(Instantes de la presentación del disco. Casa ARTEX, Santiago de Cuba, Artífices del disco e invitados. Reinaldo Cedeño, con el micrófono, autor de las notas. A la derecha, Eddy Cardoza y José Manuel García, productores del fonograma y el maestro Inaudis Paisán, con su típico sombrero)
REINALDO CEDEÑO PINEDA
Fotos: Cortesía
de Roberto Loo Vázquez
Dicen que las calles se llenaban de sonidos.
Dicen que las muchachas entornaban las ventanas para verles pasar. La ciudad se
contagiaba de alegría con los jóvenes estudiantes, con los bisoños músicos
llegados desde El Tivolí, desde barrios cercanos, y deslizaba una mano
agradecida en sus bolsillos. Esa bohemia que llenó los bailes de máscaras y las
festividades públicas, se remonta al temprano siglo XIX, con la influencia
cultural de los asentamientos franceses, y vive un resurgimiento en las
postrimerías de esa propia centuria, cuando se constituyen agrupaciones
estables en el suroriente cubano.
La Estudiantina Invasora
es una superviviente. A estas alturas, tal vez la única. Fundada en 1927 en
Santiago de Cuba, se propuso “invadir” la Isla con el son, en momentos de fuerte influencia
jazzística. A su historia están unidas
figuras de nuestra música, entre ellas, el inolvidable bajista Roberto Nápoles.
Ha recorrido mundo ―del Viejo continente a las arenas del Sahara, del Caribe al
firme americano―, mas el grupo reserva un instante íntimo en su trayectoria: el
homenaje de toda la agrupación a un nombre mítico para la música, Antonio
Machín, en la necrópolis de Sevilla, en la tierra ibérica que le ha sido tan
propicia.
Heredera de aquel legado, la Estudiantina Invasora
conserva una estructura heterogénea: dos guitarras, un tres, un contrabajo, una
trompeta, un timbal y dos cantantes diestros además con el güiro y las maracas;
todo lo cual le dota de un sonido auténtico y original. No todos los días puede
encontrarse una agrupación cuya versatilidad le permita abordar, con tal soltura, los géneros musicales tradicionales. Basta
escuchar este disco para darse cuenta. Aguanta
ahí es un regalo.
Inaudis Paisán Mallet, al frente de la Estudiantina Invasora
desde 1991, es un trompetista de dos mundos aparentemente distantes. Ha
integrado formatos populares ―al lado de maestros como Electo Rosell, “Chepín”
y Pacho Alonso― y es fundador de la Orquesta Sinfónica
de Oriente. Una autoridad innegable le asiste. Su trompeta es sello
inconfundible, y sus matices, línea unificadora del diseño sonoro. Director
musical de este fonograma y solista vocal de dos temas, su mano se advierte en
la propuesta abarcadora, la solidez de las ejecuciones y la equilibrada
selección de títulos. No faltan imprescindibles como Ángel Almenares, Arsenio
Rodríguez, Juan Pablo Miranda y Eusebio Delfín.
Si El son
de mi Santiago (José Luis
Lozada), es el pórtico del fonograma; El
Día que Dios, pieza del compositor Alfredo Fabar, resume el espíritu del
disco. Por su picaresca, asoma el cosmos de una larga tradición, el sabor
genuino del son y el acople de un conjunto sui géneris. Humberto Bisset y José
Cabrera ponen en sus gargantas, el tono justo del canto sonero. No hay quien
pueda quedar indiferente… El día que Dios
/ me mande a buscar / voy a pedirle que me deje un rato más / porque quiero
guarachar/ porque quiero vacilar / porque me han dicho / que allá arriba no es
igual…/ Aguanta ahí / que yo no estoy apura'o…
Reinaldo Creagh hace del bolero En Falso (Graciano Gómez) un momento
inolvidable, digno de escucharse una y otra vez. El nonagenario cantante ―que hizo época con La Vieja Trova
Santiaguera― despliega, a la par de un sereno equilibrio, una interpretación
señorial que delata una época de oro. Es uno de los lujos que se gasta esta
producción. Asimismo, la obra acierta al extender invitación especial al estilo, a la voz de
Adriano Rodríguez, Eugenio Rodríguez (“El Raspa”) y la dama de la trova
santiaguera, Eva Griñán, una tríada de respeto que la Estudiantina respalda
con eficacia. Para soltar los pies, El
chivo (Víctor de los Santos), es el cierre escogido en la concepción
discográfica.
Aunque toda
obra de este tipo es un afán de voluntades, no es posible dejar de apuntarlo. Aguanta ahí debe su aparición a la
incansable labor de José Manuel García y Eddy Cardoza, un binomio de
productores que va aportando obra fértil para la memoria sonora de la Isla. La Estudiantina
Invasora festeja con este disco sus ¡ochenta y cinco años de tradición!,
inscrita ya en el catálogo de leyendas
de la música cubana.
♠ Notas del fonograma Aguanta
ahí / Inaudis Paisán y la Estudiantina Invasora. BIS
MUSIC 2012. Presentado oficialmente en ARTEX, Santiago de Cuba, 24 de julio de
2012.
3 comentarios:
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que bueno saber que la Estudiantina Invasora siguen, un saludo al gran Maestro Inaudis Paisán desde Nueva York.
Gracias, que bueno saber que Estudiantina Invasora sigue activo, un salduso al gran maestro Inaudis Paisan desde Nueva York.
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