martes, 8 de enero de 2008

El ÚLTIMO ABRAZO DE GLADYS GOIZUETA

(Gladys durante una sesión de trabajo en los estudios de la emisora CMKC en Santiago de Cuba)
Reinaldo Cedeño Pineda


Reí estentóreamente. Comencé a reír desde que vi el gesto, reí cuando la ficha chocó la mesa, y seguí riendo después. Sólo me detuve cuando sentí su mirada sobre mí en la mesa de dominó… una mirada más de curiosidad que de recriminación; pero de todas formas, ofrecí disculpas.
Mi oponente era Gladys Goizueta, una de las más conocidas locutoras de Cuba. Y no sería yo quien fomentara molestia alguna, por mínima que fuese, ni siquiera desde una mesa de juego.
Entonces, ante mis excusas, la sorprendida fue ella. Volvió a mirarme interrogativa, hizo un gesto con las manos que borró toda tensión:
−No ha pasado nada… ya me tocará a mí…
Y por si no bastase, esbozó una sonrisa de cubana… presta a la venganza. Y continuó el juego.
Días inolvidables aquellos de septiembre de 2007, en los que el dominó era cortina entre las sesiones de trabajo del Lloga, como la familia del medio llama al Festival y Concurso Nacional de Radio Joven Antonio Lloga In Memoriam.
Confieso ahora que cuando supe que Gladys era la presidenta del jurado, me preocupé; era aquella una cita de la radio… joven, y la Goizueta sumaba algunos años ya.
Ella se encargó de demostrarme, desde el primer día, que su mente gozaba de la misma frescura que el más bisoño de nosotros.
Nunca he festejado tanto un error.
A su lado, todos aprendimos. Su carácter era firme –que en Radio Rebelde lo sabían bien–, pero nunca la vi imponer un criterio, sino argumentar con sobrada experiencia. Era la misma que había entrado durante años a los hogares cubanos, todas las mañanas, con su seguridad, con su carisma.
La facilidad para improvisar era una de sus marcas. Siempre tenía algo que decir.
Junto al uruguayo Jorge Ibarra, fue conductora de esa “locura” a la que pusieron por nombre Haciendo Radio. El programa renovó el lenguaje radiofónico cubano, y lo puso “al ritmo de la vida”, como ellos decían.
Me veo en la escuela al campo con un pequeño radio de baterías −agrupados todos en una misma litera−, para escuchar el programa, minutos antes que dieran el “de pie”. Y luego, como un eco, nos seguía por las guardarrayas, subía por las lomas, se metía en las canastas, mientras arrancábamos el grano de fuego a las montañas.
Desde entonces, la voz de Gladys Goizueta no dejó de acompañarme.
Ella me contó que su padre −el maestro de locutores Enrique Goizueta− hubiera podido llevarla, tal vez desde el principio, a una emisora nacional; pero consideró que no estaba lista aún… y debió pasar sus primeros años en estaciones municipales, comunitarias casi, ya desaparecidas como Radio Popular o Radio Internacional (aquella del Aeropuerto, que de “internacional” nada tenía).
−Allí, hice de todo…
Sólo tras ese aprendizaje, Gladys se incorporó a la memoria auditiva de los cubanos. En cualquier lugar donde hubiese un radio, en cualquier tarde, Cuba sintonizaba un programa cuyo nombre apostaba a formar imágenes desde la imaginación radial. Y lo lograba.
Gladys era Visión.
A nadie le importaron sus libras, cuando se apareció en nuestras pantallas presentando lo mejor de la música cubana del momento. Incluso, en Radio Rebelde, donde comenzó a trabajar en 1984, había una simpática mención para darle la bienvenida a “la gordita”. La gordita, tenía lo suyo.
Durante su visita a Santiago de Cuba, asistimos a un encuentro con los estudiantes de comunicación y periodismo de la Universidad de Oriente. Saltaron las interrogantes y las experiencias. Tras el encuentro formal, la rodearon los jóvenes, para felicitarla, para conocerla, para sentir de cerca aquella voz camino de la leyenda.
Yo apreté el obturador de mi cámara para atrapar el instante.
La vi comer con gusto, con mucho gusto. La vi hablar de su familia con devoción, y moverse dueña con sus batas coloridas, como en su propia casa.
También, la vi detenerse, en más de una ocasión, buscando aire; mientras encendía el próximo cigarro con despreocupación.
El pulmón acabó resintiéndose.
Gladys Goizueta Simal era directora de programación de Radio Rebelde, vicepresidenta de la Sección de Cine, Radio y Televisión de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), profesora adjunta de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y del Instituto Internacional de Periodismo José Martí.
Gladys era tantas cosas…
Nunca imaginé que aquel abrazo que nos dimos en los días finales de septiembre, fuese el último.
Siempre he pensado que la voz atrapada en una cinta tiene algo de alquimia, que una parte de la persona, de su espíritu, se queda allí, apuntando a lo eterno.
Cuando este martes, 8 de enero de 2008, me enteré de tu muerte, eché manos a esas palabras, a medio camino entre la confesión y la entrevista; porque en esa grabación, en tantas otras; en la memoria de Cuba te has quedado para siempre.

