miércoles, 31 de diciembre de 2014

The discrimination cruch: PATRICIA: A PAIN BEFORE THE MIRROR



Reinaldo Cedeño Pineda
escribanode@gmail.com
 
He tied his ponytail with the first ribbon he saw and in a flash, retraced the streets of Santiago de Cuba.

He stopped to pass through Enramadas Street, full of stained glasses, to stare at the brightness of the mannequins, while other eyes observe his sandals and his bag. He greeted the saleswomen like old friends, and moved his hair, as if also shaking the curses he had to face.

It is said he wanted to look like La Doña -María Félix, of course- and wore makeup to look resemblance to those big eyes devouring the screen. He collected her pictures from magazines and pasted them in an album he always carry with him.

He was already an old man when I became aware of his existence. Nobody run behind him already. Nobody yelled faggot or queer at him. They called him Patricia… a name that reached the status of synonym.

He had beaten homophobic people when that word did not appear in dictionaries, when derision toward homosexuals was part of the national folklore. He n ever flinched: he had made ​​his own planet and lived in it naturally.

It was another matter that some people to knock at his door. A pact of silence was agreed at late night. “To hold such a condition publicly” was a social disgrace. Hypocrisy was awarded, and besides, few had Patricia’s courage.

One afternoon I approached him. He showed me his identity card in Céspedes Park, in the heart of the city. His officially name was José Daniel Granados Roibal, but even he seemed to have forgotten it. He was a little older than eighty at that time.

I pressed the camera shutter. He showed a frozen artist smile while wearing a very old strap blouse. When I show that picture, people wonder if that’s my grandmother. Patricia would have liked: Finally! the years had given him more than wrinkles, had revealed the woman.

“I’ve never been in Havana,” he told me. Then he talked about a farm, work, UMAP. I did not believe him: “I do not lie, I respect”, he said while slightly raising the tone. From his bag, he pulled out a grimy newsletter filled with harangues, and a photograph. He seemed a ballerina embedded in a military uniform.

Patricia washed clothes for living, worked in an agricultural farm, cleaned anything- God knows what else -; many times for what they wanted to give him. He lived in a slum, the drink was winning the battle to his mind … but he never spoke of that with me.

Time after that meeting, almost by chance, I heard that Patricia had died. I remember a photograph of him with a fancy dress: the lean back, a spark of question and another of wonder; a vase of flowers duplicated in a mirror.

Hopefully when other Patricias question themselves before the mirror, we may have a fairs answers.

(Tomado de ON Cuba)

In Spanish: PATRICIA: Un dolor ante el espejo

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Cuando la discriminación muerde / PATRICIA: Un dolor ante el espejo




Reinaldo Cedeño Pineda
escribanode@gmail.com

Se amarraba su cola de caballo con la primera cinta a mano y, como una exhalación, desandaba las calles de Santiago de Cuba.

   Se detenía para entrar a Enramadas, erizada de vidrieras. Mientras sus ojos se posaban en el brillo de los maniquíes, otros se posaban en sus sandalias, en su bolso apretado. Saludaba a las dependientas como a viejas amigas, y sacudía el pelo, como si sacudiese también las maldiciones que le salían al camino.

   Dicen que quería parecerse a La Doña ―a María Félix, por supuesto— y que se maquillaba para buscar semejanza con aquellos ojazos que devoraban la pantalla. Coleccionaba sus fotos de las revistas en colores y las pegaba en un álbum del que nunca se separaba.

   Ya era viejo cuando cobré conciencia de su existencia. Ya nadie le corría detrás. Ya nadie le gritaba pájaro o maricón. Le decían Patricia… que había alcanzado la categoría de sinónimo.

   Había cansado a los homofóbicos cuando esa palabra no aparecía en los diccionarios, cuando la mofa hacia los homosexuales formaba parte del folclor nacional. Jamás se inmutó: se había fabricado su propio planeta y vivía con naturalidad en él.

   Que algunos tocaran después a su puerta, era harina de otro costal. En las altas horas se acordaba un pacto de silencio. “Ostentar públicamente semejante condición” era una afrenta social. La hipocresía era premiada, y además, pocos tenían el coraje de Patricia.

   Una tarde me le acerqué. Me enseñó su carné de identidad en el Parque Céspedes, en el corazón de la ciudad. Oficialmente se llamaba José Daniel Roibal Granados, pero hasta él mismo parecía haberlo olvidado. Tenía ochenta años, un poco más.

   Apreté el obturador de la cámara. Una blusa de tirantes, las hebras de mil años, la sonrisa congelada de artista. Cuando la he mostrado, me preguntan si es mi abuela. A Patricia le hubiese gustado: ¡Al fin!, los años le habían puesto más que arrugas, habían revelado a la mujer.

