miércoles, 15 de mayo de 2013
A través de un BUEN LENTE
María de las Mercedes Rodríguez Puzo
En sentido contrario al mundo fue Reinaldo
Cedeño Pineda, todos adaptan los clásicos de la literatura a la gran pantalla,
pero él se atrevió a tomar varias cintas impactantes para trasladarlas a las
hojas de un poemario.
Con el carácter ameno que lo caracteriza, el
escritor y periodista santiaguero presentó este martes 14 de mayo, en el
contexto de la
Jornada Provincial de Lucha contra la Homofobia , su obra más
reciente, Poemas del Lente, ganadora del Concurso Hermanos Loynaz 2012.
La filmografía seleccionada por Cedeño quizás
no esté compuesta en su totalidad por obras maestras del cine, pero sí abordan
temas puntuales y necesarios para rescatar a la humanidad del abismo y la
desidia. Scarlett O´Hara prometiéndose hacer cualquier cosa para no vivir en la
pobreza mientras mira al viento; en otra escena una madre pide perdón por no
comprender la homosexualidad de su hijo que acaba de suicidarse en el mismo
instante en que un niño cambia la vida de una mujer que escribe cartas en la Estación Central
de Brasil. A ellos se suman en un silbido Julia y Mariana con miedo a la vida,
mientras Elpidio espera una señal para cambiar.
Maestría e ingenio distinguen estos poemas,
simples, pero profundos, en los que el autor pone de manifiesto una verdad
irrefutable: El arte nos conmueve y nos libera cuando transmite valores
universales como la equidad y el respeto a los demás, independientemente de la
orientación sexual, etnia, condición social o creencias.
No cabe dudas, Poemas del lente trastocó a los
presentes –yo entre ellos-, por eso quisiera compartir con ustedes los versos dedicados a la que es en mi
opinión la mejor película cubana de los últimos cinco años. Me refiero a Casa
Vieja del director Léster Hamlet, producida en el 2010.
Casa Vieja
No digas que soy distinto en el pasillo
de la casa vieja
di la palabra con todos sus dolores
aunque la madre se muera con los brazos a la
cabeza
aunque a la hermana se le escape
el vaso de las manos
aunque haya que gritarlo
dilo
no pidas perdón
no me gustan las estatuas
no me gustan los limpios ni los puros
que silencio
cuando las dejo en el portal detrás de la madera
que invierno
cuando subo la ventana
mi padre siempre dijo que estoy huyendo
como si hubiera hecho una maldad
mi padre de las jaulas y los grillos.
Se me ha hecho tarde para volver
Se me ha hecho tarde.
Tomado de su blog CAMINANDO
También publicado en el periódico Sierra Maestra
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