(Pintura del argentino Oscar Polzonetti)
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La gente que yo conocíJesús García Clavijo
irenec@medired.scu.sld.cu
Haber vivido, además de ser un gran recuerdo como dijo un poeta, es una posibilidad de conocer mucha gente. De todas, uno no puede hablar de una vez y poco a poco he ido hablando de algunas importantes en mi vida. Leyendo a Retamar, en su libro Recuerdo a… me puse a pensar en las personas que yo recordaba, por suerte a muchas y más aquellas que conocí, aunque ellas no me conocieran, o ya se olvidaran por el paso del tiempo.
Así conocí, por suerte a Nicolás Guillén, realmente no fue por mi cultura de aquellos años iniciales de adolescente, si no porque vivía cerca de la UNEAC en La Habana y allí pasaba buenos ratos entre poetas y artistas importantes.
Antes había conocido a Bola de Nieve y a su padre, no en la UNEAC, fue en una playa en Santiago de Cuba donde vivo, y luego...
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La increíble historia de PANCHÓNJesús García Clavijo
irenec@medired.scu.sld.cu
Uno vive y el tiempo pasa tan rápido que va dejando asignaturas pendientes porque otras nos examinaron primero.
Yo tengo varias y al menos una cumplí en este viaje de enero a Holguín, ir a ver a mi amigo Panchón.
Tengo una amiga reciente en esa ciudad a la que le gusta mis historias de su pueblo, allí viví casi 5 años terribles de mi vida, Holguín, definitivamente, es una ciudad lejos del mar y por tanto lejos de la ternura, el menos para mi.
En ese tiempo de mi estancia-trabajo en Holguín, conocí muchas personas importantes: al Guayabero, figura emblemática de la cultura nacional, pronto se le hará un documental, por fin se lo merecía en vida. Tuve la dicha de poder ver la maqueta del mismo con sus realizadores, con el que descargaba en la Casa de la Trova y en otro lugar desordenado, pero mas hermoso que luego, con el tiempo, le pusieron su nombre, alguien sentía lo mismo que yo pero podía mas y así lo hizo para el bien de todos. Conste, que no conocí al guayabero por cultura ni por cantante, lo conocí porque como no tenía donde dormir muchas veces, pues andaba de bohemio con los bohemios de verdad y así pasaban las horas menos malas en la ciudad de los parques, que para mi era la ciudad de los bancos-dormitorios pues indiscutiblemente debía parar en ellos al menos dos horas hasta que llegara el transporte a mi trabajo a 7 kilómetros de ellos y que muchas veces recorrí a pie para variar.
También conocí a Juana Bacallao, tremenda figura de las pistas de cabaret y de Cuba entera, y sus muchachitas alegres del cuerpo de baile que tenían buen cuerpo y al menos una me dio un lado en su cama y en su corazón; así me lo creí y a estas alturas no pienso cambiar mi opinión, es mejor dejarla positiva. Ellas vivían durante su temporada en el hotel Praga, recientemente allí me hospedé lleno de esos recuerdos y de algunos vectores de nueva generación. Ya el Praga no es el mismo, perdió el encanto de sus pasillos clandestinos y sus cuartos amplios y semioscuros. Muchas veces lo moderno aparta la poesía. Al viejo carpetero de las madrugadas culto y borracho, pero eficiente lo sustituyeron por otras jóvenes no borrachas y menos eficientes pero mas preparadas. Les falta la imaginación de aquel buen hombre con sus misterios de muchos años dando llaves de madrugadas y cambiando sabanas.
Así conocí a muchas personas buenas y menos buenas, pero hoy las recuerdo como buenas a todas, con el tiempo la bondad toma otro matiz.
Entre esas buenas personas, conocí a una muchacha hermosa, las holguineras son bellas arriba y flacas abajo, casi todas, digo las holguineras, ya en cuba nadie es de ningún lugar, andamos ligados en todas las provincias y muy pronto de muchos países, así que casi todas. Le llamaremos Marta….
