas de Caguayo. A la Editorial Oriente, en especial a Lina González, la editora y a la directora Aymara Vera.

Y a quienes me ayudaron irrestrictamente en la confección del libro, Amado Cabezas, León Estrada, Carlos Padrón, Pedro Lago, Rey Alexander Rodríguez, Enrique Pérez Fumero, Olga Orúe, Miguel Noa, Pedro Rodríguez y Carlos Ramos (Puly).


A la diseñadora Marta Mosquera.


(La doctora Yamile Haber Guerra, presentadora, el autor y la editora Lina González Madlum)



(El panel de la presentación: la diseñadora Marta Mosquera, el ensayista y poeta Marino Wilson, coordinador editorial; la presentadora, Dra Yamile Haber, el autor del libro Reinaldo Cedeño y la editora Lina González)

Agradezco todos los que me brindaron su tiempo, su testimonio, sus lágrimas.



Esteban Aguilar, el maestro, bailarín y coreógrafo, alguien de mis propias entrañas, bailó como él sabe, con los huesos y la piel.



Por primera vez, después de la muerte de mi madre frente a mí, el 18 de marzo último, puedo decir que he tenido un momento de felicidad.

Con permiso de todos, quiero dedicárselo a ella.



(Instante en que el autor, lee el mensaje enviado por Amado Cabezas)



PALABRAS DE AMADO CABEZAS (Director de las míticas aventuras El Zorro, El Halcón y El Capitán Tormenta) ENVIADAS DESDE ESPAÑA

Reinaldo: Lamento no poder estar en un momento tan importante para toda la gran familia que durante tantos años compartimos series, cuentos, novelas, musicales, noticieros, en nuestro querido Tele Rebelde, porque aunque hoy tiene otro nombre, para nosotros seguirá siendo siempre Tele Rebelde. Otras tareas me retienen trabajando en tierras lejanas, pero con el corazón en mi terruño santiaguero.

Por primera vez alquien se atreve a escribir y contar nuestros sueños, nuestras historias, la verdad de cientos de hombres y mujeres que cada día hacían latir el corazón de miles y miles de personas.

Para los que aún seguimos trabajando, los ya jubilados, o los que ya no están, es ver que el trabajo anónimo que realizamos durante tantos años, no se ha perdido. En el libro quedarán para siempre. Hoy lo leerán muchos que soñaron con nosotros, otros que oyeron hablar de lo que hicimos; mañana, personas que volverán a vivir en sus páginas lo que nosotros vivimos.


El título lo resume todo: A capa y espada. Creamos un mundo, un canal de televisión, a capa y espada. Lo que aún estamos seguiremos luchando para que nuestros sueños no mueran. Gracias, Cedeño, tú también, como nosotros, has empuñado la espada.