(Reinaldo Cedeño y
Edelmira Palacios. Una instantánea en
los estudios de Radio Taíno en La Habana)
POR
Reinaldo Cedeño Pineda
Versión
en inglés (Luis Ernesto OLiva): EDELMIRA
A veces uno conoce a las personas sin saberlo, las presiente, las intuye
en el aire… hasta que un día aparecen.
Nació en 1953, cinco meses antes del Asalto al Cuartel Moncada, en
Santiago de Cuba. La vida no le dio
demasiadas caricias, pero ella se empeñó en darlas a los demás.
La había oído mencionar tanto que me apuré en conocerla, en reconocerla. La
creación es siempre un misterio. Ella es del tiempo de las fundaciones: había que
dejar de ser para ser.
Los
setenta. Llegó de la emisora CMKC, de haber sustituido un tiempo al maestro Antonio
Lloga, en el primer noticiero infantil de la radio nacional. Creó la programación para niños en CMKW, Radio
Mambí. Trabajó con los pequeños y para ellos.
Fue un hada con traje de obrera.
Los
noventa. Se hizo espacio en La Habana. Radio Enciclopedia. Radio Metropolitana,
Radio Taíno. Durante 17 años escribió, musicalizó, dirigió y produjo Arte
y folclor. Un programa retador, único,
de corte histórico-antropológico.
Entrevistó a investigadores, escritores y artistas de Cuba y el mundo.
Fue
generosa cuando me invitó al estudio, a grabar su programa. Ese programa. Le
miré a los ojos hasta ver sus heridas. Miró a los míos hasta envolverlas con
sus lágrimas. Fue un encuentro de otra dimensión.
Sacó
de mí lo que yo mismo no imaginaba. Dije poemas hasta de memoria, lo que no
hago jamás. Me desbordé. Solo su infinita paciencia le habrá permitido
armar aquella descarga.
Lo
escuché con la profesora María Antonia. En su pequeño radio, en su pequeña mesa. No
me dejará mentir. Nunca podré agradecer su estatura, su cariño.
En los 500 años de la villa de Santiago de Cuba, en 2015, volví a verla.
Apenas tuve tiempo de apretarle las manos, de poner unos libros junto a
ella.
Edelmira Palacios ha saltado océanos. Está tan lejos y está tan cerca. Trabajó
en la radio cubana, en la cultura cubana, desde los dieciocho hasta los sesenta años. Fue
un hada con traje de obrera. Y es mi amiga.
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1 comentario:
QUÈ ENCONTRAZO, REY!!!
Consuelo Almaguer
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