RELATO COMPLETO:
http://laislaylaespina.blogspot.com/2010/02/la-increible-historia-de-panchon.html♣ BENEDETTI
Domingo 17 de mayo 11.40 pm
Don Brenno y Matilde debían ser muy felices cuando nos dieron a Mario Benedetti el 14 de septiembre de 1920, quien luego tuvo la mala costumbre de andar metido en muchos cuartos de muchos amores, o entre muchos amores sin cuartos, o en amores que no por obligación fueron a cuartos. no sé, pero en mis amores siempre estuvo entrometido desde que lo conocí y perseguí sus escritos y sus libros con las mismas fuerzas que perseguía al amor. Desde entonces han sido mis amigos inseparables y sus poemas una herramienta para no sentirme solo.
Dentro de horas todos los titulares dirán que Mario Benedetti murió en Montevideo, pero no dirán que yo presentía la noticia, con el mismo dolor que he presentido la partida de algún ser querido. Mario era mi amigo en lo mas intimo, aunque el no lo supiera realmente, es común no decirle a los vivos lo bueno que son en lo que hacen o lo importante que son en nuestras vidas. es una cosa comúnmente mala, a la cual no me sumo y digo a cada uno, siempre, lo importante que son y lo agradecido que les estoy, pero se me fue Mario y ahora queda el espacio vacío que nos dijo cortes.
Alberto es un amigo mío que también perseguía los libros de Benedetti como yo, y sus poemas sueltos y sus ensayos en la revista Casa de las Américas. Alberto era hermano de Katia que también le gustaban los poemas pero no tanto como a mí. Nunca amo sin un pedazo de poesía entre las sabanas. Alberto me llamo y me dejo la noticia como un suspiro.
Pero a Benedetti no podrán enterrarlo hoy, ya es lunes; entre otras cosas porque era amigo de cuba, acá vivió y nos defendió con la claridad de sus ideas políticas que jamás oculto y lo llevo al exilio por muchos años, en Cuba encontró hogar, para honrarnos con su obra.
Lucy, que vivía con su abuelo muy viejo y alcohólico, en una casa enorme, me invitaba a conversar de sus tormentos amorosos, pero siempre en la sala de su casa. realmente, Lucy era sólo Lucy, pero una noche me invito a su cuarto y detrás de la puerta que cerró, estaba a todo lo largo un poema tremendo de Benedetti que se llama inventario:... no te quedes inmóvil al borde del camino, no te duermas sin sueño, no ames con desgano, no te salves ahora ni nunca, no te salves. pero si pese a todo no puedes evitarlo, y te duermes sin sueño, y amas sin desgano, y te quedas inmóvil al borde del camino y te salvas, entonces, no te quedes conmigo... así mas o menos decía aquel largo poema que leí muchas madrugadas desde los senos Apurados de Lucy. Lucy se fue de cuba, pero antes me regalo aquel pergamino con el poema que decíamos como un Ave María, cada noche de encuentros tras las puertas.
Pero Benedetti me saco de apuros, su poesía me devolvía al mundo de los sentimientos cuando golpeado por las cosas de mortales, me sentía decaer por la ausencia de un amor, o su partida. Uno siempre sufre las partidas, aunque no las diga, como extraña las playas y la arena.
... El amor es una bahía linda y misteriosa, donde los barcos vienen y se van, pero tu, por favor, no te vayas....mas o menos así decía otro poema que recitaba en mis madrugadas de conquistas adolescentes adulto, realmente nunca tuve adolescencia, pase de la infancia a mil responsabilidades que no me dejaron libre esa etapa de conquistas, fui un adolescente adulto, lo que me desquito ahora con la vida siendo un adulto que ama como adolescente, y lo peor es que me lo creo.
