FÁTIMA GIL RECIO
(¡Exclusivo desde España!)
No creo que ningún deportista sueñe con subirse al podio en una competición Internacional y escuchar el himno de un país que no sea el suyo de origen.
El país del que cada uno se considere, por nacimiento o por haber pasado allí la mayor parte de su vida, aporta más que un color, que una Federación. De nuestros orígenes conservamos las primeras costumbres, las primeras palabras, nuestro primer entorno, las primeras normas de convivencia y nuestro idioma.
En Beijing 2008 hemos podido ser testigos de las nacionalizaciones en masa en post de una medalla. Sin embargo hay dos cuestiones diferentes bien importantes.
No resulta extraño el hecho de no encontrar a ningún atleta que se haya nacionalizado para encontrar una situación económica, social o política peor de la que ya tenía. Por lo tanto, esta obviedad, nos hace ver claramente que los deportistas adoptados o nacionalizados en otros países buscan mejorar su situación y su entorno.
Este simple hecho es razón suficiente para eximir de toda culpa siempre y cuando se cumplan las normas estipuladas y bajo LA MORAL de la persona, de las personas, y del Deporte.
Otro caso bien diferente, y me atrevo a decir, Denunciable, es el de las propias Federaciones Nacionales…
(ARTÍCULO COMPLETO en:
--- http://laespinadelolimpo.blogspot.com/2008/09/olmpicos-bajo-otra-bandera-en-busca-de.html
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