sábado, 9 de agosto de 2008

CUABITAS (I) ni viruta ni astilla


Antonio Desquirón Oliva

(EXCLUSIVO para La isla y la espina)


Cuabitas es un barrio de Santiago de Cuba. Un barrio, o un pueblo, no sé. En francés se diría una banlieue. Actualmente es, oficialmente, un poblado. Queda al norte de la ciudad, a unos 6 km. Cuando uno sale de Santiago hacia el Puerto de Boniato, se atraviesa Cuabitas por la mitad. O hacia La Habana, por la Autopista. Ahí no atraviesa nada, sino que pasa por un costado, aunque queda muy cerca y se ve claro...

Hace unos años fui a una exposición sobre el desarrollo de Santiago de Cuba hasta el año dos mil veinte. Había docenas de mapas. Pero Cuabitas no aparecía por ninguna parte. Como si no existiera: Es que para unos, no pertenece a Santiago; para otros, sí

Luego pensé que, de cierto modo, es verdad. Urbana o rural, o ambas cosas a un tiempo, lo cierto es que en Cuabitas siempre hay dos o tres grados menos de temperatura que en la ciudad. Ese ahogo tan típico de Santiago, allí no existe. En verano hay calor, por supuesto. Pero ahogo no. Ni ese frío que pela de las cumbres. Cuabitas es suave.

Por ella pasan dos ríos que confluyen como a 500 metros de mi casa. Uno, mucho más cerca del mar será llamado San Juan, aunque aquí se le conoce como La Cutara (los ríos, como las calles de las grandes ciudades, cambian de nombre de tramo en tramo); el otro se llama Purgatorio. La Cutara, proviene del nordeste, de las lomas. El Purgatorio proviene de la Represa de Chalons.

También pasaba la línea férrea que conectaba a Santiago de Cuba con La Habana. Tenía más de un siglo y fue el trazado del legendario ferrocarril de Sabanilla-Maroto, uno de los primeros en esta parte de Cuba. Hablo en pasado porque ya no existe: cuando hicieron el nuevo, no se contentaron con desviar hacia allá el paso de los trenes, sino que arrancaron los rieles y los durmientes: el balasto hoy se vende en el mercado negro para la construcción. Fue una pena destruir algo que costó tanto trabajo hacer. Casi toda la vida económica, casi todos los personajes de la historia, casi todos los hizo a los santiagueros tal como somos, subió y bajó por él. Pero un día lo borraron.

También pasa una carretera que lleva a El Cristo, Alto Songo, La Maya y Guantánamo. Es decir, esa carretera se bifurca al llegar al pueblo de Boniato: una rama lleva a Guantánamo y la otra hasta San Luis pasando por el Puerto de Boniato. Es un trazado viejo, de finales del siglo XVIII o principios del XIX, quien sabe si anterior: la entrada y la salida de Santiago por el Norte, se hacía por ahí. O sea, que antes de ser carretera, fue camino.

A las plantaciones del Este y a las del Valle del Cauto, a todas se llegaba por esta misma carretera por donde hoy pasan las motocicletas, los camiones, las camionetas, los caballos, las carretas, los carritos que cobran cinco pesos, los que cobran tres, las guaguas de escolares, las de pasaje, las de médicos y las de cualquier cosa, los autos personales de verdad y los que lo son menos, una enorme variedad de transportes de una enorme variedad de empresas y entidades. La carretera nuestra de cada día.

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