Pero además, Benedetti tiene uno de los libros de cabecera mío y quisiera ustedes, mis amigos, mis personas importantes, mis íntimos de las descargas y madrugadas de lluvias como esta, lo leyeran algún día, o lo releyeran, se llama la tregua, una novela tan amplia que de todos nosotros tiene algo escondido en cada pagina del diario, es un libro en forma de diario. Muy original, cito varias veces ese texto en mis conferencias y mis artículos. En la tregua encontraba mucho de mí. Encuentro, hoy lo comencé a releer en honor al amigo que lo escribió.
Léanlo y verán como los atrapa. También se hizo una película argentina creo, la vi varias veces.
Uno vuelve a los libros para encontrarse en el tiempo y se sorprende.
Acá en Cuba hace muchos años atendí a un escritor uruguayo, Luis Alberto Martínez, escribíamos a cuatro manos una página entera en un diario uruguayo que me daba mucho placer hacerlo, se llamaba La página: Cuba hoy, y un día me dijo que Benedetti le había comentado sobre mí. No le pregunte que Benedetti, preferí creerme que era Mario, pero también podría ser Paquito Benedetti el que repartía la prensa en los cerros de Uruguay y me envío un peine de regalo cuando Luis Alberto vino a Cuba a escribir convenios por quince días y se enamoró, y paró durmiendo sin dinero en la sala de mi casa porque una mulata santiaguera lo dejo así, sin pasajes de regreso a su Uruguay y nos pasábamos las madrugadas llorando su desgracia entre cervezas, poemas de Benedetti, Mario, y canciones de un grupo uruguayo que canta muy lindo, Los Nocheros creo se llama, y muchas veces leíamos La Tregua, o algún poema de su amigo Mario Benedetti, más o menos contemporáneo con él. Ante la duda de cual Benedetti le había hablado de mis artículos, preferí ni preguntar y creerme, orgullo interior, que fue Mario.
También un jardinero del cerro se apedillaba Benedetti, parece que ese apellido es común allá. Con decirlo no cometo ningún pecado, solo lo dejo en la misma duda que me gusta tener.
Les decía de la Tregua, y le regalaba un ejemplar al amor de entonces, si no me comentaba en una semana, no era sensible como yo y perdía el libro, pero la mayoría me decía sus ideas, incluso párrafos completos del libro, que no les dije, que era de amor, no se los contare, a los que no lo han leído, pero es una historia bella de amor. en un texto entre la pareja dice ella: ...pero hay que comprender que la mujer identifica el sexo con la conciencia, allí puede estar la peor culpa, la mayor felicidad, el problema mas arduo...
Bueno, esto esta muy lindo, pero en cuba no funciona mucho que digamos, acá se ven otras cosas mas profundas y humanas en la relación y la elección de la pareja, son aportes de la mujer cubana. no todas, para no ser absoluto, no me gusta, casi todas son asi de profundas, van a los sentimientos mas humanos del hombre y algunos hombres de la mujer, los hombres somos mas animales, las mujeres, como dice el libro son mas concientes, en todas partes, pero en cuba son mejores, por eso las adoro, por su sentido del sentimiento humano. Son profundas. Las mujeres en sentido general enamoran a los hombres, luego nosotros de bobos nos creemos que las conquistamos. No me lo reclamen a mi, díganselo a freud. Aunque el tampoco conoció a la mujer cubana y las cualidades espirituales que buscan en los hombres, donde la casa y el sueldo, es algo que decide muchos amores descarriados, dos conceptos espirituales importantes.
Hoy estoy como sabina en su canción a La Habana, ya es muy largo el texto y ustedes se cansan de leerme, yo prefiero lean a Benedetti.
Busqué en el libro la fecha de hoy, 17 de mayo, y es precisamente en que él le declara su amor a ella y ella lo acepta, pero de una forma muy peculiar de hacerlo ambos.
Es de esa forma peculiar como debe siempre existir el amor.
Llueve ahora, como todo el día pero la lluvia de la madrugada es distinta, la lluvia fue un personaje recurrente en la obra de Benedetti. Hoy escribí a una amiga que me gusta el milagro de la lluvia.