“ Nunca he ido a La Habana”, me repitió como un sonsonete, nunca. Luego me habló de una granja, del trabajo, de las UMAP. Le descreí: “Yo no miento, yo respeto”, subió ligeramente el tono. De su bolso de Penélope, sacó un mugroso boletín lleno de arengas, y una fotografía. Parecía una bailarina embutida en un uniforme militar.

   Patricia lavó para la calle, trabajó en una granja agropecuaria, limpió cuanta mierda apareció —sabe Dios que más―; muchas veces por lo que quisieran darle. Vivía en un tugurio, la bebida iba imponiéndose a su espíritu… aunque de eso no me habló jamás.

   Tiempo después de aquel encuentro, casi por casualidad, me enteré que Patricia había muerto. Recuerdo una fotografía suya con un elegante vestido: la espalda enjuta, una chispa de interrogación y otra de asombro; un jarrón de flores, duplicado ante el bisel.

   Ojalá cuando otras Patricias se interroguen ante el espejo, tengamos una respuesta justa para darle.

Tomado de ON Cuba

Versión en inglés. MARCAR 

PATRICIA: A PAIN BEFORE THE MIRROR 

http://laislaylaespina.blogspot.com/2014/12/patricia-pain-before-mirror.html


viernes, 19 de diciembre de 2014

SALÓN DE ARTE RELIGIOSO: IMÁGENES Y PREMIOS


FE
Primer Premio
(fotografía digital / papel)
Harold César Ferrer Pérez. La Habana

XV Salón de Arte Religioso. Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret. Calle Trinidad 661, Santiago de Cuba , 18 de diciembre de 2014-enero 2015.

 

INRI.  De la serie El peso de la vida
Segundo Premio
(fotografía digital / papel fotográfico)
Álvaro José Brunet Fernández. Sancti Spíritus




LA PIEDAD LLORA
Tercer Premio
Modelo a escala para escultura monumental
(Láminas de aluminio electropulidas)
Juan Ramón Navarro Iglesias y Jorge Bonzón Henríquez. Santiago de Cuba  




LA LUZ DEL MUNDO
Mención
(tecnoarte /objeto escultórico)
 Maikel Moret Santana. La Habana

 


De la serie El capítulo de los vaca sagrada: La pureza de los ideales
Mención´
(óleo sobre lienzo)
Joel González Pallerols. Camagüey




De la serie Movimiento perpetuo: ruega por nosotros
Mención
(impresión fotográfica)
Marqui Rubén Ortega Vasconcelos. La Habana.


Jurado: Antonio Fernández Seoane, presidente;   Roberto Cobas Amate, Israel Castellanos León, Carlos René Aguilera Tamayo y Mario Trenard Sayagu. Asesor religioso: Padre Gustavo Carnero González  

 Recibidas  más de  70 obras de nueve provincias de Cuba.  

 OTROS PARTICIPANTES


A LA ESPERA
Acrílico-lienzo
Leonardo Rubio Bridón. Santiago de Cuba



CAMINO VERDE
Óleo-lienzo
Luis Joaquín Rodríguez Arias. Santiago de Cuba 

EL HOMBRE Y LA CRUZ
Óleo-lienzo 
Yanel Hernández Prieto.    Camagüey




ME DARÁS LA FUERZA
Impresión digital-papel fotográfico 
David Benito Álvarez Salvador
Palma Soriano. Santiago de Cuba. 

ARTÍCULOS RELACIONADOS

♣ Premiado XIV Salón de Arte Religioso


♣ Entregan premios del XII Concurso  Literario Viña Joven

miércoles, 10 de diciembre de 2014

EL CINE en LETRA IMPRESA




Una mirada al catálogo editorial cubano dedicado al séptimo arte, a propósito del 36º Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.

Por Fernando Rodríguez Sosa

Leer cine también puede ser una enriquecedora experiencia. Así lo demuestra una rápida mirada a esos libros que, publicados por sellos editoriales nacionales y territoriales, se han dedicado a llevar a la letra impresa el arte de las imágenes en movimiento.

Son títulos que, desde diversas miradas y perspectivas, analizan figuras, filmes y temas relacionados con las realidades y problemáticas del cine que se hace en el mundo de inicios de un nuevo siglo y milenio.

Aparecen a continuación algunos de esos libros que, a lo largo de los últimos tiempos, firman desde investigadores hasta poetas, quienes han querido testimoniar en sus textos el alcance, trascendencia y permanencia de un arte que contribuye a enriquecer la espiritualidad de los seres humanos.

