sábado, 2 de junio de 2012

Cápsulas meditacionales / LO ADMIRABLE Y MISTERIOSO DE LA PALABRA HUMANA





Por: Nereyda Barceló Fundora

Las palabras dejan huella, tienen poder e influyen positiva o negativamente.

Las palabras curan o hieren,animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o ensombrecen, dan vida o dan muerte.

Con pocas palabras podemos alegrar a alguien y con pocas palabras podemos llevarlo al desaliento y desespero.

¡Ah, cuanta falta nos hace tomar conciencia del tremendo poder de las palabras!

Es  admirable y maravilloso el poder que tiene la palabra humana. Porque eso  de expresar y traducir a vocablos precisos, sentimientos y pensamientos que a no ser por la magia de la voz quedarían sepultados en el vasto desierto del silencio, es sencillamente algo a veces difícil de explicar, de ahí lo misterioso.

Porque de todas las criaturas de la tierra solamente el hombre posee el don espiritual de la palabra y solo él puede hablar, acto tan repetido y cotidiano que por serlo quizás se nos antoje ordinario y trivial, siendo en verdad trascendental y hermoso, pese a que esté velado a nuestros ojos, impotentes y ciegos para ver el misterio y penetrar tras de las apariencias hasta el secreto mismo de donde toma su grandeza intrínseca el existir humano.

El inspirado autor de “El milagro más grande del mundo” Anthony de Mello, citó en una bella reflexión su célebre opúsculo a manera de diálogo entre el Creador y el hombre:

“Puedes hablar. Ninguna otra de mis criaturas puede hacerlo y tus palabras pueden calmar al enojado, animar al abatido, estimular al cobarde, alegrar al triste, acompañar al solitario, premiar al valeroso, alentar al vencido ,enseñar al ignorante y decir “te amo”.

Indudablemente que es una alabanza justa de la excelsa misión de la palabra humana y una acertada síntesis del elevado alcance de la expresión hablada.

Y por todo ello es doloroso apreciar cómo constantemente se atenta contra la integridad  y la pureza de nuestro bello idioma castellano. Degradado y maltrecho sale nuestro idioma infinidad de veces por programas radiales o televisivos, o en la calle cuando hacen gala de pedantería muchos jóvenes que utilizan palabras y modismos incorrectos o inapropiados. Pero muchas veces se excusan esos desmanes con el idioma, justificando lo injustificable “que provienen de gentes sin cultura” pero lo triste es que muchas personas que poseen alguna cultura, no conocen ni respetan las más elementales reglas del lenguaje.

Sabia y cierta fue la sentencia de don Miguel de Unamuno quien expresó:

                                                     LA LENGUA

La sangre de mi espíritu de mi lengua
Y mi patria es allí donde resuene
Soberano su verbo que no amengua
Su voz por mucha que ambos mundos llene.
Ya Séneca  lo preludió aún no  nacida
Y en su austero latín ella se encierra,
Alfonso a Europa dio con ella vida,
Colón con ella redobló la Tierra.
Y esta mi lengua flota como el aire
de cien pueblos contrarios y distantes
que las flores en ella hallaron brote,
De Juárez y Rizal, pues ella abarca
Legión de raza: lengua en que a Cervantes
Dios le dio el Evangelio del Quijote.                                                                                                          

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