domingo, 1 de julio de 2012

UN NIDO para Gisela de la Torre




Reinaldo Cedeño Pineda


Un niño se sienta cabizbajo y meditabundo en un tronco del bosque, cuando pisa supuestamente un nido de perdices. A seguidas, llega el leñador refunfuñando, porque en realidad... han pisado su desayuno.
    ―!Uf! ¡Qué suerte! No fue un nidito. De ahora en adelante tendré más cuidado al caminar por el bosque.
   Esta es una historia minimal, en verdad; pero tras ella se esconden otras esencialidades; así como las pequeñas semillas son la génesis del bosque.
   Un nido es más que una brizna de hierba junto a otra. Se trata de la paciencia y el amor trenzados. Un nido es el germen de la vida. El mundo necesita muchas voces que rescaten lo que se nos aparece como algo espontáneo, y es sin embargo, obra de la naturaleza, de su infinita creación. La naturaleza, la inimitable, la inconquistable.
   Cuando un niño está triste, algún duende ha muerto. Por eso la tristeza del niño ante la posibilidad de haber destruido los huevos, de haber truncado una vida, es por su sencillez, más conmovedora y aleccionadora.
   Tales asertos los ha resumido Gisela de la Torre Montoya en ochenta y cinco palabras. Apenas ochenta y cinco palabras. Como un trazo de pincel. No se ha fatigado en grandes razones ni en excesos didácticos. Cuando un niño dice “Mi maestra es buena”, ya está dicho todo. Los niños son los ojos del mundo. Gisela es también una niña.
   El nido tuvo su presentación inicial en la Feria del Libro de La Habana, pero no podía dejar de tener la suya en Santiago de Cuba.  
    La Casa Editora Abril se nos aparece con esta propuesta de imágenes que se levantan del texto, de mucho verde, de colores. Y aflora indefectiblemente la nostalgia de los que ya vamos entrando en vida, por aquellos libros de otras geografías, de tapas duras, de cartoné, con sus historias de osos, de bosques, viejos carros, de gallinitas doradas…
   Pero volvamos. Siempre hay que volver. El nido debe mucho a las ilustraciones de Ramón Castellanos Blanco, quien ha atrapado el espíritu de la autora y lo ha traducido de manera primorosa.  
  
   
(Gisela de la Torre junto al escritor y editor Enrique Pérez Díaz)  

 Cuando en este mismo lugar presenté el primer libro de la autora, La sirena que quería las estrellas, me permití hacer de oráculo. Era fácil después de haber visto todos sus manuscritos. Advertí que vendrían otros, que vendrán otros, por más que la autora me ha confesado que tal vez se tome un descanso. Podrá pensarlo, pero no lo cumplirá. Otra vez estoy enredado en predicciones. Escribir es como la vida: uno sabe cuando nace, no cuando será el fin.
   Aquí les dejo El nido, un libro hermoso. Y a una escritora con muchos nervios, a esta abuela con otra razón para ser feliz.  
        

Presentación del libro EL NIDO (Casa Editora Abril) de Gisela de la Torre Montoya en la librería Ateneo, Amado Ramón Sánchez en Santiago de Cuba, 30 de junio de 2012.



  

1 comentario:

Anónimo dijo...

RECIBIDO VIA E MAIL DE LA POETISA JUANITA POCHET CALA

Querido Cedeño.Abrazos.Los mejores deseos. Bella la Web.Cultura profunda. Cariño y felicitaciones a Gisela. hermosa su obra,la conozco. Mucho de amor para los niños que alegra A los amigos un abrazo bien estrecho.Feliz Fiesta del Fuego. Ojala y me recuerden conmigo. Los abrazo,Juanita Pochet.

Blog: la isla y... LA ESPINA
Entrada: UN NIDO para Gisela de la Torre
Enlace: http://laislaylaespina.blogspot.com/2012/07/un-nido-para-gisela-de-la-torre.html

--