martes, 12 de agosto de 2008

CUABITAS: (II) Gente de Cuabitas


(“Cuabitas es un barrio de Santiago de Cuba. Un barrio, o un pueblo, no sé…Cuando uno sale de Santiago hacia el Puerto de Boniato, se atraviesa Cuabitas por la mitad…”)


Antonio Desquirón Oliva
(ESPECIAL para La Isla y La Espina)


¿La gente de Cuabitas? ¡Hay tanta! Veinte, veinticinco, treinta mil, no sé. Gente de todas partes.

Según las estadísticas, la población de Cuba está envejeciendo, y la composición de los colores de la piel está entre el mestizo y negro, con una fuerte presencia blanca. Y hay casi tantas mujeres como hombres.

En cuanto a Cuabitas, mi opinión personal no es ésa. Y por supuesto que puedo estar equivocado.

A mi me parece –me parece-, que en mi pueblo hay más jóvenes que viejos, más mujeres que hombres, y muchos más mestizos que negros y blancos (que, claro que también los hay).

Muchos han nacido y crecido aquí, pero sus padres o abuelos vinieron de otros sitios. Durante los ’60 y ’70 hubo una gran migración dentro de Cuba: los de Oriente se fueron a Occidente y los de los campos vinieron a las ciudades. Eso, sin hablar de los que dejaron Cuba.

Cuabitas fue un reparto “residencial”. No de lujo, sino muy cómodo y tranquilo, con patios de frutales y jardines de flores. La mayoría de esos patios se fraccionaron y en ellos se asentaron las familias campesinas, o de otros pueblos que querían “acercarse a Santiago”. Así surgió el Cuabitas de hoy. Sobre lo que quedaba del “de ayer”
ni los libros de historia ni los archivos son muy pródigos en datos sobre Cuabitas.

Yo imagino que básicamente, en lo que a naturaleza se refiere, Cuabitas no debe de haber cambiado mucho. Imagino que algunas personas decididas a vivir sólo de la tierra se refugiaron en ella a fines del siglo XVIII o principios XIX, y a medida que se desarrollaron el ferrocarril de Sabanilla-Maroto y el Camino de Dos Bocas y San Luis de las Enramadas, vinieron más. Se asentaron, hicieron fincas (Nuestra Señora de las Cuabitas, Nuestra Señora de Las Cuabas, La Gloria, el Infierno y El Purgatorio son nombres de fincas).

De hecho encontré en el Archivo Histórico provincial un documento de principios del siglo XIX donde un eclesiástico declara que sus posesiones son un pedazo de tierra que colinda por el Este con el Camino Real de San Luis y por el Sur con el Río Purgatorio, y dos esclavos. Luego, encontré una fotografía de junio de 1895, al día siguiente de un ataque mambí, donde aparece una casa totalmente en cenizas: las construcciones de madera y los fuegos accidentales o no son muy típicos de Cuabitas, pero la foto muestra un horizonte bajo que más parece el que se ve desde el norte de la ciudad, que el de Cuabitas, y deseché la imagen.

Luego, existe un texto de julio de 1898, del sargento norteamericano John J. Turner, voluntario participante en la Guerra Hispano Cubano Norteamericana, donde se cuenta la toma de Cuabitas y cómo los santiagueros habían emigrado a ella, Boniato, El Caney, temiendo el bombardeo de la ciudad. Cuando habla de relámpagos, lluvia, fango, cambalaches a base de boniatos, malanga, carne y pan, me di cuanta de que estaba donde mismo yo vivo: en Cuabitas.

La gente de la Cuabitas de hoy son “de trabajo”, sin grandes niveles de vida, ni demasiada cultura, pero luchadoras, fuertes, con virtudes y defectos, pero sumamente amantes del la vida –lo cual me parece irremediable, rodeadas de una naturaleza tan exuberante y verde como la nuestra.

Es como una magia. Fresco, paz, animales, árboles, flores, frutas. Cuerpos…

En fin, que quien vive dos años aquí, no se va, y si lo hace, le duele.

VER La serie: CUABITAS

---CUABITAS (1) Ni viruta ni astilla
http://laislaylaespina.blogspot.com/2008/08/cuabitas-i-ni-viruta-ni-astilla.html

2 comentarios:

Amparo dijo...

Leyendo los artículos sobre Cuabitas recordé a una amiga de allá que se llama Maité y el segundo apellido es Hung, es el apellido que más se me "pega", y hace tiempo que no sé de ella. Ojalá la conozcas. Los artículos referentes a Cuaitas osnmuy interesantes y sugerentes. Puedes encontrarme en verbiclara.nireblog.com

Anónimo dijo...

Visité Cuabitas por primera vez en 2004 mientras estaba en un intercambio cultural durante el Festival del Son. Ya el camino desde el centro de Santiago, pasando por plaza de la Revolución, Quintero, Santa María, me encantó. Cuando llegué en calle Cardona, me quedé sin voz, los ojos bien abiertos y pensando ¡qué lugar tan bonito! Con vista al monte, sus casas antiguas de madera, la gente mestiza, los niños sin zapatos, jugando, corriendo, la vegetación y su verdura intensa… la promesa de una caminata, siguiendo la calle Cardona y yendo al Cocal, pasando por el embalse Charlón. El barrio me cogió en una trampa et me quedé cautivada. Me sentí envuelta por los colores y las luces, el calor… algo muy sensual y a lo largo de los años, se volvió “mi barrio” a pesar de compartir mi vida entre Francia y Cuba.
“A mi me parece –me parece-, que en mi pueblo hay más jóvenes que viejos, más mujeres que hombres, y muchos más mestizos que negros y blancos (que, claro que también los hay)”. Es lo que dice usted y me siento en la misma onda al respecto. Hice amistad con varias personas; extrañamente, ni me acuerdo si hay blancos. Realmente, no me importa el color de la tez ni si estudiaron o tienen oficio de compositor, ingeniero, músico. Encontré lo que me conviene y según la persona, adapto el tema de conversación.
Hoy, 31 de diciembre de 2012 estoy esperando mi próxima estancia en febrero, febril, inquieta, conociendo los desgastes producido por el huracán Sandy. Mi esposo me envió 80 fotos del barrio. A pesar de haber ya visto fotos en internet, no podía creer tantos daños… y pensé a la gente que conozco desde tantos años y me pregunto ¿Dónde será la alegría? Siento un dolor, yo en mi casa de Francia tan fuerte. Hasta pronto Cuabitas.