martes, 20 de septiembre de 2016
“Sobre EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA”: Mireya Chico Díaz / PREMIO TERCERA EDAD / V Concurso Caridad Pineda In Memoriam
Es el libro más
importante que he leído en mi vida; me he relacionado mucho con él a través del
tiempo, y me ha ocasionado alegrías,
tristezas, compasión y asombro.
Mi profesor de pre universitario, era un
español de pura cepa, y fue el primero
que me motivó el interés por estos dos grandes personajes de la literatura
universal: Don Quijote y Sancho Panza, los cuales fortalecen su amistad
mientras realizan un sinnúmero de
disparatadas aventuras con el objetivo
de arreglar todo lo mal hecho.
Su manera de introducir la clase fue por
medio de una anécdota que le ocurrió cuando era un adolescente. Recibió de sus
padres en un cumpleaños una edición de lujo en papel biblia de Don Quijote de
la Mancha. Contó
que la hojeó y nos aseguró que apenas la leyó, y que no le dio ninguna
importancia. Inmediatamente pensé que a mí me iba a ocurrir lo mismo, que yo
también era una adolescente y no
disponía de tanto tiempo para leer, pues
tenía otras cosas que hacer…
Años más tarde estuvo preso durante la Guerra Civil en España y fue condenado a la silla eléctrica, de la cual, por suerte,
pudo escapar… y allí como un deseo de
última voluntad pidió leer Don Quijote de la Mancha, la estudió de forma autodidacta y quedó
maravillado. Su historia me sorprendió y llegué a pensar que había un tanto de
fantasía y que era una bella historia
para lograr impresionarnos. Pero no, yo lo admiraba mucho y me extasiaba en sus
clases que eran con música clásica y diapositivas de cuadros de pintores famosos del siglo que estábamos
estudiando, todo un derroche de cultura y de creatividad de su parte. Hoy en
día, su clase sería todo un ejemplo de la mejor clase contemporánea.
Cuando me gradué del preuniversitario me
matriculé en el Pedagógico Enrique José Varona para formarme como profesora de
Español-Literatura y me
correspondió estudiar de nuevo esta gran
obra. Ya sabía lo que me esperaba porque tenía un profesor muy exigente y la
manera de evaluarnos era un examen de comprobación de lectura el lunes
siguiente; pero esa no era la única asignatura que yo estudiaba. No me daba tiempo en una semana a leerme una obra
tan larga, pero yo me acordaba de la
síntesis que me había explicado en el Pre.., aquel querido profesor ,y decidí
que no tenía tiempo para leerla completa
para el día de la prueba, así que leí algunos capítulos: mucha información
sobre la novela ,méritos del autor y sus valores. En todo eso empleé la
semana y me sentía muy bien preparada
para enfrentar el examen.
Lo realicé con mucha soltura, fui
desarrollando mis ideas con lo que
sabía y lo iba adornando con lo que
había leído. Llené una cuartilla y terminé destacando mi admiración por los
personajes, la novela y su autor.
Obtuve una buena nota, como la esperaba, pero
al final de mi examen venía un mensaje
escrito por mi profesor..
Su examen es brillante para cualquier autor
siglo o movimiento literario, por favor LEÁSE EL QUIJOTE….
De la alegría de la nota pasé a la vergüenza y
el sonrojo delante del profesor. Me dolió mucho el resultado, me sentí
descubierta. No dije nada y me senté a escuchar las clases que comenzaban sobre
esta novela y parte de las horas del
programa estaban previstas para ver y analizar las versiones de las películas
dedicadas a esta obra.
Me propuse que en algún momento de mi vida
leería la novela completa con tiempo y sin
trampas, pues estaba en deuda con el profesor. Lo hice en mis primeras
vacaciones y disfruté de las diferentes aventuras del amo y su escudero, como la del hombre que
azota a un joven, la liberación de los galeotes, el enfrentamiento con los
molinos de viento, del amor platónico de Don Quijote por Dulcinea y el gobierno de Sancho en la Ínsula Barataría,
aplicando la justicia con gran agudeza y serenidad, mientras demostraba
que era un humilde hombre de
pueblo.
Entonces comprendí a mi primer profesor, y
el por qué nos había inculcado con gran pasión su admiración por la primera
novela moderna escrita por Cervantes.
La fuerza de sus personajes me hizo
quererlos. La magia de su grandeza me
atrapó, su locura razonable y sus
sentimientos altruistas me emocionaron, y por eso aprendí que hace falta mucha locura para verlo todo y
debemos estar listos siempre para enristrar la lanza y cargar con Rocinante
cuando haga falta,
Es el libro que más me ha cautivado y en cada
nueva lectura encuentro que los sueños
de Don Quijote son los de todos los
cubanos. Es y será la primera novela
universal de todos los tiempos.
DE LA AUTORA / Mireya Chico Díaz (La Habana)
Graduada de la Universidad de la Habana en el año
1972 de la carrera de profesoral Superior del Pedagógico Enrique José Varona en
la Especialidad de Español Literatura. Ejerció como profesora y Metodóloga de
dicha disciplina durante 40 años hasta su jubilación
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