jueves, 18 de febrero de 2010

“Sé que muero / aunque ardo entre lunas": Homenaje y poemas de Juana Eva Robinson Agramonte



(Juana Eva Robinson Agramonte. "La poesía trasciende el límite fino entre la vida y lo que perdura")

Jesús García Clavijo
irenec@medired.scu.sld.cu

..."A Santiago si voy, espérame, yo te aviso, sin falta, espero estar mejor y asistir"...

Todavía me parece oírla optimista y feliz del otro lado de la línea, poco antes de que comenzara enero, y hoy que casi se termina, ya no está.

A mi lado las cosas que le daría el día 21 en el encuentro con los poetas en Santiago donde no llegó, y todos sabíamos ya que no andaba bien entonces.

Se confirmó su recaída y hoy de un solo golpe me dicen que Juana murió hace dos días.

Juana me dejó un dolor, como todo el cariño que le tengo, siempre dispuesta, llamando para la visita a su provincia y organizando un evento en Baracoa, con todo listo a pesar de su enfermedad, esa que nunca logró vencerla.

Juana me dejó una lección de valor cuando apenas días antes de morir me estaba diciendo que venía, que fuéramos a Guantánamo y después que no, que no se sentía bien para seguir con los preparativos pero que a Santiago si venía, y suspendimos el viaje a Guantánamo porque ella sin falta vendría a Santiago el 21 pues se sentiría bien o mejor y no faltaría al encuentro.

Juana me hizo falta y ella no lo supo, o quizás se lo imaginó porque teníamos planes con sus poemas y su fuerza constante ante las cosas buenas. Las personas se acostumbran a la gente de una forma indefinible pero cierta.

Uno siente que no disfrutó su amistad como debía, o como debió ser.

Alegre como en la foto, leyendo sus poemas en Holguín hace casi un año, practicando con sus amigas poetas en una mesa larga de noche, feliz por el encuentro. Preocupada por los detalles; llamando a Belkis Crespo y dándome informaciones de sus gestiones para el encuentro con los poetas, llamando a Yolanda Franco para ayudar en lo que pudiera.

Juana fue mi amiga, nuestra, y nos honró con sus poemas en la antología que tanto le preocupaba, y su sencillez en los detalles más insignificantes, esa sencillez de las personas grandes que perduran. Así me lo comunicó en su mensaje:

"Hola Jesús. Supe por Belkis que estabas solicitando un solo poema para la Antología. De los cinco que están incluidos en la versión digital, adjunto “Retrato”. Saludos para ti y tu esposa. No pude decirte que tu niña es una belleza. ¡Felicidades! disfruté mucho el rato que estuve en Holguín, gracias por la oportunidad". // Juana Robinson


Después vinieron muchas llamadas por teléfono para coordinar todo lo demás, y su voz nunca me hizo sentir nostalgia, ni falta de optimismo.

Una noche, a mediados de enero, la sentí un poco seria y le pregunté por su salud y me dijo que estaba bien, que saldría sin problemas, hasta se rió para darme fuerzas.

Coordinamos todo; menos su partida.

Les dejo los poemas de una amiga que está, porque la escritura trasciende el límite fino entre la vida y lo que perdura, les dejo su sonrisa, su alegría y sus ganas de vivir.

Jesús García Clavijo
Enero 2010

(Clavijo, Belkis Crespo y Juana Eva en el extremo derecho, toda sonrisa. En Holguín 2009)

POEMAS DE JUANA EVA ROBINSON AGRAMONTE

Viajes a la Nada

Voy de tango y profecía
soy la estampa perturbada
lloro rezo ¡Ave María!
voy cansada

Siembro lluvia enardecida
sobre endebles enramadas
lamo puertas avenidas
sangre helada

Traigo adagios desde el miedo
de los viajes a la nada
rapto ángeles del cielo
voy cansada

Retrato

De vuelta a estos trazos me contemplo
efímera seca
soy la hoja que surca huellas en el aire
sin cauce sin vida
Soy río que desborda su llanto
en el miedo en la soledad
que no sabe por qué muere
en un lecho de sal y arena
de rondas que golpean y huyen
Regreso postrada en una nube
sin la flor precisa
o el aroma del verbo tardío
ya ni siquiera soy hoja
ni río ni tiempo
ni cauce de sal y piedra
llevo los pies desnudos como sabanas
ahora soy tierra fértil sin cultivos
Dios sabe cuanto los deseé
Repítanse los claros de luna
los arcoiris las sirenas
que este afán avive el fuego en mis entrañas
y esta noche o antes del alba
el torrente estalle
en estas sábanas sin máculas
y vuelva a sentirme hembra
en el último rincón de esta cama


En el vórtice

Sé que muero
aunque ardo entre lunas
Nadie sabe qué tiempo
callan las cenizas
menos mal
que no languidezco toda
y que puedo sostenerme
en el empeño de los días
Aunque no lo crean
ansío los artificios de otras pasiones
el fulgor que me lame

Sé que muero
en el vórtice de la conjura
menos mal
que la hiena es cauta.

