REINALDO CEDEÑO PINEDA
Dicen que está loco, que mira al cielo, que se va pronto hacia tierras lejanas.
Sus verbos son como la yerba. Sus sustantivos, tibios. Dice que puede nombrar todas las cosas.
Es una lengua con raíz, con sonidos del francés y el alemán; pero se llama suřizũ que quiere decir corazón.
Es un idioma para hablar despacio y sin ira, para cantar. Un idioma para hablar del amor.
Un día confesó su invención a un académico. La risa rompió sus piernas como una pedrada. Algunos creen que todo está dicho, que todo está escrito.
Es un idioma de una sola persona. Es un código único.
Es feliz hablando con sí mismo. Las palabras se van escribiendo en el viento, por esos caminos de Dios.
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