Ojala lean la tregua, y admiren a su autor, y amen con el, o se encuentren un poema suyo colgado detrás de la puerta de un cuarto que se desnuda, o se sorprendan con un barco y una bahía, donde pidan por favor, al amor, que no se vaya, como yo a ustedes, que son tan importantes para mí.
Feliz semana
♣ Los POEMAS DE JESÚS GARCÍA CLAVIJO
Los locos
miran fijo como si pensaran
o dan vueltas a sus ojos
buscando.
Los locos no miran los horarios
bailan sin música
abrazados
una canción como la Balada de Piazzolla
tiernamente.
Colocan una señal
y mueven los brazos dibujando.
Se entregan en un gemido
inmenso.
Los locos comen sentados en la cama
con la mano
y los pies descalzos
sobre las aguas que pasaron.
Salen y nadie entiende
ni un saludo, ni una brisa
ni una flor en el espacio
donde dejar sus desventuras.
Los locos leen el sonido
y nadie se explica cómo
descubren el trazo más fino y útil de la ternura.
Los locos, de amor, andan sueltos
por el mundo.
En pleno vuelo
La ciudad se detiene desnuda
muy cerca en la cocina
como antes al lado mío
cuando la ciudad eras tú
con tus miedos, y los míos.
Cuando eras la ciudad, mi ciudad
simplemente todas mis ciudades de tu cuerpo
en el plato donde está
tu olor, tu piel, tu espalda, tus dedos
tu canción
en pleno vuelo.
Línea del tiempo
Dame una escalera que me lleve a ti
cuando los peldaños andados se desgasten.
Una escalera hasta la barba de Whitman
para que me preste un poema que enamore.
Dame una calle larga que me de tiempo a encontrar
un verso de Safo en la momia más lejana
como la gardenia de Lucía
hasta con su mismo grito
aplastándose contra las piedras.
Dame el tiempo que me lleve a Rembrandt
para pedirle la magia de sus tonos
y poner pinceles en la punta de la cama
cuando intento un poema entre Lezama
y las serpientes de Silvio.
Dame un peldaño más
y otro febrero
durmiendo niño entre tus senos.
Verdad
No te escribe el poeta
que palpó tu vientre
no te habla el hombre
que escaló tu espalda
no te siente la sombra
que amaneció contigo
no te toca la luz
que atrapaste en el camino
Es el día que te llama
es la noche que no llega
es la lluvia que dejaste
es la vida que no cesa.
Nota de prensa
Se busca una mujer
que sueñe sobre mi pecho.
Que no se apure
y rompa la monotonía toda.
Amanecida
germine una flor .
Desnuda
abra todas las ventanas
y pase la luz
el aire fino de su pelo.
Si la encuentran
le dicen
con cuidado
en secreto
que la vida es otra cosa .
Que la espero todavía.
Bagacillo
Mi poema no es de versos
es un parto que espera tu palmada.
No son versos
eres tú a las dos de la mañana.
Mi poema es el parto
tú de azul
quitando el bagacillo de mi espalda.
Es tenerte
al borde de una espera prolongada.
Mi poema es de sollozos
perenne matriz de tus palabras
tu pelo suelto
tu mano y la palmada.
Zafra
A las dos y media te siento calentita
en plena madrugada.
A las siete la entrada.
Las diez y media es otra cosa
el verso anda debajo de tu blusa
punteando el camino y tu llegada.
A las cuatro es la salida
cansada y dulce andando hasta la casa.
A las seis estamos juntos
esperando el toque largo de las diez y media
que es otra cosa
si cerramos la puerta y las ventanas.
Confesiones
Te recuerdo siempre
como el hombre de la mano que me palpa
aunque no te diga
el temor a perderme en las mañanas.
Te recuerdo
con mi piel caliente en tu mirada
en el deseo de escalarme tu montaña
de tenerte un instante
entre mis senos y mi garganta.
Esa mujer
Esa mujer estremeció
despertó un duende y voló
con todas las gaviotas de la tarde.