Sobre el lienzo

Temo a las sombras
donde alguien calla la herida
el dolor se muere dolor
el candil se desvanece.

Conozco el encanto de otras sombras
caprichos de sol
que desencadena el alba
y atreguan la muerte
mientras
ámame donde otras sombras
Haz que la muerte entone odas a la vida
a los amores que no verán el fin
y se torne luz sobre el lienzo.

Hacia el laberinto

Vuelven
las huellas que el tiempo no calcinó
estas noches
atada a horas de incertidumbre
como el acróbata que estrena las cuerdas
una y otra vez hacia el laberinto.

Cuando ceja el manantial

La tierra añora dinosaurios
esta verdad lacera
mas no arrojaré reproches
¿Acaso no adivinan el alud?
No las manos yertas
no la embriaguez que roza el vacío
no la lluvia estéril en el lecho
reverso y cruz

Soy corcel
cabalgaré hasta donde la música es credo
--- lumbre ---
escudo de un adiós que no resiento
Ya nada remedia este clamor
necesito del fango que me lustre
¿Dónde están las fronteras
las nuevas comarcas?
¿Por qué ceja el manantial
cuando es dolor la sed?
necesito de las piedras para alojar los vicios
del hambre para escoltar afanes
desdoblarme en el barro.

Prisionera

Disimula su vigilia
escribe el verso en una tira de papel
cómplice de razón y delirios
prisionera de esta umbría
que destoca el tiempo.

Cuando me acuesto

Mientras duermo
el cansancio se desliza
como agua
que gravita sobre el agua
un intrépido goce
alivia mis arrugas.

Rumor de dos

Me atrapa el aura de las cosas más simples
su luz auténtica
la quietud del aire por ejemplo
un pajarillo picoteando mi traspatio
una guitarra
Me gusta husmear en los acertijos
en la picardía del pregón
mi identidad
Me regocija la lírica de Buena Fe
el Diablo Ilustrado
Sur Caribe
yo también siento nostalgia por el cencerro
--sudor en La Trocha--
Me sirven estos borrones
un fino pincel
el néctar de las azucenas
y hasta el hedor del anamú
pero en este páramo donde aguardo
donde el aire es desafío
y me defiendo
aquí donde estoy
en medio de este océano
prefiero el rumor de dos
en una noche sin rigores
el nimbo que fulgura en las sombras
mientras huyo de mis pies
al amparo de un gaviero.

El hálito del camino

No vengas de traje o calzado nuevo
soy de otras pasarelas
no arrulles como un mirlo blanco
sólo busco la fe
no llegues como brisa cantora
usurpando mi pereza en las mañanas
ven hermético
aún hay frío
y la bruma se atasca en mis trochas
aprendí que amarse en estos tiempos
es voltear como una moneda
que pronto gravita
como un sordo cascabel

Si eliges venir
no esgrimas disfraces
acércate con pasos largos
te concedo
las orgías de este invierno
muéstrame que eres sol
mas no olvides arrancarle
briznas de hinojo al camino
y esparcir su hálito en tus labios
para que yo los merme


Juana Eva Robinson Agramonte. Guantánamo. (1954-2010)

Licenciada en idioma inglés. Poeta. Miembro del Taller literario Rubén Martínez Villena de la Casa de la Cultura de Guantánamo. 2do premio de poesía por la obra “Si te nombra” en Concurso Protesta de Baraguá: Símbolo luminoso del Moncada; Guantánamo 2003. Mención XXVI Encuentro Municipal de Talleres Literarios por la obra “Lejos del borde”; Abril del 2004. 2do premio Encuentro de Mujeres Creadoras de la Federación de Mujeres Cubanas por la obra “Como estrellas”; 2005. Publicación del plegable “El encanto de otras sombras”; Ediciones Catedral de Santiago de Cuba, 2006. Publicación en Revista Internacional de Literatura “AIR” No.18 y No. 19, 2007 - 2008 Málaga, España. Publicada en la selección de poesías Del Quetzal al Tocororo, Cuba-Guatemala 2009.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tres intiresno, gracias