jueves, 20 de noviembre de 2008

CARACOL 2008 (III) CHAO, telenovela


Reinaldo Cedeño Pineda
escribanode@gmail.com

Mi madre esperaba cada noche la telenovela como su gran momento…. pero ha tenido que ir reacondicionando su pasión a ciertos días: el de las telenovelas y series extranjeras.

Las ofertas cubanas, en ambientes cubanos, con actores, directores y escritores cubanos, con historias transcurridas en Cuba... ya se las sabe de memoria.

La actual propuesta, “Las huérfanas de la Obrapía”, en su segunda vuelta, se extenderá hasta… junio del 2009. No se lo he dicho aún.

A mediados de año, podremos ver un breve estreno (¡UN ESTRENO!). Y luego, habrá otras retransmisiones.

Vengo del Caracol 2008, evento organizado por la sección de cine, radio y televisión de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Tuve la oportunidad de intercambiar con realizadores, investigadores, directivos de la televisión cubana. Mucho lo agradezco.

No quiero repetir lo ya escrito, y en consecuencia, seré escueto sobre aquellas ideas que creo necesario remarcar, aunque vayan apoyadas esta vez por nuevas informaciones:

Una telenovela exige recursos: financieros y técnicos. Sin ellos, no es posible estrenar nuevas ofertas.

Los proyectos presentados (dramatizados o no) necesitan una especial atención. Merecerían revaluarse los mecanismos empleados para su aprobación y los especialistas convocados para ello. Sin ir más lejos, ahí están dos propuestas avaladas ( y fallidas): “Donde hay hombres no hay fantasmas” y “A romper el coco”.

Los estudios de audiencia y las investigaciones sobre los medios, requieren de mayor espacio, consideración y proyección, tanto interna como pública.

Una telenovela es una obra artística audiovisual. ¿Quién se atreve a mirarla por encima del hombro como un programa de segunda?

Una telenovela está asentada en la tradición y legitimada por sus largos años de permanencia. Sus valores o falencias se hallan en dependencia de su realización, sus elementos técnicos y su nivel estético, igual que cualquier otra propuesta audiovisual.

Una telenovela (una serie dramatizada en general) suele tocar resortes humanos universales relacionados con el sentimiento. Por eso mismo, resulta una vía, cuantas veces más eficaz que la propaganda directa, para abordar temáticas difíciles o polémicas de cualquier esfera de la vida. Siempre recuerdo a Martí: “Dígase la verdad que se tiene, con el mayor arte con que se puede decirlo”

La producción dramatizada (telenovelas, teleplays, teatros, cuentos, aventuras…) resulta una de las columnas de cualquier televisión. Creo, sinceramente, que esa apreciación se ha extraviado en algún lado. Y es menester recuperarla, para iniciar sobre ella, otras consideraciones.

Por el momento, mi madre se está volviendo una experta en actores brasileños... y me ha pedido hace unos días, que le enseñe el manejo del DVD.

ARTÍCULO RELACIONADO:

---TV Cubana: La impiedad de las huérfanas y el Océano de las repeticiones
http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/10/tv-cubana-i-la-impiedad-de-las-hurfanas.html

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Y qué decir del espacio aventuras?
¿Por qué otra vez la Atenea está en San Miguel, y Mi familia es un Dibujo?
¿De qué valió anunciar con bombos y platilllos Los tres Villalobos si todavía demora su puesta en pantalla?

Yolanda Molina Pérez dijo...

Hace tiempo que quiero escribir sobre el tema, más extensamente de lo que un comentario de esta índole permite, como con otras deficiencias que son cotidianas se repiten las cosas como un eco cansado y nadie acaba de tumbar la pared en la cual rebota y retorna a nosotros...
Verdades esenciales planteas en tus análisis del tema, lo vergonzoso es que sean harto conocidas por expertos, funcionarios y aún no acaben de llegar las soluciones, retransmisiones hemos vivido muchas ¿atesoras recuerdos del Viejo Espigón y los espectáculos de Rafaela Carra, o los excelentes humorísticos ingleses, Si no fuera por papá, George y Mildred o Un hombre en Casa? eso por solo recordar aquellos más frecuentes en nuestras vacaciones, es un viejo mal de acomodarse, y en aquel entonces no había las excusas que se esgrimen hoy.
Tecnología y dinero no valen nada sin talento, ganas de hacer, eficiencia y eficacia, la TV nacional tiene segmentos muy peculiares, pero los dramatizados ya deben de ser vistos como un proyecto de sustento económico de todo el aparato, que si se hacen buenas, seguro se logra ese propósito, hace falta abrir la mente de guionistas, asesores, realizadores y gastar el dinero de producción con sentido artístico que las escenografías y decorados, dan un dolor de vergüenza y en los casos en que se aventuran con regresiones históricas la barrabasada en cuanto a vestuario y ambientación es visible hasta para cualquier inexperto...
Mientras tu mamá aprende a manejar el DVD, se abre un espacio para los que comercian con series, películas y novelas...Mientras dos canales nacionales lanzan sus señales las 24 horas del día y no son capaces de retener a los televidentes.
Sé de alguien que dice que la programación de la TV está hecha para responder al programa de ahorro de energía,todos apagamos los televisores...
hasta mis hijas que son menores de 10 años ya están hastiadas de las retransmisiones....
otro tema que da mucha tela por donde cortar es el espacio preponderante que ha ganado la TV en el panorama nacional como una opción asequible, a pesar de sus males,ante la ineficiencia de otras instituciones e instalaciones culturales...
Un abrazo

Yolanda Molina Pérez dijo...

