martes, 24 de abril de 2012

EL ENCARGO MÁS DIFÍCIL




La crónica de un hijo periodista a su madre periodista

José Roberto Loo Vázquez


¡Ay Cedeño! En mi año y medio de periodismo, este es sin dudas el encargo más difícil que me han hecho, porque ¿cómo y qué escribir de mi madre cuando tanto la admiro como periodista y como persona? No porque sea mi mamá, sino porque así lo consideran muchos, ella es realmente sorprendente e irrepetible…

Quizás la característica más singular de su vida es el profundo humanismo que permea su manera de conducirse ante la vida, por eso es capaz de escribir bellas crónicas televisivas sobre la mujer o sobre los niños y relatar hechos de la vida cotidiana aparentemente sin valores periodísticos.

Ese mismo humanismo es quien la hace llorar cuando tiene que ir a la sala de niños enfermos con cáncer cada vez que realizan una actividad o entrega de juguetes, o aquella ocasión que trabajando visitó la cárcel y en pleno ataque de pánico gritó que la sacaran porque en cada rostro veía el mío, el de su hijo.

Su periodismo todos lo conocen, por décadas lo ha estado haciendo. Por eso Cedeño te voy a regalar algunos detalles que la humanizan aún más y que la hacen ser una gran madre, y que por demás, casi nadie conoce.

En su armario tiene una gaveta rota, pero no es una cualquiera, sino una que esconde los secretos de sus últimos 26 años: los pequeños dientes con los que nací y que despedazaban sus tetas cada vez que tenía que amamantarme, la tuerca que en una ocasión se me atoró en un dedo y que bastante sofoco provocó, la pequeña manilla que me identificaba en mis primeros días de nacido en el hospital, algunas de mis más grandes creaciones de las artes plásticas, la de los primeros 5 años, las piedras de cobre que recogió durante la primera visita en que me llevó en sus brazos, las postales con faltas de ortografía que en varias ocasiones le regalé por el día de las madres.

Pero, Cedeño, lo más sorprendente lo dejo para el final, esa gaveta también guarda todos los periódicos que cada 25 de agosto, día de mi cumpleaños, salen a la luz, así pude observar el tamaño que tenía el Sierra Maestra antes del período especial además de comprobar que ella estaba un poco loca, porque son fruto de su empecinamiento de documentar las noticias más importantes en esa fecha cada año, un día muy importante para ella y para mí, claro está.


Pero Coral no es todo amor, también es egoísmo y violencia, y dos historias vienen ahora a mi memoria, la vez que amenazó con darle una buena pateadura en el cu… a mi profesora de primer año porque tuvo la osadía de ponerme la mano encima cuando ella nunca lo hacía, o el día de mi discusión de tesis, justo en el momento en que decían que el tribunal me otorgaba la evaluación de 5 puntos, mi mamá fue tan egoísta y lloró tanto y dio tal espectáculo de alegría que todos corrían a donde estaba ella y la abrazaban… bueno hasta el camarógrafo que me hacía el video se enfocó tanto en ella y sus emociones desbordadas que todos, absolutamente todos, se olvidaron de mí.

También te podría decir que es capaz de decir las obscenidades más espantosas del mundo, pues en una ocasión que me hicieron una punción en la rodilla, y no sé quién le gritaba más al médico, ella o yo, mi mamá le decía a todo volumen ¡asesino! ¡asesino! ¡asesino!... y mi papá muerto de la risa en la esquina viendo como ella gritaba más que yo para calmar mi dolor.

Y no es para menos, ella es conocida por tener los huevos más grande que un hombre, Tula 3 le digo yo por ser heredera de la estirpe y el genio de Gertrudis Gómez de Avellaneda, de quien dijeran: “mucho hombre esa mujer”. Pregúntale sobre la historia de Moltó, lo que le dijo de su carácter una vez que la vio, o sino a mi abuela para que te diga cuan corajuda es esta mujer que tuvo su hijo cuando algunos se opusieron (gracias a lo que estoy vivo y contando esto), o las dos veces que han intentado sancionarla porque obró correctamente.

Pero, ciertamente ese gran corazón el que ha hecho que hoy muchos la quieran y la admiren (hasta inspiró un personaje en una novela policíaca), es por eso que YO la admiro y la quiero, porque vive mis éxitos más que los suyos y sufre mis problemas más que los propios, pero siempre su humanismo por encima de todo, por eso me atrevería a decir que antes de concluya esta peña Cedeño, varias lágrimas habrán nacido de sus ojos y si no me equivoco, te pedirá que le regales este escrito al que sumará a su colección escondida en su gaveta, además de que me dará un gran beso y abrazo en cuanto tenga una oportunidad.

(Leído en la Peña Letras Compartidas, Biblioteca Elvira Cape, Santiago de Cuba, 20 de abril de 2012)

2 comentarios:

Juan Carlos Roque dijo...

¡Hermosa crónica! Felicitaciones a su autor por la ternura que sale de cada palabra; por la fuerza que emana al hablar así de una madre; por el estilo de contarlo todo con el corazón latiendo; por sacar de las entrañas lo que a veces sentimos pero nunca decimos.

Si me lo permites, la pondré de ejemplo a mis alumnos en los talleres sobre radio que a veces imparto.

Juan Carlos Roque dijo...

¡Hermosa crónica! Felicitaciones a su autor por la ternura que sale de cada palabra; por la fuerza que emana al hablar así de una madre; por el estilo de contarlo todo con el corazón latiendo; por sacar de las entrañas lo que a veces sentimos pero nunca decimos.

Si me lo permites, la pondré de ejemplo a mis alumnos en los talleres sobre radio que a veces imparto.