lunes, 4 de julio de 2011

Yo fui un niño y tuve una canción



Palabras de bienvenida Encuentro de Poetas del Caribe y El Mundo “Jesús Cos Causse” / 4-8 julio 2011 / XXXI Festival del Caribe, Santiago de Cuba


Reinaldo Cedeño Pineda


El profesor hizo la señal inconfundible y me vi frente al aula, puntero en mano. Sin reponerme aún de la sorpresa, localicé en el viejo mapa las islas de Cabo Verde, cerca de la costa norte del África.

—Son estas… estas islas pequeñitas, respondí con desgano.

—Son islas esparcidas por la mano de Dios, me corrigió Augusto, de pie, con todo su orgullo acentuado en portugués.

En la noche, la también caboverdiana Anita me invitó a bailar la morna: la diáspora, el amor, el mar por todas partes. En su cintura y en la voz de Cesaria Évora supe que mi compañero de estudios tenía razón. En esas islas estaba la mano de Dios.

Desde entonces, llevó aprendida la lección.

En ese mismo Océano, siguiendo la ruta de los veleros, hay otras islas tocadas por la gracia. Ante una de ellas, Rodrigo gritó ¡Tierra! y Colón conectó dos mundos ¿Cómo pueden ser pequeñas las islas donde nacieron Walcott y Naipul, Martí y Lola Rodríguez de Tió, Bradwhite y Mac Kay, Roumain y Cesaire, Lamming y Lasana M. Sekou, uno de nuestros ilustres invitados que llega desde San Martín.

En este mismo espacio, bajo estos colores me sobrecogí algunos años atrás ante la exhibición del sable de Toussaint Louverture. Los siglos tocándome en el hombro Y alrededor de la vidriera, El Caribe de infinitas mixturas. El Caribe más allá de las Antillas y Barlovento.

El Caribe aún en el Amazonas, en la patria del agua de Thiago de Mello, con un girasol en la solapa en los martes más grises. El Caribe como fuego inextinguible en el Sur… vuelvo al Sur como se vuelve siempre al amor… El Caribe en los mares del Norte, aún en los canales de Venecia. El Caribe rebelde, viajero, inusitado, sin fronteras, como lo pintó Nicolás Guillén:


Este animal

marítimo y enigmático

tiene una blanca cresta de cristal,

el lomo azul, la cola verde,

vientre de compacto coral,

grises aletas de ciclón.


En Santiago de Cuba nació ayer, en 1803, un poeta que vivió en Venezuela, Santo Domingo, La Florida, que murió en México. Desde sus versos proféticos José María Heredia, estaba inventando la patria… en aterradora soledad.

La poesía acaba siempre adelantándose, siempre definiendo al Océano y al tiempo. Basta una gota, basta un segundo.

En el ir y venir de mi profesión me encontré una mañana con Dulce María Loynaz, Premio Cervantes 1992. Allí, resguardada tras la cancela del Vedado, lirio con mente de ceiba, le escuché decir: la poesía hay que sacarla si es preciso del más allá.

La vida me reservó una velada con Carilda Oliver Labra.

—¿Qué es lo único que no debe hacerse en materia de poesía?, le pregunté.

—Ignorarla, me respondió la novia de Cuba. Poesía es lo que nos salva. Sin poesía no habría puentes ni pirámides, remarcó.

No me es posible darles la bienvenida a la cuna de Heredia y de Maceo, a esta ciudad que sabe mirar a los ojos, a este Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, sin hablar de Jesús, de Jesús Cos Causse. Me parece que va entrar por esa puerta, que ya entra, generoso, con su estampa de Quijote.


La poesía le llegó primero por las victrolas de la esquina antes que por los libros. Asistí a más de una tertulia en su casa, escuché poemas de recién llegados y de viejos amigos, venidos de todas partes. Solo después he sabido valorar el privilegio que me daba como algo natural, el privilegio de sus palabras en mi breve cuaderno. Temo que nunca pude tener a mi alcance la gratitud que debía. Esta ha de ser la ocasión: gracias Jesús por tu poesía, gracias Cos por tu amistad, gracias Jesús Cos Causse por cobijarnos aquí y ahora, bajo tu nombre.

Soy otra vez un adolescente. Me asomo a las últimas páginas de mi libro de Secundaria Básica, a su poema dedicado a Abel Santamaría. El poeta transido ante el héroe. El estudiante transido ante el poeta:


Cuando me arrancaron los ojos

la voz de mi madre comenzó a confundirse con la pólvora del combate

las palomas volaron asustadas y el barquito de papel

se rompió con la caída de la sangre

yo fui un niño y tuve una canción.


(Salón de los Vitrales, Plaza de la Revolución Antonio Maceo. Santiago de Cuba, 4 de julio de 2011)

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Poema de uno de los invitados, Kasi Seghor (Trinidad Tobago)

TODO EL MUNDO SABE

(Fragmentos / Traducción al español)


Todo el mundo sabe

quién es chino

quién es sirio

quién es libanés

Todo el mundo sabe

quién es indio

pero nadie sabe mi nombre.

Todo el mundo sabe

que tengo una nariz y una oreja

la textura de mi pelo

quién es blanco, quién es rubio

Todo el mundo sabe

que no me importa nada

que nadie sabe mi nombre.

Todo el mundo sabe

que querida María estás llena de gracia

que Adán y Eva comenzaron esta raza

el color de la cara de Michael Jackson

Todo el mundo sabe

como ponerme en mi lugar

llamándome por otro nombre.

---PROGRAMA COMPLETO DEL ENCUENTRO DE POETAS DEL CARIBE Y EL MUNDO “Jesús Cos Causse”/ 4-8 julio 2011.

CLIC en http://laislaylaespina.blogspot.com/2011/07/encuentro-deencuentro-de-poetas-del.html