Hace tiempo que quiero escribir sobre el tema, más extensamente de lo que un comentario de esta índole permite, como con otras deficiencias que son cotidianas se repiten las cosas como un eco cansado y nadie acaba de tumbar la pared en la cual rebota y retorna a nosotros...
Verdades esenciales planteas en tus análisis del tema, lo vergonzoso es que sean harto conocidas por expertos, funcionarios y aún no acaben de llegar las soluciones, retransmisiones hemos vivido muchas ¿atesoras recuerdos del Viejo Espigón y los espectáculos de Rafaela Carra, o los excelentes humorísticos ingleses, Si no fuera por papá, George y Mildred o Un hombre en Casa? eso por solo recordar aquellos más frecuentes en nuestras vacaciones, es un viejo mal de acomodarse, y en aquel entonces no había las excusas que se esgrimen hoy.
Tecnología y dinero no valen nada sin talento, ganas de hacer, eficiencia y eficacia, la TV nacional tiene segmentos muy peculiares, pero los dramatizados ya deben de ser vistos como un proyecto de sustento económico de todo el aparato, que si se hacen buenas, seguro se logra ese propósito, hace falta abrir la mente de guionistas, asesores, realizadores y gastar el dinero de producción con sentido artístico que las escenografías y decorados, dan un dolor de vergüenza y en los casos en que se aventuran con regresiones históricas la barrabasada en cuanto a vestuario y ambientación es visible hasta para cualquier inexperto...
Mientras tu mamá aprende a manejar el DVD, se abre un espacio para los que comercian con series, películas y novelas...Mientras dos canales nacionales lanzan sus señales las 24 horas del día y no son capaces de retener a los televidentes.
Sé de alguien que dice que la programación de la TV está hecha para responder al programa de ahorro de energía,todos apagamos los televisores...
hasta mis hijas que son menores de 10 años ya están hastiadas de las retransmisiones....
otro tema que da mucha tela por donde cortar es el espacio preponderante que ha ganado la TV en el panorama nacional como una opción asequible, a pesar de sus males,ante la ineficiencia de otras instituciones e instalaciones culturales...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estimado Polemista:
Sabe que es lo peor de todo este asunto? Mucho peor que volver a ver las mismas historias, los mismos set mal hechos, las mismas malas actuaciones y todo eso... mucho peor que todo eso, es que nuestros actores, actrices, tecnicos, disenadores, directores y guionistas estan sin trabajar y, muchos de ellos, con una familia que mantener.
Luego nos extranamos y hasta nos ofendemos cuando se van a buscar nuevos horizontes fuera de nuestras fronteras.
Que trabajo hay para nuestros actores? La television, ya nos has contado, esta vedada para ellos. Entonces, que les queda?? una puesta de teatro por tres o cuatro fines de semana a lo sumo??
No creo que sea mucho cuando se trata de mantener a sus familias.
O sea que el problema de nuestra television va mas alla, de que nosotros como televidentes tengamos que ver las mismas cosas de hace cinco anos. LA television cubana, como industria o entidad productora, esta totalmente en crisis y puede tener tanta repercusion social como si cerraran una fabrica que diera empleo a cientos de personas. Solo que esta fabrica, ademas de empleo, es la responsable de llevar los suenos, el entretenimiento y la distraccion a millones de hogares en todo el pais.
Muchas gracias por tu comentario Reynaldo, sobre todo por acercarnos a ese evento teorico del CARACOL en donde tantas cosas importantes para el destino de nuestros medios se abordan.
Un saludo
Alexis

Amparo dijo...

Reinaldo: La repetición de los progrmas televisivos es tema de conversación en cualquier lugar, la casa, el trabajo, la bodega... Es que estamos cansados de que repitan tanto, las telenovelas y las series para niños y adolescentes. Recuerdo los clásicos que desfilaron en el espacio Aventuras, en vivo, sin la tecnología tan avanzada que existe ahora. Y si repitieran programas que estuvieron en pantalla hace más tiempo, por ejemplo El árabe, Los bandidos de Río Frío, y otros que muchos jóvenes no cnocieron y que ya casi no se recuerdan, dije esos dos porque me gustaron y son los que más recuerdo, pero claro que hay muchos más. Y espero que no vuelva Sol de batey. Cuando vi a Dibu de nuevo no lo creía. Lo que dice Yolanda lo ha dicho mi mamá tantas veces: Es un modo de ahorrar electricidad... Un abrazo