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La forma realizada. El cine de animación
Dean Luis Reyes
Ediciones ICAIC
La Habana, 2014, 256 pp.

Es propósito de este estudio, según opinión de su autor, agrupar referencias teóricas, análisis de tendencias y tradiciones e, igualmente, presentar algún método probable para ejercer la crítica del cine de animación. Sustentada en una amplia fuente documental, en estas páginas se profundiza, entre otros temas, en el manga y el anime japonés, así como en la animación en los umbrales del cine digital. Crítico, ensayista y profesor, Dean Luis Reyes (Trinidad, Sancti Spíritus, 1972) se ha dedicado al estudio del audiovisual cubano contemporáneo y ha publicado libros como La mirada bajo asedio. El documental reflexivo cubano (2012). Con este libro –como asegura Mario Masvidal Saavedra— el autor es “provocador y demanda erudición de sus lectores, y también flexibilidad de pensamiento, apertura a lo nuevo y rigor en el criterio”.

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Poemas del lente
Reinaldo Cedeño
Colección Laurel
Ediciones Loynaz
Pinar del Río, 2012, 64 pp.

Casi medio centenar de poemas, inspirados en actores y filmes de la cinematografía universal, se agrupan en este cuaderno. Son textos que recrean esas imágenes que el autor, fiel amante del séptimo arte, conserva en su memoria. Así, en esta colección, se rinde tributo a cintas como Lucía, de Humberto Solás; Yo, la peor de todas, de María Luisa Bemberg, y El color púrpura, de Steven Spielberg. Periodista, poeta, narrador, investigador, Reinaldo Cedeño (Santiago de Cuba, 1968) ha publicado, entre otros títulos, el cuaderno de versos Nadie se llama tristeza (1997), la recopilación de textos periodísticos El hueso en el papel (2011), la investigación audiovisual A capa y espada, la aventura de la pantalla (2011) y el libro de cuentos La edad de la insolencia (2013). Hermoso divertimento, galardonado con el Premio Hermanos Loynaz, que invita, desde la poesía, a ver el cine.

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El cine, el crítico y el espectador que vino a cenar
Compilación de Armando Pérez Padrón
Colección Diálogo
Editorial Oriente
Santiago de Cuba, 2013, 136 pp.

Las memorias del XVIII Taller Nacional de Crítica Cinematográfica, llevado a cabo en Camagüey, en marzo del año 2012, se presentan en este volumen. Agrupados en cuatro secciones, se incluyen los textos analizados en las sesiones del encuentro, en que se abordaron, entre otros temas, el documental cubano en la década del setenta del pasado siglo, la cinematografía de Manuel Octavio Gómez, el reverso mítico de Elpidio Valdés y la trascendencia del filme Los sobrevivientes, de Tomás Gutiérrez Alea. Como asegura Armando Pérez Padrón, fundador y director del taller, quien ha preparado esta entrega, la cita camagüeyana “desmiente, una vez más, la nefasta tendencia que se maneja a gran escala en el país de que la sala oscura, como sitio excepcional de encuentro social, pasó a la historia”.

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Dialogar, dialogar
(Escuchar, enseñar, afirmar, aprender)
Alfredo Guevara
Ediciones Nuevo Cine Latinoamericano
La Habana, 2013, 332 pp.

“Si la transformación de la realidad que es la nuestra de hoy, la que hemos construido, supone conocerla, no en bloque, pues no hay realidad en bloque, referirse a ella supone aceptarla en su complejidad, permanente movimiento y capacidad de sorpresa”. Afirmación de Alfredo Guevara (La Habana-1925-2013) en uno de los textos antologados en este volumen. Se reúnen en esta entrega discursos, conferencias, entrevistas, encuentros con jóvenes intelectuales, estudiantes y profesores, fechados entre los años 2005 y 2011, en que uno de los más relevantes promotores del Nuevo Cine Latinoamericano comenta, indaga, cuestiona, reflexiona... Valiosa y enriquecedora lectura para quienes se interesen en el debate sobre realidades y problemáticas del mundo contemporáneo.

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Aventuras de Juan Quin Quin
Julio García-Espinosa
Colección Guión Cubano
Ediciones ICAIC
La Habana, 2014, 264 pp.

