miércoles, 23 de abril de 2008

LA LUPE rediviva



(El periodista Reinaldo Cedeño, entre la directora de la puesta LA LUPE, Bárbara Rivero (izquierda) y la actriz, Monse Duany, a la derecha)

REINALDO CEDEÑO PINEDA

La vida de Lupe Yoli Raymond Soler (Santiago de Cuba, 1936- Nueva York, 1992), es indescriptible. Muchos meses me pasé revisando periódicos, libros y revistas. Hurgando aquí y allá, pude ver algunos videos de La Yiyiyi por obra de milagro.

He ganado amigos mientras investigaba sobre su vida. Convencí a otros escépticos, volví a San Pedrito, al entorno de su casa, donde muchos le recuerdan. Y así un día publiqué un artículo que ha tenido mucha suerte, que muchos me han agradecido:

(VER ARTÍCULO COMPLETO: La Lupe…Aún con el diablo en el cuerpo… EN: http://laislaylaespina.blogspot.com/2007/11/la-lupe-el-diablo-en-el-cuerpo.html )

En febrero de 2008, asistí a la intimidad de la sala Adolfo Llauradó, como quien va a una revelación. La obra La Lupe (texto de Roberto Pérez León y dirección artística de Bárbara Rivero).

Cerraba un ciclo.


Me encontré con La Lupe rediviva, La Lupe con sus perlas, con sus gritos y lágrimas. La Lupe con su maldita nostalgia por La Habana. La Lupe como un fantasma yéndose tras las redes…


La joven Monse Duany, presta su piel para que ella le habite. Y nos entrega declaraciones exclusivas:

“Interpretar a La Lupe fue en primer termino un reto. Cuando Fernando Blaco (amigo del autor) y Bárbara Rivero me propusieron interpretar este personaje, no sabía de quien se trataba; no la conocí.

“Acudí rápidamente a un amigo, el musicólogo Helio Orovio, quien sin titubear me prestó un casete que traía para su hermana, Norma Yoli. Y cuando la vi, me dije: ‘su vida fue realmente un verdadero drama teatral’.
“Cada vez que salgo al escenario tengo la sensación de que está a mi lado, y me da mucha fuerza. Cuando termino mis presentaciones me siento agotada, porque me entrego profundamente, eso es algo que tenemos en común.

“Además ambas somos santiagueras. Pienso que La Yiyiyi vivió intensamente cada faceta de su vida, eso es algo que también llevo conmigo. Creo que sólo tenemos una vida y debemos disfrutarla intensamente”.

(En el final de la puesta teatral, conmueve la sombra de la Lupe tras las redes, como una presencia fantasmal)


Tomé algunas imágenes que hoy comparto en red, que se me entraron en la memoria para siempre.

Con todo, faltan misterios por develar, falta mucho para aquilatar los éxitos y angustias de La Lupe, en la tierra que la vio nacer.

A contrapelo de todo, es esa chica que ganó la fama universal, dejando en el escenario una huella más larga que aquella chimenea que veía todos los días desde su humilde casa en el barrio de San Pedrito, en su Santiago de Cuba.
(La Lupe fue la primera en ser declarada Reina de la Canción Latina)


Irreverente, marginal, hiriente, trepidante, teatral, visceral, impúdica, salvaje, ciclónica, agresiva, demente, sensual, escandalosa, excitante, única, truquera, descarada, excéntrica, legendaria, irrepetible…

Y sobre todo eso: legendaria, irrepetible.
Gracias, Monse. Gracias Bárbara, gracias Roberto, por habernos devuelto a La Lupe. (23/04/2008)
OPINIONES

Hola…. preparándome para la reaparición con otros trabajos y también reponer para otros escenario a "La lupe".
Me encantó el artículo bien sencillo y sobre todo escueto.
Un beso enorme
Monse
(Recibida vía e mail, 25 abril 2008)

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