Esa mujer anda ausente
sujetando una sonrisa rota.
Sus ventanas mantienen el paisaje
se esconde y se encuentra
cuando amanece o llueve.
Cuidado con esa mujer
cuando despierte
estremecida de tantas soledades
decidida
a defender su esperanza.
Tu miel y tu mirada
Soy el balcón y la mirada
el callejón y la salida
el agua y la tinaja
la voz en el camino
tu cuerpo y la ciudad
el mar y la montaña
tu piel y la mañana
el jueves y la semana
cada vuelta tuya por la cama
el justo medio de tu pelvis
tu mano engarrotada en la baranda
tu miel y tu mirada.
De un amor y la sonrisa
No puedo escribir sin estar en tu sonrisa
aunque detrás todo el mar se me confunda.
No puedo sin pensar en tus contornos
mientras toco los bordes que transpiran.
Hoy camino entre tu cuerpo
porque no puedo escribir
sin pensar en tu sonrisa
cuando esquirlas de tu vientre me penetran
en puntillas, unos segundos
en el punto sensible que culmina.
Hoy no duermo en tus caderas si suspiras
y la tarde y los dioses y las aguas
y tu cuerpo revolcado entre la brisa
que descubres mientras beso
palmo a palmo tus rodillas
y mis dedos se confunden
y de prisa, pienso y sueño, peregrino
insomne feliz cuando palpitas y te estiras
y me atas entre dientes y caricias.
Pero así no puedo, amor
dormir sin tu olor, ni tu sonrisa.
Duda
¿Qué será del que no escribe?
¿Del que no habla con los dioses?
Ni contigo. Trocha
Raquel tecleaba y no dormía
madrugando tinta en sus espejos.
Raquel no dormía en sus libretos
pero la vida le cambio de golpe
dejando una hoja sin consuelo.
Musicaba la oscuridad
como en dos tiempos.
Solo polvos son las teclas de Raquel
en los dolores de mi padre
que transforma su teclado.
El sonido de las letras que se callan
como el silencio
olvidado en una esquina.
Fin de año
Si supieras diciembre
no me importa el 31.
Tu poder termina a las doce.
Comienza el mío
hasta otro encuentro.
Poema por encargo
Detrás de los cristales
un poema
de risa sin etiquetas
ni esperanzas.
Después del cristal
calles andadas
de ciudad entorpecida por encuentros
y una cita.
Es la mano quizás
mañana vuelva al reflejo
con el poema
por encargo.
Inédito
Certifico que es inédito
no está contratado con ninguna editorial.
Ejemplar único
no habrá otro así sobre la tierra,
para eso
tendría que existir otra ella y otro yo
y acabamos de ser dos
desde esta noche.
Sin pensarte
Voy a escribir un poema para olvidarte
para dejarte al lado.
Voy a escribir un poema, simplemente
y no respondan mis llamados, ni los tuyos.
Voy a escribir un poema donde no estés
ni tus suspiros, ni tu llanto.
Voy a escribir un poema
donde hable de amor y no te nombre
ni extrañe tus caricias, ni tu piel.
Voy a escribir un poema para olvidarte.
Un poema, que no maltrate
cuando pueda
cerrar la puerta, sin pensarte.
Lam
Wilfredo dejó sus trazos
mientras Eva se le fue como a Picasso.
Sentimos sus obras y no sabemos
no podremos saber
todo el tiempo de sus miedos
tras La silla en La jungla.
Sin piernas para el viaje
se fue un verano caluroso en la Habana.
Cuando era otoño en París.
Taller
Somos dos tontos que se desgastan para arreglar el mundo
como si tuviera arreglo.
Somos dos tontos que se besan negociando
un poema que nos deja sin garganta.
Somos dos tontos que se quedan sin aliento
mirando las manchas del techo o la gotera de la sala
tratando de arreglar el mundo como si tuviera arreglo
con una varita mágica o una palabra de la lámpara.