En 1967, Julio García-Espinosa escribía y dirigía el filme Aventuras de Juan Quin Quin, basado en una novela del narrador, poeta, investigador, pintor y animador cultural Samuel Feijóo. En este libro –que inaugura, por cierto, la Colección Guión Cubano— se antologan, con selección de Dolores Calviño, diversos materiales relacionados con esa cinta. Aparecen, junto al guión original, opiniones firmadas por García-Espinosa y Feijóo; fotografías y anotaciones durante la filmación; el equipo técnico y el elenco; comentarios, reseñas y críticas a la película, y una relación de los reconocimientos alcanzados dentro y fuera de la isla. Justo homenaje, en palabras del narrador y crítico Francisco López Sacha, a un clásico del cine cubano y uno de los filmes más logrados en la historia del arte cinematográfico en nuestro continente.



martes, 2 de diciembre de 2014

Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014: El medallero olímpico es otra cosa




En Veracruz fueron disputadas y premiadas 432 finales, y entre ellas ascendieron a 50 las pertenecientes a disciplinas que no se dispu­tarán en Río de Janeiro 2016


VERACRUZ.—Los Juegos Olímpicos constituyen el cénit del deporte desde su restauración hace más de un siglo (1896) y siempre resulta interesante valorar cómo marcha Cuba con respecto a otros países al cumplirse una de las etapas del ciclo cuatrienal de preparación.

No pretendemos subcategorizar a los deportes que no ostentan el sello olímpico. No podría concebirlo porque, por el momento, aparece el béisbol, nuestra pasión nacional, pero en los los XXII Juegos Cen­troa­me­ricanos y del Caribe, todavía frescos en el mexicano estado de Veracruz, quedaron re­flejados varios aspectos sobre las proyecciones a la cita estival.

En Veracruz fueron disputadas y premiadas 432 finales, y entre ellas ascendieron a 50 las pertenecientes a disciplinas que no se dispu­tarán en Río de Janeiro 2016, como boliche, el mencionado béisbol, frontón, kárate, patinaje, racquetbol, softbol y squash. Feli­citamos a los campeones y otros medallistas, pero solo utilizaremos en este trabajo las 382 pruebas con etiqueta de los cinco aros.

El deporte cubano acumuló 122 oros en disciplinas olímpicas (solo la de béisbol no cuenta), significando un 32 por ciento del total y una profundidad destacada en dicho entorno.


 El atletismo cubano arrasó 

Y no se vaya a pensar que nuestra armada compitió en todas las pruebas de esa categoría convocadas. Casi normal es la ausencia en equitación, golf y rugby. En el atletismo y la natación hubo muchas pruebas sin cubanos. También faltaron mujeres en ciertos deportes de combate. Por si no bastara, algunas especialidades quedaron sin rubricar sus objetivos.

Los que sobrecumplieron llevaron la batuta, numéricamente encabezados por atletismo (23), tiro (14), judo (13), lucha y remo (10 cada uno), este último con actuación perfecta, al igual que el hockey, de 2-2. Es un quinteto de 70 cetros, casi el 60 por ciento de todo el oro. Si agregamos boxeo (9), canotaje (8) y ciclismo (8) la concentración cualitativa aumenta a ocho deportes, sin olvidar los aportes más modestos, importantes para llegar al total.


 Serguey Torres fue de los más sobresalientes

En el medallero general fue por ocho oros la victoria de Cuba sobre México (123-115). Sin embargo, en el apartado de las modalidades olímpicas la diferencia aumenta a 26 (122-96) y disminuye a 45 el margen en todo tipo de medallas.

Los números muestran semejanza en los cuatro primeros países, pero propulsan a Guatemala al quinto lugar, delante de dominicanos y puertorriqueños. Los siete punteros en ese particular escalafón serían Cuba 122-59-60=241, México 96-93-97=286, Colombia 61­-70-61=192, Venezuela 49-68-99=216, Gua­temala 15-17-31=63, República Dominicana 12-30-18=59 y Puerto Rico 12-23-43=77.


 Hanser García: el único oro de la natación cubana 

Nótese que más de 700 atletas mexicanos estaban presentes, por ser anfitriones, en todas las pruebas y deportes. Igual ocurre con las demás sedes, como hizo Cuba en los Pa­na­mericanos de 1991 o los Centro­ame­ricanos de 1982, con la diferencia de que triunfó.

Resulta evidente que ya no ganamos los Juegos con un margen tan amplio como antes. Pero no hay que sorprenderse. Fue Cuba la principal promotora con la ayuda técnica solidaria. Entre otros factores, los gobiernos de muchos países disponen de recursos muy superiores en instalaciones, equipamientos, nivel de fo­gueo internacional y becas de estimulación.

Dentro de ocho meses vendrán los Juegos Panamericanos y luego en el 2016 los Olím­picos. El saldo veracruzano, además de la victoria absoluta, indica que Cuba continuará como líder de la región en dichas instancias superiores.

Título original: Veracruz el otro medallero, 1de diciembre de 2014 23:12:50