lunes, 1 de julio de 2013
CUERPOS de un deseo DIFERENTE
Jesús Dueñas
Becerra
No tales los árboles que no
sean iguales a los
tuyos […]
Avicena
El poeta,
crítico y ensayista Norge Espinosa es el autor del volumen Cuerpos de un deseo
diferente. Notas sobre homoerotismo, espacio social y cultura en Cuba,
publicado por Ediciones Matanzas, y presentado por el crítico y ensayista
Víctor Fowler, en el contexto de la VI Jornada Cubana de Lucha contra la Homofobia.
Los defensores
a ultranza de la vigente programación socio-cultural (el hombre tiene que ser
macho, varón, masculino, mientras que la
mujer, femenina al ciento por ciento y dócil a los requerimientos fálicos),
estoy seguro de que calificarán el discurso anti machista y anti homofóbico del
talentoso intelectual villaclareño como de incisivo, corrosivo, desafiante y
provocador.
Nada más lejos
de la realidad ni de la verdadera intención del principal artífice de una de
las más fructíferas incursiones en un tema que —por lo complejo de su
tratamiento en el ámbito artístico-literario— había estado más o menos vedado
para los creadores audiovisuales, escritores y profesionales de la prensa,
quienes si se atrevían a filmar o escribir sobre ese polémico asunto corrían el
riesgo de ser condenados a un limbo editorial o desaparecer —como por arte de
la peor magia— del mundo mediático insular.
El discurso
utilizado por Norge Espinosa en ese libro, que recoge un conjunto de artículos,
crónicas y ensayos sobre homoerotismo, espacio social y cultura en la mayor
isla de las Antillas, se sustenta en un soporte histórico y teórico-conceptual
por excelencia, así como en un enfoque eminentemente ético-humanista. Quien lo
dude, solo tiene que hojear las páginas de ese texto, devenido un acercamiento
al movimiento teatral en la Isla ,
aproximaciones literarias y cinematográficas, análisis del pensamiento y la
vida gay, así como eventos homofóbicos, que tienen como gancho literario la
experiencia homoerótica de un adolescente de 17 años de edad, que puede ser
cualquier chico o chica que vive, ama, crea y sueña en nuestro verde caimán.
En realidad,
ese joven —cuyos conflictos emocionales generados no por su orientación sexual,
sino por el rechazo de que es objeto en el seno de la sociedad machista y
homofóbica en que desenvuelve sus actividades habituales— constituye el hilo
conductor de esa audaz aventura poético-literaria.
Norge Espinosa,
quien con su laureado poema “Vestido de novia” sale a la palestra pública,
admite que él puede ser ese adolescente que sufrió en carne propia las mordidas
perpetradas por un ambiente adverso u hostil a la orientación sexual diferente
del otro o no yo.
Las
documentadas reflexiones acerca de los acontecimientos relatados en Cuerpos de
un deseo… acompañan a íconos de la música cubana y textos poéticos antológicos.
Con apoyo en el
work in progress, el lector —convertido en cómplice del autor— podrá completar
información, así como valorar —desde una óptica básicamente objetivo-subjetiva—
poemas, ensayos y artículos que han dialogado a lo largo de más de dos décadas
con el momento socio-histórico en que surgieron, para interrogar, cuestionar,
el cuerpo social de la nación, a la vez que evaluar luces y sombras de una
sociedad en tránsito, signada por las más disímiles complejidades.
El enfoque
histórico de ese volumen está dado, en lo fundamental, por no sepultar en el
olvido y traer al aquí y el ahora —no por resentimiento ni mucho menos por
ajuste de cuentas, sino porque esa época oscura de nuestro devenir como nación
no puede ni debe borrarse de un plumazo— las persecuciones, humillaciones y
acorralamiento de que fueron víctimas las personas —incluidos intelectuales y
artistas de sólido prestigio en el país— por tener una orientación sexual
homoerótica que, en los primeros años de la alborada revolucionaria y hasta
hace solo un lustro, era percibida como una desviación enfermiza o viciosa, no
solo desde el punto de vista sexual, sino también como expresión de
diversionismo ideológico. Hasta se llegó a proclamar que ser gay equivalía a
estar en el bando opuesto a los que amamos y defendemos la Revolución hasta con
nuestra propia sangre…, si fuera necesario.
Esa “cacería de
brujas”, similar a las que llevara a cabo la Inquisición en plena
Edad Media, condicionó las tristemente célebres depuraciones universitarias, a
las que se alude en dicho volumen, donde —por otro lado— se destaca el loable
trabajo desarrollado durante años por la M.Sc. Mariela Castro
Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) y su
entusiasta equipo de profesionales de la sexología, la psicología y la
psiquiatría, cuya misión no es tratar a personas con comportamiento
homoerótico, sino a pacientes con infecciones de transmisión sexual (incluido
el hasta ahora letal VIH-SIDA) que hayan podido adquirir durante sus prácticas
homo o bisexuales.
Al igual que
Norge Espinosa, denuncio y condeno muchos de los tabúes y prejuicios que
todavía persisten alrededor de los hombres y mujeres con conducta homo, bi o
transgénero; actitudes inconsecuentes, hijas naturales del “marabú mental” que
le impiden a quien las adopta aceptar al otro con orientación sexual diferente,
amarlo como es, no como quisiera que fuera, ni siquiera como debiera ser, y por
último, respetar su inviolable condición humana.
Antes de
finalizar me agradaría precisar el hecho de que no solo el cuerpo debe ser
objeto y sujeto de deseo erótico, sino que la libido (apetito sexual), dirigida
a la persona homo, bi o heterosexual debe estar mediatizada por el amor
(decisión libre y responsable adoptada por el soberano de la creación), así
como por el culto a la dignidad humana del prójimo.
Fuente: www.cubaliteraria.cu
(Incitaciones)
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