lunes, 26 de enero de 2009

PEÑA MINERVA: No hay edad para la alegría


Reinaldo Cedeño Pineda
escribanode@gmail.com

Este 24 de enero de 2008 quiero marcarlo en mi agenda como un día feliz. (En la imagen, la juvenil octogenaria María Esther Rivas recitando el poema Yugo y Estrella)

“Monumentos que caminan” llamó José Martí a los ancianos. La reverencia ante las canas, ennoblece. Crece uno cuando ve el ímpetu reverdecido, la alegría irrenunciable, la poesía… Y es que no hay edades para la alegría.

¿Cuántos años sumarían los asistentes ―las asistentes en su mayoría― a la Peña Minerva en la Casa de los Abuelos Corazones Contentos, en el Reparto Sueño de Santiago de Cuba?


Muchos seguramente.... pero aquí se extrae del pasado, esencia para el presente. Este 24 de enero asistí a este círculo cargado de energías que encabeza la entusiasta Yolanda Franco Sagué, quien hoy jubilada, se desempeñó como instructora de arte, maestra, trabajadora de la televisión… y no ha renunciado a su activismo cultural.

En sus balances, con sus canas, son flores engalanadas, como penachos de nieve en las altas montañas.

La Peña Minerva rindió homenaje a José Martí, adelantándose al 156 aniversario de su natalicio (28 de enero de 1853).

La profesora y escritora Gladys Horruitiner (A la derecha. En la foto aparece además la profesora Silvia Santos) comentó sobre la efeméride y su conmemoración en la época republicana. Tuvimos el lujo de ver, además, un ejemplar del periódico El MUNDO, justamente del 28 de enero de 1953.


La premiada escritora para niños, Ana Belkis Luna Beatón (varias veces galardonada en el concurso La Edad de Oro), comentó el eros leve en algunos versos sencillos martianos ( la acompaña en la foto, la poetisa María Antonia Castro)

Por tus ojos encendidos
Y lo mal puesto de un broche,
Pensé que estuviste anoche
Jugando a juegos prohibidos

María Esther Rivas, la indomable María Esther entregó como sólo ella sabe desde la declamación Yugo y Estrella, todo un himno.

Teresa Madlum, museóloga jubilada, ferviente martiana, destacó la eticidad y la vigencia del pensamiento martiano.


Caridad Pineda Anglada, maestra jubilada, leyó sus décimas, incluida las que intercambiaron ella y la poeta chilena Bárbara Calderón en la red. Leímos a dúo, porque esta maestra que escribe es mi madre. Y ando orgulloso de esto.

La trovadora, Carmen Álvarez (toda una artista en la manipulación de muñecos en la televisión), entregó poemas musicalizados de Martí, y “La era está pariendo un corazón”, de Silvio Rodríguez.

Tengo el honor de haber sido invitado ―mediados los oficios de la poeta Belkis Crespo y de la propia Yolanda―, de haber estrenado algunas crónicas íntimas, como las dedicadas a mis bisabuelos. Y de que aquellas manos venerables me hayan aplaudido. No tengo como agradecer.

Un pequeño brindis, al final.

La próxima Peña Minerva está dedicada al amor. Será el sábado 6 de febrero a las cuatro de la tarde. Lugar: Casa de los Abuelos Corazones Contentos, Avenida de Céspedes entre K y L, Reparto Sueño, Santiago de Cuba.

Apoyaré la idea de un boletín que el grupo quiere fundar.

―¿Y si alguien quiere acudir, Yolanda?
―Sólo tiene que asistir y decir… quiero participar.

1 comentario:

PC dijo...

Sumamente emocionante. Tuve el gusto de recorrer durante 20 días su hermoso país y atesoro muy bellos recuerdos de Santiago de Cuba, Espero en un próximo y pronto viaje volver a recorrer las calles de esa ciudad emblemática de Cuba, donde se respira Revolución, dignidad y orgullo por ser Santiagueños