viernes, 27 de junio de 2008
LA DIVERSIDAD SEXUAL Y LOS MEDIOS (11) "Si no puedes "construir" un homosexual, no lo construyas.. Cuando se obvien los arquetipos, otra la historia"
Cedeño:
Vale y mucho el tema de la diversidad sexual, porque el sexo, hablándolo así, es básico para los seres humanos. Pero somos los humanos dueños de nuestras propias limitaciones y, por tanto, de lo que ocurre con el tema a nivel mediático.
Si partimos de los guionistas de radio y televisión, todavía se siguen construyendo personajes que se mantienen dentro de arquetipos que parecen imposibles de poner a un lado. A ello se suma la interpretación del actor, agregándole las mismas palabras, gestos, que se supone tienen las personas con una orientación sexual diferente a lo que se considera como norma: la heterosexualidad.
En este sentido la telenovela “La otra cara de la luna” llegó con una propuesta que para muchos resultó demasiado agresiva por los temas que trató. La pregunta es si lo hizo desde una perspectiva que verdaderamente buscaba un cambio hacia el drama de lo que es la sexualidad. Es como dice la colega Yolanda Molina y la escritora Ileana Rosabal, que todavía no se profundiza en la esencia humana de cada uno de los tipos y porque, digo yo, todavía hay que cambiar los pensamientos de quienes tenemos implicación en la elaboración de un producto audiovisual.
Los primeros que no debemos pedir permiso para hablar de diversidad sexual somos los escritores, que tenemos la suerte de dotar a un personaje de toda una psicología, de valores y de una historia que sea creíble, no para tratar de convencer a otros, sino –en primer lugar- para convencernos a nosotros mismos.
Si no puedes construir a un homosexual, no lo construyas, y no tomes como patrón al tipo “amanerado” porque hay reconocidos “HOMBRES” que también lo son, y son gente fina, educada y que pronuncian las eses. Cuando se obvien los arquetipos, otra será la historia.
“Polvo en el viento” es otro intento de nuestra televisión y dices que logra provocar al espectador, PERO…. sigo diciendo que hay que aprender a mirar los colores del mundo, con anteojos únicos que ven en quienes nos rodean su entrega como amigo, su amor y ese especial lazo que da la familia.
Maritza Mora Ochoa
maritza@rsiboney.icrt.cu
Vale y mucho el tema de la diversidad sexual, porque el sexo, hablándolo así, es básico para los seres humanos. Pero somos los humanos dueños de nuestras propias limitaciones y, por tanto, de lo que ocurre con el tema a nivel mediático.
Si partimos de los guionistas de radio y televisión, todavía se siguen construyendo personajes que se mantienen dentro de arquetipos que parecen imposibles de poner a un lado. A ello se suma la interpretación del actor, agregándole las mismas palabras, gestos, que se supone tienen las personas con una orientación sexual diferente a lo que se considera como norma: la heterosexualidad.
En este sentido la telenovela “La otra cara de la luna” llegó con una propuesta que para muchos resultó demasiado agresiva por los temas que trató. La pregunta es si lo hizo desde una perspectiva que verdaderamente buscaba un cambio hacia el drama de lo que es la sexualidad. Es como dice la colega Yolanda Molina y la escritora Ileana Rosabal, que todavía no se profundiza en la esencia humana de cada uno de los tipos y porque, digo yo, todavía hay que cambiar los pensamientos de quienes tenemos implicación en la elaboración de un producto audiovisual.
Los primeros que no debemos pedir permiso para hablar de diversidad sexual somos los escritores, que tenemos la suerte de dotar a un personaje de toda una psicología, de valores y de una historia que sea creíble, no para tratar de convencer a otros, sino –en primer lugar- para convencernos a nosotros mismos.
Si no puedes construir a un homosexual, no lo construyas, y no tomes como patrón al tipo “amanerado” porque hay reconocidos “HOMBRES” que también lo son, y son gente fina, educada y que pronuncian las eses. Cuando se obvien los arquetipos, otra será la historia.
“Polvo en el viento” es otro intento de nuestra televisión y dices que logra provocar al espectador, PERO…. sigo diciendo que hay que aprender a mirar los colores del mundo, con anteojos únicos que ven en quienes nos rodean su entrega como amigo, su amor y ese especial lazo que da la familia.
Maritza Mora Ochoa
maritza@rsiboney.icrt.cu
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