lunes, 21 de marzo de 2016
Pedro Luis Lazo y Luis Tiant harán lanzamientos inaugurales del Cuba-Tampa Bay Ray
El doble campeón olímpico Pedro Luis Lazo hará uno de los lanzamientos simbólicos que marcarán la antesala del duelo de este martes entre una selección cubana y el Tampa Bay Rays de las Grandes Ligas estadounidenses de béisbol
.
El pitcher más ganador en series nacionales (257 éxitos) y protagonista de excelentes desempeños desde las filas del equipo Cuba, con el que ganó 22 partidos, salvó 31 y solo perdió dos, compartirá ese momento con el también emblemático Luis Tiant, tres veces “Todos Estrellas” de la MLB.
Los organizadores informaron que ambos lanzarán simultáneamente desde el box del habanero estadio Latinoamericano como parte del breve preámbulo ceremonial en el que trabajan especialistas del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación.
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sábado, 19 de marzo de 2016
LOS TRANSGRESORES DISCURSOS DE YORICEL ANDINO
Reinaldo Cedeño Pineda
He tenido el
privilegio de asistir a la génesis, al embrión de algún que otro trabajo
contenido en este libro: DISCURSOS TRANSGRESORES: Rupturas en el canon musical cubano (Ediciones Santiago 2015). Imagino que por eso, por nuestras
cercanías poéticas y espirituales, Yoricel me ha confiado la misión de
presentar su libro. ¡Su primer libro!. Debo confesar que lo esperé, que lo
intuí; pero todos esos preámbulos, esos
supuestos, no lograron prepararme. Yoricel Andino acabó sorprendiéndome.
No lo diré yo. Abro espacio a la
prologuista, la doctora Marta Cordiés Jackson: “Mérito incuestionable de este
libro es la transdisciplinariedad de que hace gala la autora, pues combina con acierto, disciplinas
y metodologías para logra su objetivo de dar un mensaje claro, transparente y
lineal que permitirá a sus lectores
adentrarse en cada texto comprendiendo a cabalidad el mensaje que
porta”.
Podría agregarse que Yoricel Andino persigue
la diferencia, toma otras sendas, se las reinventa. En ella podemos
distinguir el ojo avizor, escrutador,
detallista que suele marcar la mirada femenina en materia investigativa; la
capacidad para captar los otros colores de las cosas; así como para asumir riesgos en la desacralización
de los temas. Ese es el trazo que une, música aparte, los cuatro ensayos de
este volumen.
El primero, aborda nada menos que a los
Independientes de Color. Asistimos a un período que antes de ser aquilatado en toda su dimensión
y circunstancias al cumplirse en 2012 el
centenario de su alzamiento resultó por
largo tiempo relegado por la historia, extraviado en la confusión. Su acercamiento, sin embargo, se establece a partir del discurso
texto-musical. Nos bebemos, con
asombro, las representaciones de Ivonet y Estenoz desde la prensa y los
estribillos musicales, el racismo profundo cuasi institucionalizado, y los
intentos reivindicativos que tocan
incluso la contemporaneidad. (Véase tema
citado por la autora: Una gran estatua de
José Miguel, que si la ve Pedro Ivonet, ay /No entiendo que hace ese tipo
ahí después de una Revolución que…)
“Las rosa negras de Manuel Corona”, el segundo trabajo, pude leerlo en la revista Clave. Lo celebré. Se trata esta vez de edición revisada y aumentada. La Andino
discurre por la obra de un clásico de nuestra trova Y aunque se trata de un
creador auténtico, la investigadora se introduce en la urdimbre de los
contextos y la tradición; en la imagen de las féminas ideales: “primorosas,
bondadosas, piadosas… e incluso diosas”.
Extrae
de cada frase una señal, remarca la idealización física y moral de temas como Longina (1918), canción que el bardo, pobre y negro, escribiera por encargo y
curiosamente está dedicada a la mulata
Longina O'Farrill:
“En
las sensuales líneas de tu cuerpo
hermoso / las curvas que se admiran despiertan ilusión / Es la cadencia de tu voz tan cristalina / Tan
suave y argentada… / tus ojos soñadores y tu rostro angelical… / Por esa boca
de concha nacarada”.
Ese ideal y ese blanqueamiento tomará otro
giro con la no menos inmortal Santa
Cecilia (1923). “su segunda gran musa de ébano”. Aquí encontramos ya un “simpático rostro de africana”, un
contracanto, “un nuevo modelo femenino
que, aunque legítimo de su realidad de
forma violenta fue excluido de la idea de belleza instituida por las expresiones
artísticas como valederas por la sociedad”.
Sigue la mujer presente en la trova en el
tercer estudio. Pisan fuerte las “transgresoras”, las que ya no aparecen tan angelicales ni tan primorosas. Que son “coquetas” y toman “como víctima el sujeto masculino”.