Como si tuviera arreglo el mundo
si faltaran todos esos tontos que se aman.
Obrapía
La Habana sigue siendo descubierta
y no dejamos migajas de pan para el regreso
ni una marca en el puente de retorno.
La Habana sigue abriendo sus columnas como brazos
en las visitas de mis padres y mi sombra en la escalera.
La baranda olvidará las manos que pasaron
pero mantendrá la música de Silvio con que amaron.
La Habana sigue siendo descubierta
sin migajas de pan para el regreso
mientras cierran las murallas y nos vamos.
Para definirte
No es de ti la palabra suspendida
la mujer nunca deja un espacio sin perfume.
No es de huir, donde haces tu partida
una mujer, amando nunca huye.
No es vivir, mirando quien nos mira
ni luchar sentada mientras giras.
Es de ti, la duda adormecida
ver partir y seguir andando
y detenida.
Sitios
Amo los sitios
y es eterna la luz entre tus cantos.
Amo en ti lo que no tuve
cuando perdí el espejo
haciendo malabares con mis actos
la palabra que salva
en los sitios que amo de tu cuerpo
cuando anidas despacio en mis escalas
donde te encuentro y me reflejo.
Un poema para despertar a María Eugenia
A todos los asesinados por la dictadura en Argentina.
Acabo de escuchar a Gelman
y me acordé de ti.
También él vivió su exilio
quizás todos, los exilios de la vuelta
pero al menos Gelman,
lo encontró detrás de otros silencios.
Que buen misterio para pensar un poco
para mirar a Marta en sus decretos
y a Jorge pensativo frente a un cuadro.
Gelman tiernamente emocionado
acariciaba el pelito mojadito de su hijita
y los chicos lo dejaban para siempre
en los graffitis escolares de María Eugenia
susurrando sus temores a media asta
agarrando en silencio la poesía de dejarnos.
Esta noche escuchaba a Gelman
parapetado en el filo de sus letras
¿o en el abrazo de Alexis frente al muro?
¿o Agustín mirando el horizonte?
Mientras Gelman sigue hablando con el fuego
imagino a María Eugenia sin torturas
tiernamente escolar frente a la vida.
¿Cómo sería ahora?
¿Cómo tendría su rostro, sin las garras que le dieron?
Fe de erratas
Donde dice
te quiero
debe decir
te quiero todavía.
Donde dice
amor
debe decir
amiga.
Donde dice
sueño contigo
con las puntas de tus senos
debe decir
duermo aún en las puntas de tus senos.
Donde dice tu nombre
debe decir estrella
distante en su brillo
incierta.
Noviembre para mis padres
Debe ser noviembre porque llueve
solo porque llueve y el solecito es tenue
dejando los motivos.
Debe ser noviembre porque la gente no mira
y el caballero quedó en un paso
el día antes de su partida.
Debe ser noviembre
porque no quiero salir del vientre de mi madre.
Debe ser noviembre
medio frío
para que mis padres me abracen todo el día.
Un trato
La vida y yo tenemos un trato
cada cierto tiempo
quizás en equinoccios
me mandará un ángel húmedo
desnudo, descalzo.
El tiempo y yo tenemos otro trato
mientras me lleguen los ángeles
tocando sus cornetas
la muerte rotará en esperas mentirosas.
El amor y yo tenemos un trato
cada cierto tiempo
con cada ciertos ángeles
me mandará un aviso
una señal para buscar en los tejados.
Tú y yo tenemos un trato
ángel constante, desnudo y descalzo.
Año nuevo
Otro más para decir te amo
como en el poema de Guillén
con locura.
Millones mirarán las doce
pero solo tú
sentirás las palabras que murmullo
mis manos por tu espalda
mis besos en tus senos
ceremonias.
Por año nuevo.
Barroco bajo la lluvia
En los muros de Bagdad
un misil pasó rasante a los creyentes
y dos niños dejaron para siempre sus sonrisas.
Un virus ha desatado la pandemia
mientras muchos se organizan en su contra.