Nota

Escuela al campo: Período estudiantil, de un mes a cuarenta y cinco días, en que los estudiantes cubanos de enseñanza secundaria y preuniversitario, son movilizados para apoyar tareas agrícolas, en el concepto de vinculación del estudio con el trabajo.

3 comentarios:

A Cuban In London dijo...

Se me han aguado los ojos con este artículo. Aunque Radio rebelde no haya sido mi emisora preferida (en la Habana teníamos Radio Ciudad de la Habana con Carlos Figueroa y Alfredo Balmaseda) siempre recordaré la voz tan enternecedora de nuestra Gladys. Una de las mejores voces de radio que nuestra isla ha producido. Gracias por el homenaje.

Te debo comentarios a propósito del almuerzo lezamiano. Déjame ver si tengo un poco de tiempo mañana.

Saludos desde Londres

Anónimo dijo...

ESTOY MUY LEJOS DE MI AMADA CUBA EN ESTOS MOMENTOS, MUY LEJOS DE QUIENES ME ENSEÑARON DESDE MUY PEQUEÑA A SER GENEROSA,TRIUNFADORA,TRABAJADORA Y REVOLUNCIONARIA, MUJER DISCIPLINADA, MUJER CON PROPOSITOS Y METAS, MIS MAESTROS FUERON FIDEL CASTRO Y MIS ABUELOS, MI MADRE Y MI HERMANA.VENGO DE FAMILIA CAMPESINA, DE ALLA DE LO MAS RECONDITO, DEL CAMPO Y DE LA PRADERA,HOY VEO LA FOTO DE MI MAESTRA, MI GRAN MAESTRA, GLADYS GOIZUETA. TUVE EL HONOR DE TOMAR CLASES DE LOCUCION ALLA POR EL AÑO 1996 EN LA HABNA CUBA, ESTRICTA, ME ENSEÑO QUE ANTE TODO EN LA VIDA, ERA LA HUMILDAD Y EL TRABAJO DIARIO, ERA ASI COMO SE PODIA APRENDER A SER UNA BUENA COMUNICADORA Y UNA BUENA PERSONA.
NUNCA TE OLVIDARE MAESTRA.
Y SI ESTA EN LAS MANOS DE LAS PERSONAS QUE LEAN ESTO, POR FAVOR HAGANLE LLEGAR A SU HJA, MARIDO, A SU PADRE, EL MAESTRO GOIZUETA, MIS MAS SENTIDO PESAME Y UN GRAN ABRAZO.
LES AMO
MABY
DIOS LES BENDIGA MUCHO.

Bolivia Tamara Cruz dijo...

Ya han pasado 4 años desde que partió para no regresar, sin embargo cada día de lunes a sábado, las tardes de Rebelde justo a la 1 y 30 minutos pasado meridiano la oigo anunciando VISIÓNNNNNNNNNNNNN.
Si gracias amiga mía....escuchaba ...cada vez que decía "Cuando de provincia se trata"....vamo´allá...
Y entonces mi Gladys tocaba Villa Clara con sus manos. Hace 26 años llegue a visión de uniforme de preuniversitario estaba en la FEEM el 4 de abril de 1986 y aun sigo con el más juvenil de las tardes de Rebelde. Un beso para ti mi gorda de siempre, han pasado 4 años de tu partida y siguimos junto a ti en el recuerdo eterno.