La autora recuerda y hace la exégesis de las
Meretrices de Sindo Garay, las flores junto al pantano, la Aurora de Corona (”Ay, Aurora, me has echado al abandono… Has
tratado de engañar el alma mía / Castígala gran Dios con mano fiera / Que sufra mucho pero que no muera”) y La
mujer perjura de Companioni (“Si quieres conocer mujer perjura / los
tormentos que tu infamia
me causó…”)
Los detalles descriptivos desaparecen, pero un
alto lirismo narra la historia de estas mujeres transgresoras. Yoricel repara
en ello, explica: “en su lugar aparecen
las descripciones referentes a rasgos o
contravalores de la conducta”. Hablan aquí la musicóloga y la poeta, caminos
que en ella, a veces parecen reñir; pero
que siempre se presuponen.
Los
discursos transgresores llegan especialmente al último capítulo del libro.
“¿Gato por
liebre? Representación homoerótica en textos de reguetón cubano”. El
reguetón, que algunos han calificado como “el terrorismo de la música” y que la
autora considera, que es un “activo ciudadano musical”, por cuanto porta en su
“lirica texto-.musical los intersticios socioculturales que nos embargan en la
actualidad”. En letra corrida: dicen, a su manera; pero dicen lo que en muchos
ámbitos se calla.
El debate en torno a la diversidad sexual sin
la hipocresía o la invisibilidad de años atrás ha ocupado, ocupa un espacio en el contexto
cubano. La música no es ajena, el reguetón, tampoco. Yoricel se introduce en
sus propuestas en un barrido que aborda el lesbianismo, el sujeto gay,
travestido y bisexual. La heternormatividad, el machismo, los prejuicios, la
mofa, la ocurrencia, la homofobia, la aparente concesión. En los ejemplos que
cita Yoriocel Andino hay para todos:
---“Recuerda
que soy tu primo, /aunque dejé de ser varón / Escríbeme al correo que dejo a
continuación / www.marimari.com
.-- “Tú lo ves en la calle tildándose de pillos / Les gusta que
Yaser les pase el pestillo”
---“Déjenla que viva pero cuál es el dolor / Si son dos gaticas
que se aman / que bonito es el amor”
--- “Recuerda que te vi con Juana / y ahora te veo con Tomás / Tú
lo mismo descargas pa'lante que pa trá”
No hay que olvidar, sostiene,
que “los usuarios de las lenguas forman parte de
la compleja red de relaciones de poder y solidaridad, de dominación y
resistencia… la perspectiva sociocultural, a
partir de la función que cumple el texto como vocero de un contexto
determinado”. Ella nos demuestra que, naturalmente, las canciones no son solo canciones, no solo
verso y nota; que arrastran con ellas la heredad, las aspiraciones, el
contexto…
Con DISCURSOS
TRANSGRESORES: Rupturas en el canon musical cubano, el primer libro de la Andino, ha emergido una óptica otra, un propósito de valorar el eco de lo aparentemente
subalterno una voluntad de
interpretación distintiva de esa gran marca de la cultura nacional que es la música.
Celebro su debut, evoco desde ya las
energías para el próximo intento y recomiendo el poco más de un centenar de
páginas que Ediciones Santiago ha puesto a nuestro alcance. Reitero, les
advierto: Yoricel Andino acabará sorprendiéndoles.
(Presentación en el Festival de la Trova Pepe Sánchez .
UNEAC Santiago de Cuba. 18 de marzo de 2016)
viernes, 11 de marzo de 2016
LA PROFESORA
Cuando me expulsó del
aula, no lo podía creer. Fue una orden tajante, sin réplica posible. La
andanada de conceptos sobre Periodismo, se me había vuelto un amasijo. Caía
sobre mi cabeza, me ahogaba como un paracaídas a destiempo. Me defendí con un
comentario soez.
Hubo una segunda vez, un bis, un remake.
Ahora estaba afuera por callar. No opinaba, no decía, no respiraba. “Así no te
quiero en el aula”, me espetó.
El silencio es demoledor.
Antes de la próxima clase, averiguó sobre mí.
No sé que le dirían: nunca se sabe. Hicimos un pacto, tomamos una tregua. Tenía
algo que me revolvía, que me conectaba con su sutileza de alquimista, con su gracia
de augur.
La Profesora me abrió la puerta de un mundo
ignoto. Me subió la varilla, me tasó las palabras. Me hizo excavar hasta el lecho de rocas. Y comencé a entender el
Periodismo que me transmitía, de pronto, como un susto, como un latido, como
una luz.
He roto tantas lanzas contra tantos molinos...
No sé si ahora La profesora diría lo mismo:
nunca se sabe; pero yo entré a un afluente que no podré abandonar jamás.
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