Hoy florece el tamarindo
y las columnas de La Habana
siguen a Carpentier tras tu figura
y no impiden que se muera Benedetti
porque tuvo en ellas
las arrugas del destierro que consumo.
Un barco sale de la bahía.
En las calles de mi ciudad
está la huella de la lluvia
y un relámpago se ajusta en pleno vuelo.
Si te fijas esta noche no hablé de amor
ni del poema tras la puerta
ni de un ciego en la ventana.
Quedó todo en la imagen que bendices
y en tu nube.
Son las cosas cotidianas
como tardes de domingo
mientras el tiempo pasa por las manos de mi hija
un barco sale de la bahía
mueren niños en Bagdad
cae la lluvia en mi ciudad
e intentamos no hacer el amor
a querer salvarnos de la vida.
Érase una vez
Érase una vez un pollito que me llamaba
y recostada en mi hombro imaginario
lloraba sus angustias.
La escuchaba y en silencio besaba
imaginario, sus dolores.
Érase una vez.
Una sola.
Mujeres que tocaron
Mujeres que tocaron mis puertas
sus dedos llenaron mis oídos
cada una dejó sus marcas como pudo.
Sin ustedes fueran otros los destinos
pero ninguno igual
ni sus voces en las paredes.
Mujeres que tocaron mis adentros
sus sábanas quedaron
como evidencia de luz, sus acordes peregrinos.
Arpas de mis noches
con redobles de campanas en sus ritos.
Está mi puerta abierta
por si un olvido las devuelve
a encontrarse con mi mano agradecida.
Para leer un miércoles
Pedí a Ochumaré un pedazo de arco iris
pero Changó envió un rayo y un trueno.
Biri dejó tu nombre en las tinieblas
pero Afefe te llevó el mensaje.
Changó bajo su hacha
y sus colores barrieron mis latidos.
Echú y Ogún volvieron un miércoles
como hoy
regando la palma y la pimienta sobre tu cuerpo
Caó cabecile!, Caó cabecile!, Caó cabecile!
Grité tres veces
Para traerte el carnero y el amalá
a ver si me amas
Caó cabecile!
desafiando el rayo
Caó cabecile!
el trueno
los filos de changó
Caó cabecile!, Caó cabecile!
A ver si me amas algún día.
Larisa
A una amiga, que merece un poema.
Hace un tiempo jugábamos a escondernos
Larisa, como decías tu nombre.
Desnudaste tu cadera ante mis ojos
y no recuerdo tu cadera, pero tu voz, sí
y la luz y la hierba.
Quién diría que incumpliste lo pactado
y te fuiste absurdamente
tú que andabas con cuidado en cada paso
con temor doblando las esquinas.
¿Dónde dejaste el creyón de taparte lo ocurrido?
Publicaré este poema con tu nombre para reconquistar
tu vida ante el silencio.
¿Quién diría, Larisa
después de tanto tiempo en esperas sin sentido?
¿Por qué te has ido?
¿No importaban los relojes ni este hombre
que desgarró tus horarios como pudo?
Hace un tiempo jugábamos a escondernos
y hoy la gente no te busca en sus prejuicios
mientras yo desando aquel lugar, Larisa,
con olores en las manos
recogiendo las Adelfas que retoñas cada día.
Poema del otro
Esperaré que venga el otro a escribir lo que no puedo
a decirle que la amo y es un sonido constante ante mis ojos.
El incapaz, yo, no se enfrenta ante la hoja o la pantalla
por temor al silencio de las letras.
Esperaré que venga el otro y escriba los nombres
y los tropos y las musas.
Mientras, sigo ante el deseo y el objeto
sin que un nombre, un solo nombre
me lleve la mano en el teclado
como si el teclado fuera tu cuerpo lejano
carcomido o tierno, pero tu cuerpo nuestro.
Debo esperar que venga lo dormido
para no olvidarte ante la hoja o la pantalla
hoy que en Santiago de Cuba llueve en la mañana
y dentro de mí, anda ese otro detenido y alerta.
