viernes, 21 de marzo de 2014
RÉQUIEM (SINGULAR) POR PACO DE LUCÍA
Lino E Verdecia Colunga
/ UNEAC Holguín
AHORA que
acabo de escuchar que el extraordinario guitarrista flamenco Paco de Lucía ha
muerto me viene como remembranza una anécdota en torno a la primera vez que el
músico estuvo en Cuba. Años 70. Nadie sabía que su nombre era Francisco Sánchez
Gómez, no creo que hoy muchos lo sepan y tampoco que a muchos ya interese. Era
Paco de Lucía, el más popular guitarrista flamenco en su península y en todo el
mundo, de oriente a occidente, de un polo a otro. Era Paco de Lucía y eso
bastaba.
2.
Su rostro
alargado y joven venía en los periódicos y se ofrecían los datos de sus
presentaciones. La tv transmitió no recuerdo si fragmentos o su concierto,
aunque seguro que por la época deben haber sido solo fragmentos. Todos los
equipos en blanco y negro no permitían valorar los colores de su atuendo, pero
seguro que el de su camisa de mangas largas, si no blanco, era muy pero muy
claro. Camisa con gorguera, el cabello abundante, melena leonina, y al cuello un
dije grande, barroco y brillante.
La doctora Cossío (1), real especialista en
asuntos de la literatura española, admiradora devota de aquellas centurias
doradas donde el acervo y el talento español parió para el mundo tanta criatura
notable, e inclusive antes, traídas del Romancero hazañas de caballeros
valientes; culta conocedora de intríngulis de las cortes medievales de una
insoslayable Europa y de sus costumbres –como diría un pinareño- se apeó con
una manifestación tan, pero tan preñada de prejuicio, que nos descolocó a las
tres personas que en ese instante la acompañábamos en el departamento.
-Mira eso, un artista tan bueno y con tanta
melena y el dije ese…, parece una mujer…
CON rápida
sutileza miré hacia Martha (2) que en una mesa cercana ojeaba un Juventud Rebelde. Conchita (3) dejó de
preparar una clase rodeada de varios libros y me miró con rostro sonriente.
Todos enfocamos a la
Cossío. Flotaba en el ambiente cierto grado de estupefacción.
La persona con más cultura general de aquel colectivo, de conocida posición
feminista, desacralizadora de muchos tabúes, en un momento en que ciertamente
pugnaban todavía los melenudos y los pelados tradicionalistas; la querida y
admirada madre
intelectual de los profesores jóvenes de
la carrera de Letras en la
Facultad de Humanidades rechazaba el atavío y la cabellera de
Paco de Lucía por parecerle algo femenino.
NO solo en el departamento, para toda la Facultad e inclusive en la Universidad , el nombre
de Adolfina Cossío era símbolo de admiración, aprecio y respeto, mucho respeto.
Por eso nos miramos y únicamente Martha -más cercana a la doctora por varias
razones entre las que estaba haber sido su alumna antes que los demás allí
presentes y tal vez porque compartía con ella docencia y amor por lo español-
pronunció algo así como: Pero
docta, qué tiene que ver eso. Es un artista y se sabe que hay modas… Además… ¡se
le ve muy bien!
CONCHITA no
habló, se limitó a emitir un ruidito que solía hacer succionándose los dientes,
sonrió y se paró para mirar la foto que en el Granma encabezaba
el comentario de prensa. Era una tarde tranquila y silenciosa de la que no
puedo recordar fecha más exacta, pero creo que fue a fines de los 70.
Y tal vez por aquello de que me es difícil
quedarme callado cuando experimento la urticaria de los prejuicios, tratando de
ser comedido y en el tono más respetuoso posible, rememorando la clásica frase
del personaje de Algunos
prefieren quemarse (4) y mirando a
los ojos de Martha, atiné a decir sotto voce: …Nadie
es perfecto.
3.
AHORA que aún
no es mediodía acabo de saber que en la madrugada de este 26 de febrero ha
muerto en México Paco de Lucía, grande entre los grandes del flamenco de todos
los tiempos, allí donde brillaron Ramón Montoya, Javier Molina, Manuel Serrapí,
Tomatito, Manolo de Huelva y Agustín
Castellón, alias Sabicas y uno de los
más espectaculares concertistas del cante jondo. Hasta la cumbre llegó
Francisco Sánchez Gómez, Paco de Lucía, que nació en Algeciras el 21 de
diciembre de 1947. Una vez más siempre la
muerte y su paso breve, nos trae
la grisura amarga de lo inesperado y lo recuerdo melenudo, con su camisa blanca
y un dije grande y hermoso junto al cuello. Ahora que al más internacional de
los guitarristas flamencos un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y
homicida […] un empujón brutal lo ha
derribado.
26 de febrero del 2014, 9 00 a .m.
NOTAS
(1) Adolfina
Cossío Esturo (Media Luna, Manzanillo, 1906 – Santiago de Cuba, 1992) aunque
para los no jóvenes huelgan ciertos datos, valga recordar que fue doctora en
Ciencias, decana de la
Facultad de Humanidades, Profesora de Mérito, Orden Ana
Betancourt, Heroína Nacional del Trabajo, condecorada con todas las
distinciones y medallas de la
Educación y miembro de los comités (universitario y provincial) del PCC.
(2) Martha
Parada Marañón (Santiago de Cuba ¿1945?). Licenciada en Letras (1969). Profesora
en la UO hasta
1978. Jubilada en la FAMCA
de la Universidad
de las Artes.
(3) Josefa
de la C. Hernández
Azaret (Cienfuegos 1944 – La Habana ,
1995). Licenciada en Letras (1974). Profesora en la Universidad de Oriente
hasta 1986. Al momento de fallecer trabajaba en la Dirección de Literatura
del Instituto Cubano del Libro (ICL).
(4) La
excelente comedia de Billy Wilder (1906-2002) Con faldas y a lo loco (1959),
protagonizada por Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe, se conoce entre
nosotros como Algunos prefieren quemarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario