LONG DAY
Para Lina
una casa que existe
en mi
Como una casa que existe
despierto
entre misceláneas 6:00 am
Si la ojeada fuera
perversa o común
en sus ansias cotidianas
no hallaré salidas
puertas afueras
en el largo día
de quien va a morir
esta misma noche.
- ¿Qué hora es?
Despierto con el mundo y el mundo rehace cuentas como
si fuera un ábaco gigante. Puede ser la nota principal para mi aseo. Lo hago
bien; lo hago experto en quitar todo. Estoy reordenando cosas de ayer y cosas
de hoy que surgieron ayer, y sin dudas las cosas de hoy que hubiese podido
dejar para las horas pasadas. No por mucho madrugar se amanece, y es la frase
del padre de mi madre, cuando abre un ojo, después el otro con un ectropión, a
punto de cirugía.
- Buenos días
Me exigen restauración de asuntos, los de ayer
pendientes en devenir. 7:02 minutos.
Al Frente y atrás, rutinas de movimientos matutinos al baño, al comedor,
- Buenos
días, pan y leche y café.
- ¿Trajeron
la prensa?
- Te ha llegado una carta...
- ¿una postal?
- Un email
- (Brother, revísame estos textos)
- ¿Qué hora es?
Me dan ganas de ir
al parque
O abajo, donde
sé que no vale la pena caer
y sigo leyendo
otros textos de mi amigo (me dice hermano en inglés)
- ¿Irías abajo, o al parque, conmigo?
Un anciano, el mío, mi abuelo
me acompaña con la prensa en sus manos
al parque
entre poesía
y noticias que morirán ahora.
- Dicen que se murió ese hombre... el de ayer por la
tarde.
- No leas... dobla tu prensa bajo el
brazo...
- En las escaleras no... esa es lectura, prohibida para ti.
Aquella es
una casa que existe, la mía
desde arriba
la sostenemos
mi madre mi
abuelo yo
- Nos sentamos allí, con las vecinas, ellas comentan
entre sí
En sus casas, que no existen hasta la noche
no hay modo de hacer los alimentos
no sabrían leer poéticas de mis amigos
- (Brother, haz todo los apuntes en el dorso
del
cuaderno; los que quieras)
- Este pretende el David; lo entiendo
- ¿Qué hora es?
Vamos de regreso a casa
Vamos por la avenida de los arces... ¿lo son?
Una casa es mi emporio de esencias
no la subasto
no la vendo
no la doy prestada a cambio de pan
una casa, la mía que existe en un buzón
- Lee los pronósticos del día, lee informaciones, lee
más
- Llegamos... abajo el parque, las escaleras, vecinas olvidadas para mí.
- Tienes 3
cartas
- ¿Acaso son emails de esta mañana?
- Son 3 vía postal
Una casa
mi casa
existe con una mujer de
palabras cortas
con un anciano de larguras
en la mirada
- pon la radio, escuchemos la expresión social
- ¿Qué hora es?... te insisto... por favor, ¿dime qué
hora es?
La peor gestión es la que no haces, te explicaré como
si fuera vía postal o vía de ficticios por email. 11:59. Yo quisiera despertar sin reinicio de la conciencia, sin
conexiones de ayer.
- Me voy al cuarto, leeré poesías de mi amigo,
escucharé la radio,
- ¿más tarde me alimento?
Dosis de resplandor en un ojo y otro, me permiten
ordenar la sintaxis del cuarto: aspas empolvadas, una lámpara beige de esbeltez
década 50, mis pies, dos almohadas para un sola cervical, puede ser demasiado.
El calendario esnob de la feria hace dos años, muestra en sus papales de
injerto la fecha contemporánea. Brisas adelantadas según la hora lo quieren
arrancar como si pudieran ser gone with the wind. A izquierda y derecha bolsos
de tela y cartulina, manchas de un poema que estuvo y se cayó hace tiempo. 3:45 de la tarde. A estas alturas ya es
tardanza lo que transcurre en mi hogar.
- (Brother, apunta sin temores, léelo todo bien... lee
con fe)
-¿una taza de café?
Aún me exigen retomar asuntos de una planificación
yesterday. Es la música de mi vecina en el balcón antes de limpiar con mucha fe
su sanitario. Largo día al parecer con la radio, charlas de semiología,
análisis pre-operatorio de mi abuelo, para decirlo ilógico.
-
Sintonizo otra vez la radio, en mi cuarto, en mi casa
- ¿molesto?
- Buenas tardes, más alto por favor
- Musicales
- Por favor... molestas... apágala ya
Una casa
Existe en el recorrido de los años de mi abuelo
En la ruta al cuarto de mi madre y al baño, otra vez.
A la magnifica entrega, en mi intimidad sanitaria.
- ¿Terminaste la prensa?
- Sólo los poemas del amigo... (me ha dicho brother) la prensa no, todavía
- Un volante debajo de la puerta... te invitan
- ¿Vas a ir?
Si mi casa no existiera
sería la
memoria de un verso
un reportaje en las ondas
un anuncio de fiesta nacional
- Dime si vas... dime ahora, si vas a llegar tarde.
- Vengo a las doce
- ¿Qué hora es?
- llamó un amigo... llama otro día
- llamó una amiga... viene después
Horarios de una casa que existe
esquemas de silencio,
los ecos revertidos cuando se acerca el instante de
morir.
Antes enumero mis vivezas
poemas de otro amigo,
cartas vía postal, o por email
- Te han dejado otro recado
- (Brother, estoy en casa, no vengas mañana, todo está al revés...)
- Buenas noches
- ¿ya vas a dormir?
Una casa
mi casa real a punto de morir
la abandono por fuerza o por descuido como un poeta descomunal
No me resguarda de las sombras
No me protege del terror
Ahora asusta el final de las horas
-No dormiré...
tengo mensajes pendientes. Buenas noches
- Hago un poema
- Escribo una
carta
- ¿Qué hora es?
- long day
Escribo hoy los apuntes de un día después. Motivos
reiterados para entender mi vida son gestos de sobra en la incomprensión más
evidente. Experimentación y experiencia, mañana, tarde y noche. Juegos de
alabanza o de silencio en el paso de horarios, no es mi coloquio el matiz para decir los
acontecimientos. Verbo crudo, en el
principio y en el fin, como un teorema de verdades.
- Presiento
que no lo van a admitir... mañana
- Ahora duermen
mi abuelo mi madre
Parece que esta noche,
definitivamente,
ya no voy a
morir.
LEANDRO BÁEZ BLANCO
(Santiago de Cuba, 1978) Poeta, comunicador social,
profesor de Semiótica y guionista. Ha publicado en las revistas AMNIOS, SIC,
Caserón, La Noria,
Desliz y Alma Mater. Aparece en la antología Cuatro rostros de la palabra y en el Diccionario de Escritores
Santiagueros. Entre sus premios: Premio de la Ciudad (2003). Premio Medalla del Soneto Clásico
(2009), Primer Premio Luisa Pérez de Zambrana (2004).
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