lunes, 14 de marzo de 2011

EL DÍA QUE TOQUÉ A CLAUDIA CARDINALE




Tony Iglesias*

En un día, un mes y un año que no recuerdo (los años no perdonan) se anunciaba en mi Santiago, el estreno de una película italiana. Se va de mi memoria si acaso fue La tienda roja… 

Sin embargo, no era la película lo más importante, sino que allí estaría la gran diva del cine internacional, Claudia Cardinale. Eso sí lo recuerdo muy bien.

Como era un “santiaguerito” de a pie (lo sigo siendo), nunca pensé que podría estar allí: la entrada era por invitación...

Casi a la hora de comenzar, me paré en la acera de enfrente. Me hubiera conformado con ver de lejos a la estrella; mas se me apareció un ángel bajo la forma de un funcionario público, que por serle conocido, viendo mis ansias, me ofreció una invitación para mi absoluta sorpresa. 

Dudé en aceptarla: mi jeans descolorido, mis sandalias sin medias, el largo pelo conformaban una imagen repudiada. El machismo atávico y los falsos conceptos de “lo extranjerizante” imponían sus reglas, entonces… pero se trataba de tomarlo o dejarlo. 

Era una oportunidad única… Y como si estuviera de etiqueta, me vi entrando a la platea. Mi asiento quedaba dos filas detrás de la hermosa mujer.

Cuando la anunciaron se viró de frente, toda vestida de rojo. La cabellera como llamas sobre su espalda. Saludó a los presentes que la ovacionábamos y extendió la mano a los más cercanos… y yo estirándome, obviando mi timidez, extendí la mía y la estreché. No sé quien apretó la mano, si ella o yo. Para mí fue tocar un cable de alta tensión… Sentí su energía. 

Era la mujer inalcanzable, con la que había soñado en noches febriles. Viendo sus innumerables películas, la había hecho mía. Era la novia que buscaba en las mujeres de mi alrededor. Y esa noche, el fuego entró en mis venas…

¡Dios mío! No lo creía, aún no lo creo. Yo había tocado a Claudia, a Claudia Cardinale. 

* EL AUTOR nació en Santiago de Cuba el 30 de octubre de 1953. Es Técnico en Gestión de los Recursos Humanos. (SI QUIERES ESCRIBIRLE: indibil@nauta.cu )



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho esta evocación Tambien admiro a la Cardinale quque ya debe estar bien madurita y no como está en esa foto, pero yo tampoco estoy como estaba entonces.

Raimundo

Anónimo dijo...

Tony, por suerte ya han pasado en Cuba esos tiempos en los que se veía tan mal el pelo largo, los pantalones ajustados y escuchar a los Beatles. Yo creo que los excesos fueron por ignorancia, por idealismo, más que todo, en una época muy dificil en verdad también de muchas agresiones venidas desde fuera. Por eso todo lo que oliera a allá, se miraba con prejuicio.. pero lo importante es que viste a la Cardinale, que te calentase con ella y sobre todo que se ha comprendido que el pelo largo o corto, los jeans ajustados y la sandalias no son lo esencial, sino le valor de las personas. Cuantos no hay, aquí y allá, que pueden tener una estética muy corecta y por dentro huelen mal

Gracias. Te felicito

Otro Antonio

Anónimo dijo...

por Ud, he sabidoq ue Claudia cardinale estuve en Cuba. Tuvo suerte ud.

M.