sábado, 10 de diciembre de 2011

CARLOS PADRÓN: Palabras para un saltimbanqui


REINALDO CEDEÑO PINEDA


PALABRAS incluidas en el audiovisual homenaje al actor, director y escritor Carlos Padrón Montoya en la sede de la UNEAC de Santiago de Cuba, 9 de diciembre de 2011. El locutor Gerardo Houdayer.

¿Qué voy a decir de ti, saltimbanqui, después de tantos años sobre las tablas, bajo las luces, madurando la idea, bruñendo cada palabra hasta dejarla justa, inmaculada, única?..


Lo que fuere sonará

Ningún nombre mejor para esa historia del teatro cubano, exhumada de legajos y viejos periódicos, acrisolada en cada esbozo, bordada en cada madrugada insomne, para que surja la obra monumental del teatro cubano de 1511 hasta 1812 que tu escribiste.

Hombre, que estoy en un aprieto. Y por eso mejor te digo saltimbanqui, porque no sé como has podido, sin parar, desde aquellos sesenta hasta hoy, del Conjunto Dramático de Oriente hasta Tele Rebelde, del Cabildo Teatral al Calibán Teatro, del micrófono al libro, del Teatro de las Nubes al Premio Caricato, de la presidencia de la Asociación de Artistas Escénicos de la UNEAC al grupo Latinoamericano de la Federaciòn Internacional de Actores.



(Carlos Padrón y María Elena Calzado en la novela Doña Guiomar, época de oro de la televisión en Santiago de Cuba)

Dime que no fue una aventura, aquel Tele Rebelde, fundado entre los muros del Moncada, con más latidos en el pecho que cámaras en el estudio. Dime como aparece un arco trilobulado en la pantalla oriental, como emerge el Santiago de los mil quinientos, y la sonrisa de La Doña, de Guiomar es decir María Elena…. Dime, Don Juan de Ávila…


No lo voy a ocultar. Tú eres uno de los responsables en la resurrección de aquella forma mestiza y autóctona de la representación: el Teatro de Relaciones que se abrió como un lirio por las calles empinadas de Santiago. Tal vez tenga que decirte después de todo otros nombres como relacionero, o aventurero. O acaso tendré que entreabrir mis archivos a Una señal en el cielo de la reina del crimen Agatha Christie.




De un lado para otro, saltimbanqui, dejándote la voz y el esternón en La Habana y Budapest, en Persia y en Brasil, en suelo ibérico y marroquí, en la tierra de Chabuca Granda, en la de Walt Whitman.


Dime de Shakespeare y Pomares, de Door y de Estorino, de Quintero, de Onelio y Milanés, de Meneses y de Rine Leal, de Moliere y su burgués gentilhombre. Dime de aquellos que se detienen en la piel, que no han visto al cubanazo que te sale por los poros.




(Carlos Padrón junto a uno de los grandes actores cubanos de todos los tiempos, Reynaldo Miravalles)

Dime como encontrarte entre El Huracán y La Palma, cómo florece la tierra ríspida de Cruz Palanqué, como resucitaste cada piedra en las montañas de Vía Crucis, cómo se encuentra al Generalísimo en el testimonio de sus amigos y hasta de sus enemigos, cómo guardas aquella medalla 150 Aniversario del natalicio de Máximo Gómez otorgada por el Consejo de Estado.

Dime como se hace un mambí, un soldado español, un periodista, un político de turno, un impostor, un héroe…. ¿Y de aquel taciturno funerario que trasladaba armas para la Revolución? ¿Te acuerdas….?

Ah, saltimbanqui… gracias por la Yiyiyi, por La Lupe, por atisbar en sus demonios y nostalgias, en San Pedrito y en Nueva York. Gracias por La Gran Tirana.*

La vida es puro teatro.

Ahora que tengo que decir tu nombre, el que quisieron tus padres, el de carné de identidad… me resisto. Acaso, valga decir Carlos de Santiago, Carlos de las tablas, Carlos de la cultura.

Les presento a un hombre que no se detiene a mirar la última línea. El horizonte va en sus pasos. Este es un hijo de esta tierra y de esta Isla. Y ya van cincuenta, cincuenta años, tus bodas de oro con el arte.

Ya ves, me estoy enredando de nuevo, por eso prefiero llamarte saltimbanqui, saltimbanqui y amigo… Carlos Padrón Montoya.


(Carlos Padrón en medio del escritor Miguel Barnet y el también actor santiaguero Raúl Pomares).




NOTA: La Gran Tirana es el nombre de la famosa pieza musical del boricua Tite Curet y que hizo internacional La Lupe (Santiago de Cuba,1936- New York,1992). Carlos Padrón la tomó como nombre de una pieza de teatro escrita por él y que ahora mismo se presenta con éxito en el teatro Martí de Santiago de Cuba, con la interpretación de la temperamental María Teresa Pina, que desborda la tragedia, los demonios y los éxitos de la universal cantante.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito retrato de este cubano fiel y santiaguero auténtico.

Felicidades a todos.

Margarita.

Anónimo dijo...

Mi estimado Reynaldo creo que todos los que apreciamos a Carlos estamos en deuda contigo,pues has encontrado una hermosa forma de decir todo lo que ha significado para la cultura teatral Cubana la figura de Carlos Padron.Felicidades Carlos y que estes por muchos años mas en estas lides.
Ursula