jueves, 1 de enero de 2009
El mejor regalo de 2009
(Mi padre Reinaldo y mi sobrina Magda Esther en mi propia casa)
Hacía años no veía a mi padre tan feliz, ni tan animada la casa. Una fiesta familiar, como es mi familia, pequeña y unida. Unas palabras antes de la cena, y luego el tradicional cerdo asado ―macho asado, como decimos por acá―.
(Alguien me ha llamado tempranito para desearme feliz año. La ha pasado sola. Su hija está lejos…)
Así, lo que para mi resultó tan natural, no lo es tanto. La familia unida es el mejor regalo del 2009. Y la alegría…
Que así sea, por mucho tiempo.
(Reinaldo Cedeño Pineda)
Hacía años no veía a mi padre tan feliz, ni tan animada la casa. Una fiesta familiar, como es mi familia, pequeña y unida. Unas palabras antes de la cena, y luego el tradicional cerdo asado ―macho asado, como decimos por acá―.
(Alguien me ha llamado tempranito para desearme feliz año. La ha pasado sola. Su hija está lejos…)
Así, lo que para mi resultó tan natural, no lo es tanto. La familia unida es el mejor regalo del 2009. Y la alegría…
Que así sea, por mucho tiempo.
(Reinaldo Cedeño Pineda)
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