Como guirnaldas, tu espalda
Entre el pelo y tu espalda una ciudad se desvanece
si prefieres podemos llamarle de otra forma
pero es verdad la ciudad sobre tu espalda.
Entre tu pelo y la ciudad no hay discrepancias
todo cubre, todo alcanza, todo brilla y pasa.
Si prefieres podremos llamarle de otra forma
pero sabes que es poder tu espalda
esa tez de mujer entre granadas
más que soles, hogueras y guirnaldas.
Entre el pelo y la ciudad no habrá distancias
sólo mi mano y tu mano, sólo tu cuerpo
y tu espalda, sólo el misterio y la noche
al recoger el polvo y las hojas para bañarlas
con yerba buena, azucena y albahaca
y hacer inciensos con sus tallos y sus cáscaras
y tu silencio o tu risa y la esperanza
poner tu mano en la escalera para escalarte
mujer, y dormir, besándote la espalda.
Para encontrarte
A los que escribieron poemas en trincheras y no llegaron.
Escribí en Huambo una mañana de junio para encontrarte
mi avión fue impactado muchas veces
sin que detuvieran el día.
Si supieras en cuántas trincheras escribí versos
para decírtelos antes que fuera abatido
o una mina me detuviera y no llegaran
ni yo, ni tú los conocieras
entenderías mi utopía de ganar madrugadas
para escribir como en Huambo una mañana de junio
y quedar vivo
para encontrarte.
Como nosotros mismos
Tú que escuchas
la ciudad mantiene sus misterios
los escalones, el callejón
y los domingos de bicicletas
los poemas de Neruda y Nervo
las fotos desnudas de los cuadros.
La ciudad entristece más que antes
ya la luz no es el problema
ni un verso de Witman
ni Salgary soñando con mil leguas
para un viaje sin tu ropa
cuando esta ciudad era otra
como nosotros mismos.
Epigramas
I
Al extremo de la mesa
regateas cada silla.
Una
quedará vacía.
II
Pasarán los que vendrán
y los de antes
si sostienen la tragedia.
III
Tu espalda lo recorre todo
paso el puente.
Besándote las orillas.
IV
La palabra y la poesía
dominarán el mundo.
Como tu sexo.
V
(*)
VI
(*) El V no falta,
nunca se hizo,
algo lo dejó en blanco.
Sin tino.
Poema 25Tus manos
sostienen la cara.
La derecha
los silencios que descubres.
La izquierda
el mundo en sus misterios.
Tus manos
arreglan el pelo
despejan el cuello.
Tratan.
Camino limpio
que conduce
y mantiene.
División de bienes
Dejó lo mejor:
la paz.
2 F
El silencio no es el tiempo
ni las cosas que se dejan.
Tampoco el beso es el amor
aunque a veces hace falta un beso
como si no quisiera
para romper el silencio
y salvar el amor
que el tiempo
como las cosas que dejamos
lleva.
Jesús García Clavijo
Jesús García Clavijo.
Santiago de Cuba. Ingeniero. Escritor, investigador y poeta. Publicado en España, Guatemala, México, Argentina, Uruguay e Italia. Premiado en diferentes concursos nacionales e internacionales. Sus poemas aparecen en antologías en México, España e Italia. Publicó el poemario A fin de cuentas, Guatemala 2003. Sus poemas aparecen en las Antologías 1 y 2 Latinoamericana 2007 y 2008, además en la Antología Mundial del año 2009. Autor del libro Cuando los despertadores dejan de sonar (Guatemala - Méjico 2003 y Guatemala-Cuba 2009) y la Selección de Poesía Cuba – Guatemala Del Quetzal al Tocororo año 2009. Mención en la XIII Edición del Concurso Nacional de Poesía “Regino Pedroso” año 2009. VER OTROS DATOS:http://www.doctorgodoy.com/colaboradores_02.htmlE MAIL: irenec@medired.scu.sld.cu